Le habían quitado las palabras de la boca. Era la primera vez que alguien le pedía tan directamente la mano de Yoongi. De hecho, esperaba que esto nunca fuera a ocurrir en la vida. Esto rompía todo lo claramente establecido y no sabía si agarrar el suficiente vuelo o detenerse un momento a pensar bien las cosas. Si aceptaba, Yoongi ya no sería un problema de la casa Min. No obstante, si un joven recatado como Taemin lo pedía en santo matrimonio..., existía la posibilidad de tirarlo al mejor postor, ¿no? Podría existir la opción..., incluso si era demasiado avaricioso, de que otro hombre quisiera a Yoongi y pudiera ofrecerle una mejor conexión y situación financiera.
—En realidad eso no va a ser posible —dictaminó Zhoumi, levantándose bruscamente de su lugar con ferocidad. Todos los ojos fueron a parar a él. Estaba harto de esto. ¿Qué clase de juego tenía en mente ese idiota? Por supuesto que no se quedaría quieto a ayudar a Namjoon con su ahogadera, no cuando estaba a nada de pasar algo increíble frente a él. Si Yoongi iba a ser el omega obligado de algún alfa..., al menos lo sería de alguien que valiese la pena—. Lo lamento, pero estoy enamorado de Yoongi y el único que se va a emparejar con él soy yo.
¡¿CÓMO?!
—¡Oigan, ustedes en serio se están pasando- —chistó con agresividad Namjoon, levantándose como pudo luego de toser un par de minutos. Su omega lo tomó de la mano, preocupado. Jin también estaba aliviado de que alguien dijera lo que él tenía en mente. ¿Cuánta competencia había ganado el último tiempo?, ¿acaso Yoongi también tuvo encuentros de esa índole con Zhoumi o a qué se debían sus palabras? Pensarlo le hacía un hueco en el estómago y un vacío en la garganta. ¿De verdad hablaba en serio cuando le decía que él no había sido nada más que uno del montón? ¡Y Taemin era uno de ellos! Mierda, quería llorar, y no podía hacerlo rodeado de tanta gente. Los ojos de Yoongi no estaban puestos en él..., ¿no le diría nada? ¿Una señal, un mensaje oculto, algo? ¿Una condenada explicación?
La tensión fue clave los siguientes segundos. La sra. Min se mascaba las uñas, eufórica. El sr. Min miraba a Zhoumi como si fuera un bicho raro. Yoongi suspiraba contra su muñeca, rascándose la sien. Namjoon sentía el picor del pedazo de carne con el que casi se ahogó, en su garganta. Zhoumi y Taemin se miraban con expresiones que no daban a relucir malditamente nada. Y Jin..., Jin quería hacerse bolita o simplemente tomar en brazos al omega por el que disputaban, y salir corriendo con él en brazos al fin del mundo. Demasiado bueno para hacerse realidad.
—Oh, ¿es así? —sonrió con lástima Taemin, encogiéndose de hombros sin dejar de observar a su amigo. Namjoon no era de su importancia, nunca, así que lo ignoraría tal y como si se tratase de una pared. Zhoumi frunció el ceño, seco. Después de la intensidad de esos minutos en absoluto silencio y repaso por parte del contrario, realmente esperó que no podría sacar a Yoongi de ahí. Su resignación hubiese sido clara en caso de ser un rechazo espontáneo por parte del alfa. Zhoumi respetaba profundamente a Taemin. Y no porque le agradara. En realidad, lo respetaba porque le temía— No tenía idea de que guardabas sentimientos de tal calibre. Aunque es entendible cuando se trata de Yoongi —rio un poco, tomando la pequeña mano de Yoongi y entrelazándola con la suya. Zhoumi apretó los puños y Jin agachó la cabeza, dolido—. Bueno, no hay mucho que hacer entonces, ¿no cree, sr. Min? —con el mismo encanto se dirigió al alfa, que parecía pensar seriamente ambas propuestas. Yoongi se sentía como una clase de premio y su madre no daba más con el choque de emociones. Sólo deseaba salir corriendo para ir a contárselo a toda la familia. ¡Una boda! Su hijo menor no sería un solterón de por vida, ¿quién lo imaginaría?
ESTÁS LEYENDO
Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxO
FanficYoongi, un aplicado omega proveniente de una prestigiada familia, ha sido novio de su primo Namjoon, un alfa dominante de alto estándar, por más de cinco años. Sin embargo, todo ha terminado de ir en picada la noche en que descubre a su pareja siénd...