Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxO

Tres; ❝Sólo un lamentable joven❞

—Te ves horrible.

Yoongi puso los ojos en blanco. ¿En serio?

—¿Qué haces aquí?

—Tu madre llamó a la mía para pedirle que te viniera a buscar. No habría venido de no ser porque ella realmente pareció preocupada. Y eso es algo difícil de conseguir cuando se trata de la bruja de tu mamá, ¿no? —sonrió con algo de lástima. Min mordió el interior de su mejilla. Lástima, lástima; odiaba que cuando lo vieran lo primero que sintieran por él fuera eso— Eso y porque no has ido ayer, ni anteayer..., de verdad me tenías preocupado —posó sus manos contra su nuca, desencantado.

—Puedes venir a verme por las tardes. No me moveré de aquí.

—No quiero que te encierres, Yoongi.

El aludido lo observó despectivamente. Hoseok ignoró el hecho. Yoon siempre se conoció por ser arrogante y altanero. Para suerte de su amigo, él era lo suficientemente pasivo como para aguantarle sus desagradables cambios de humor. De hecho, hasta él mismo se preguntaba cómo hacía para mantener una amistad de duraderos años con Yoongi. No se lo merecía.

—¿Y qué quieres que haga, que regrese a ese infierno para que todos se burlen de mí y lo que le hice al pobrecito omega de Kim Nam Joon? —soltó una risotada cruel— Ni en tus mejores sueños, mi amor —y se acomodó contra la cama, dispuesto a seguir durmiendo. Ho contó hasta diez. Sí, definitivamente ese testarudo omega no se lo merecía. Pero él, él definitivamente sí lo necesitaba. No podía evitar ver en Yoon una inocencia mal encaminada que lo llevaba a tomar agrias decisiones. Quizá fuera pena o quizá se tratara de otra cosa, sin embargo, lo que no dejaba de ser cierto es que estaba encaprichado con el menor. Le agradaba lo suficiente para soportarlo con gusto.

Lo quería. Por muy..., potencialmente agresivo que fuera.

—¿Y quién dijo que volverás como un perdedor? —Yoongi alzó levemente la oreja. De haberla podido mover, habría sido digno de una caricatura Disney— ¿Dejarás que esa sanguijuela te quite todo?, ¿permitirás que intervenga en tu vida al punto de destruirla? No te conocía tan poco competitivo, Yoongi. Qué deprimente —suspiró dramáticamente, recibiendo un gruñido por parte del menor. Claro que no. Él no era poco competitivo. No era un..., un perdedor depresivo. Siempre conseguía lo que quería porque así debía ser. Ni más ni menos. Él era el omega perfecto y como el omega perfecto debía tener todo lo perfecto en sus manos. No había que buscarle sentido a eso porque el sentido ya era él—. Pensé que íbamos a regresar como perras empoderadas. Lástima.