Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxO

Cuarenta y cinco; ❝Una hoja rayada❞

Yoongi todavía estaba preguntándose si acababa de escuchar mal o si era parte de su fallada mente. Lamentablemente no era ninguna de las dos, y luego de escucharlo sólo había sentido el espasmo propio de la impetuosidad. Porque no le parecía mala la idea. Quizá inconscientemente también estaba esperando que Kim le pidiera algo así. Quería tener la excusa de hundirse entre esos bonitos y macizos glúteos. Si hiciera desaparecer su glande al interior de ese hermoso omega, ¿se acabaría su rareza y excitación, o se volvería tan loco que ya no podría vivir sin su contacto?

—Acomódate en mi regazo si tanto lo deseas.

Y fue más que suficiente para que los orbes de su compañero brillaran, tomándolo como una aceptación e incluso una invitación. Lentamente se separó del chapoteo que hacían los dedos de Suki en su interior y se posicionó encima del mismo, más específicamente en su erección palpitante. Se saboreó, mordiendo sus tensos labios antes de acomodar el falo entre sus glúteos y dar una última observación de afán antes de dejarse caer lentamente contra él. Ambos respondieron al rozamiento en un gemido duradero. Yoon le acarició el rostro, apreciándolo con ojos afectuosos y abrasadores. Jin sonrió en réplica, iniciando un vaivén de subir y bajar que hizo exhalar ampliamente al omega.

—¿Te gusta? —interpeló bajito quien lo montaba. Yoongi, no menos apenado, asintió— Luces como si realmente fuera bueno —admitió, moviendo las caderas en cada pequeño salto.

—No tienes que narrarlo —masculló con bochorno.

—¿Mh? Pero realmente quiero que sepas lo bien que se siente cuando estoy en tu interior, justo así —tarareó con sensualidad incuestionable, apoyando sus manos hacia atrás, casi a la altura de los glúteos de Yoongi mientras sus pies descansaban a los lados de su cintura. No había modo de que Yoongi no pudiese jactarse de la vista que tenía justo ahora. Se sintió un poco MUY orgulloso de estar haciendo sentir bien al omega bajo suyo. ¿Era deseado también en esa forma? Si Suki lo codiciara de ambos modos, ¿no quería decir que era alguien muy ambicioso y perfecto para él? ¿O tal vez se veía reflejado a sí mismo, que lo afanaba todo? Definitivamente anhelaba ver a Suki para sí, todo para sí y en todas sus maneras, con exclusividad.

—No me molestes, ¿quieres? —reprendió el omega de vuelta, tomándolo de la cintura y tumbándolo en la cama para montarlo. Jin, algo sorprendido por la acción, sólo atinó a envolver su cuello y besar el mismo mientras daba un asentimiento de aceptación.

—Lo que el omega desee —susurró dulcemente.

Yoongi, avergonzado por alguna razón que no comprendió, respondió a ello con lo mejor que tuvo.

Lo tomó, lo cogió y lo empotró con la aspereza de un principiante. Jin no lució insatisfecho. Al contrario, sólo gimoteó encantado, su pecho subiendo y bajando. Sus pezones estaban erectos y su cuello brillaba perlado del sudor; sus labios, rojos, demandaban atención entre cada suspirito de placer; sus ojos estaban entrecerrados y no por el sueño. Jin estaba muy despierto, al menos lo suficiente como para extasiar la visión que Yoongi tenía de él. Con el panorama conseguía incentivarlo más. ¿Cómo no? En su vida podría pensar que tendría así a Jin, bajo suyo, pidiendo a por más y sollozando a cada choque de entrepierna y glúteos.