Kiss and make up [ Sujin ] [ Jinsu ] OxO

Trece; ❝Más allá de una broma❞

—Mi alfa, mío —susurró el omega con suavidad, abriéndose gentilmente de piernas a medida que dejaba su cuello al descubierto—. Márqueme, ¿quiere? —gorgoteó, encantado por las feromonas de libido esparcidas en el aire.

El moreno, marcado por un sixpack que haría babear hasta al más reservado, sonrió previo a responderle en un beso apasionado; un beso teñido en la lujuria instantánea del momento. Las palabras se convirtieron en acciones y más pronto que tarde estuvieron fundiéndose en uno, gimoteando como verdaderos animales.

Pudo haber sido mejor de lo que ambos esperaron; entonces la visión se distorsionó. Todo se desvaneció tan pronto llegó. La visión de una sonrisa encantadora por parte de Namjoon ya no era más que pedidos al aire, sin sentido. Todo fue sustituido abruptamente. El omega observó, confuso, las paredes del local de la noche anterior. Un delicioso aroma se coló por sus fosas nasales. Eran palitos de canela; se le hacía agua la boca del hambre. Miró nuevamente hacia el frente, descubriendo una sonrisa seductoramente petulante. El panorama cambió radicalmente para dejar al descubierto un omega siendo montado por otro. El diminuto chico ahora no estaba empotrado, sino en el regazo de su acompañante. Observando hacia abajo, notó cómo el movimiento parecía complacer al chico de los labios regordetes y los orbes grandes. Ese idiota estaba dejando que lo montase, sonriéndole burlesco a medida que le rasguñaba las caderas con brusquedad.

—T-tan profundo —gimió satisfecho el platinado muchacho de la estatura baja. Seokjin se relamió, embobado por la estirada presencia que se encargaba de hacerle sentir todo aquello de lo que había sido ignorante—. Córrete dentro —ordenó, apoyando sus manos contra la colcha y dejando al descubierto el falo del omega hundiéndose contra su agujero. ¿Por qué?, ¿por qué estaba disfrutándolo tanto?, ¿por qué estaba tentándolo?

Debería correr.

Porque esto no estaba malditamente bien.

—Suki —gimoteó Seokjin, trepando su boca en un beso inconcebible.

Yoongi respiró agitadamente, dándose por lúcido.

Despierta.

¡Despierta, Yoongi!

Miró a ambos lados, respirando agitadamente; agradecido de estar en lo que llamaría su odioso hogar, pero que ahora le parecía su primera salvación después de una noche de evidente desastre hormonal. Rascó su frente, aprovechando de estrujar sus párpados con desgano. Un sueño. Un puñetero sueño. No, no, ni para eso alcanzaba; ¿qué había sido? Una pesadilla. No tenía otra respuesta a eso. Sólo..., mierda, ¿ni siquiera podría dormir en la tranquilidad de su colcha sin recordar la estupidez que había cometido en el pub de su primo? Esto era una verdadera basura. ¿La culpabilidad lo corroería toda la vida o debería empezar a ignorar el hecho antes de que terminase en el loquero?