Sesenta y tres; ❝Nunca mientas❞

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—Su padre tiene influencia. Sólo movió los hilos y consiguió que su hijo pagara por algo que no le correspondía —susurró con inexpresividad—. Taemin siempre fue extraño, pero me imagino que el centro psiquiátrico terminó con la poca cordura que le quedaba. Sabía, también, que tenía una ligera obsesión conmigo cuando adolescentes..., aunque no sabía hasta qué punto. Debí haberlo supuesto cuando lo vi con ese asqueroso bulto entre sus piernas —una mueca de asco se presentó. Yoongi acarició su frente tratando de brindarle otra cosa en la que enfocarse—. Siempre lo he sabido, ¿sabes? —musitó con suavidad— Que ninguno de mis padres me quería —Yoongi sintió que perdía el aliento. Que alguien lo dijera con tanta facilidad era bastante abrumador. Él también sabía que sus padres no lo querían..., pero le dolía más el escuchar la situación de Jin—..., pero hasta el último momento me hice creer que sí. Por eso trataba de llamar la atención de mi madre, y por eso me aferré tanto a ella cuando sintió lástima por mí. Era un sentimiento nuevo, ¿entiendes? Sabía que una vez yo me mostrara débil, incluso si actuaba, el mundo sería mío. Porque a la gente le pesa la consciencia todo lo que está a la altura de su moral y eso les vale más que el procurar no ser hipócritas —sonrió débilmente—. Mi mamá es buena fingiendo que me quiere, cuando me ve —bromeó con ligereza—. Por eso yo soy tan bueno simulando mis emociones también —continuó entre mofa, apretando sus propias mejillas con la punta de sus dedos. Yoongi no entendía cómo podía engañarse tanto en la circunstancia en la que estaban. ¿Trataba de ventilar el ambiente? Porque lo estaba haciendo pésimo. Jin se esforzaba demasiado en fingir que no le importaba cuando realmente sí lo hacía—. Papá igual, antes de que todo esto ocurriera..., actuaba, pero lo hacía pésimo —rio un poco—. Mi abuela me contó que dejó de hacerlo una vez estuvo en el centro psiquiátrico, pero yo nunca fui a visitarlo para verlo con mis propios ojos. Me comentó que lo único que hacía era mirar puntos fijos..., y que apenas sonreía. Dijo que probablemente, si lo hubiese visitado, me habría gustado más así —calló, imparcial—. No me arrepiento de no haber ido. De hecho, a veces me alegra el haberme mantenido firme con respecto a mi decisión. Él merecía morir solo. Era una maldita basura, como todos en mi familia, incluyéndome.



Y sonrió con amargura.



Yoongi no estaba de acuerdo. 













''Querido Jin.



Esta es probablemente la última carta que te escribiré. Se está volviendo problemático manejar el movimiento de mis dedos, ¿sabes? Además, madre me ha comentado que no has querido recibir ninguna de mis cartas, así que escribir tanto ya no hará falta. Debería sentirme triste por eso, pero la verdad es que me alegra que tengas la convicción y fuerza para odiarme. Incluso si es un sentimiento negativo, ¿no te hace sentir vivo? Lo digo porque la última vez que te vi, parecías muerto en vida.



No fui consciente de ello hasta que las pastillas surgieron efecto. ¿No se supone que los medicamentos nos entorpecen? Aunque yo siento que veo el panorama con más claridad cada día. Y es doloroso, si te soy honesto. Hasta el último instante, no dejé de tomar malas decisiones. No puedo dejar de arrepentirme cada segundo de mi existencia. El anteponer un amor dañino..., aún cuando yo tenía un hijo que nunca me había hecho nada para ganarse mi odio.

Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxODonde viven las historias. Descúbrelo ahora