Setenta y uno; ❝Incluso si nadie más❞

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Porque Jin había ganado antes de que Hoseok lo siguiera poniendo en duda.



Con un papel en mano y el dinero del taxi en la otra tras haberse despedido de todos con la premisa de mantenerlos al tanto. Con un viaje que se sintió un martirio lleno de gusanos en la panza. Estaba tan nervioso. Nunca había estado así, ni siquiera cuando tuvo su primera presentación de danza. ¡Ni siquiera hace un par de horas, cuando le había alzado la voz a su madre! Y el observar el asfalto pasar por la ventana no le tranquilizaba ni distraía. Se sentía eterno, como un cortometraje que no daba indicios de acabar. Sólo se presentaba un hilo de fotos que embargaba la presencia de diversas parejas caminando tomadas de las manos en cada esquina, y se preguntó si él también podría hacer lo mismo con Yoongi más adelante. ¿Podría?, ¿al menos Yoongi lo aceptaría de vuelta?, ¿y si no lo hacía? Tendría que esforzarse y seguir intentándolo hasta tomar su mano, ¡hasta alcanzarlo!



Lo cortejaría, como el buen y moderno omega que era; con rosas, y con helado, y con promesas a las estrellas. ¿Debería invitarle un helado todos los días?



Yoongi no volvería a pensar en la idea de tener un compañero que no fuese él. Y cuando llegase su celo, o sus feromonas a omega fueran demasiado intensas, Yoongi ni siquiera se preocuparía por la brecha de compatibilidad sobre ellos; porque ambos estarían demasiado enamorados el uno del otro como para notar que la madre Luna no les había dado las mismas facilidades que a los demás. ¿Qué interesaba, honestamente? Se completaban y eso bastaba. Buscarían soluciones para la marca que jamás se harían. ¡No la necesitaban! Sólo se necesitaban entre ellos. 



—¿Está apurado? —preguntó la taxista, sonriéndole amablemente desde el espejo retrovisor.



La expresión del omega se suavizó, y asintió mientras observaba a una pareja ubicada en lo que parecía ser su tienda de conveniencia. La chica más alta trataba de ayudar a la más pequeña a alcanzar la reja que serviría para proteger el sitio de posibles robos en la noche. Se sonreían y tonteaban mientras, ¿la alfa?, empujaba simpáticamente de la cintura a la muchacha, alzándola a un cielo colosal. Lindas.



Suspiró atontado. ¿También se verían así de bonitos Yoongi y él cuando intentaran hacer estupideces juntos?



—Muy apurado.



—¿Se podría saber por qué? Si no le molesta que pregunte, claro.



El semáforo cambió y el carro partió, haciendo desaparecer la escena de su vista. Suspiró, sin desaparecer rastro de sonrisa. 



—No es molestia —calló, pensativo—. La verdad..., voy de camino a ver a mi omega; él me está esperando —y por mera curiosidad, observó de reojo a la mujer, como si quisiera cerciorarse de la ambigüedad del concepto. No tenía idea de dónde había sacado las agallas..., pero últimamente no tenía idea de nada, así que estaba bien. Había sido más específico de lo que esperó, porque ya era bastante obvio y claro que él era un omega... 

Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxODonde viven las historias. Descúbrelo ahora