Treinta y cinco; ❝Todo lo que está mal❞

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—¿Yoongi, estás bi-



Y el telón se rompió. La tela se deshizo frente a ambos. Sus anhelos fueron expuestos a la intemperie. Decepción fue todo aquello que Seokjin experimentó y no alivio de que los hubieran detenido en el momento propicio. Tal vez más adelante lo agradecería, pero ahora se sentía frustrado, irritado, como si tuviera la necesidad de chillar hasta el cansancio.



Hoseok y Taehyung callaron en tanto presenciaban a los omegas separarse bruscamente. Yoongi parecía desorientado, pero Jin no tanto. Jin estaba en sus cabales, casi.



—Suga —susurró su mejor amigo, acercándose rápidamente al omega para auxiliarlo. Este lo saludó entre risitas estúpidas, el efecto del alcohol traspasándolo por completo. Taehyung miraba todo desde el marco de la puerta sin comprárselo por completo, parpadeando lentamente y mirando a un dormido Jimin que yacía entre sus brazos. ¿Acababa de ver a Seokjin y Yoongi fajar como si fuera algo de siempre?, ¿qué?—, vamos a casa, ¿sí? Perdón la demora, venga —tarareó, tomando en brazos con facilidad a su querubín indefenso. Este asintió, envolviendo el cuello de su querido y más preciado amigo como única resolución. Ho no observó a Jin para despedirse, no tenía ganas de siquiera reñirlo. Lo hablaría más tarde con Yoon, si es que este se acordaba. Lo dudaba mucho.



Jin seguía sentado en la cama, mirando las sábanas como si no terminara de entender lo que acabara de suceder. Se sentía despersonalizado, fuera de sí. ¿Había sido él quien casi arranca su cordura en pos del deseo?, ¿por otro omega? Casi devoraba a Min Yoongi, el omega que más odiaba en el mundo. ¿Él lo hizo?, ¿fue él? ¿Estuvo a punto de mandar su normalidad al abismo? No podía creerlo.



Antes de que pudieran irse por completo, Hoseok alcanzó a escuchar algo que le hizo hervir la sangre.



—No le digan a nadie lo que acaban de ver.



Seokjin ni siquiera lucía perturbado.



—No sé de qué me estás hablando —masculló Ho, desapareciendo y cerrando en seco.



¿Con qué derecho?












—¿No crees que lucen lindos y lamentables? —preguntó Hoseok, observando con una mueca a ambos omegas descansando en la cama. Jimin le hacía cucharita a Yoongi y ambos estaban pálidos. Se habían turnado para vomitar en el baño. Taehyung había estado todo el camino a casa en silencio y el beta había creído conveniente fingir demencia en tanto se preocupaba por el estado de los dos omegas. Agradecía que hubieran devuelto todo lo tragado, o lo más seguro es que al día siguiente serían prisioneros de la cama. Sólo había una cosa que lo tenía aparentemente preocupado en estos momentos: la reacción que tendrían cuando vieran los vídeos de la dichosa fiesta el día de mañana. Sería un largo día, definitivamente.

Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxODonde viven las historias. Descúbrelo ahora