43 |¿Y ahora?|

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El doctor sigue tecleando en su ordenador mientras yo guardo en mi mente cada detalle del consultorio, desde el aroma a antiséptico hasta los dulces que tiene sobre el escritorio ¿Por qué los tiene ahí? No es pediatra, no atiende niños (sin contar...

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El doctor sigue tecleando en su ordenador mientras yo guardo en mi mente cada detalle del consultorio, desde el aroma a antiséptico hasta los dulces que tiene sobre el escritorio ¿Por qué los tiene ahí? No es pediatra, no atiende niños (sin contar los que están adentro de sus madres).

—¿Quieres uno? —Pregunta luego de un rato y me sonrojo a más no poder.

—Sí, señor. —Puede darme vergüenza, pero no me negaré a un dulce gratis.

El doctor empuja el tazón de vidrio donde están las paletitas sin decir palabra y yo tomo una de color rojo porque imagino que tendrá sabor a fresa. Quito el papel que la recubre y cuando la pruebo descubro que es de cereza.

¡Rico!

—Blair, viendo tus análisis creo que lo más pertinente será cambiar el tratamiento. —Deja de teclear, me ve y se quita sus gruesos lentes cuadrados, dejándolos sobre el escritorio blanco como todo en este sitio.

Lo escucho atentamente para entender, además porque Joseph me preguntará al pie de la letra lo que dijo porque si le vuelvo a decir "mi útero me come" o "mi cuerpo se puso en mi contra" él insistirá en entrar conmigo y ya estoy muy grande para eso.

Puede que sea mi pareja sexual, pero esto no tiene que ver con...

—Ya con este nuevo tratamiento podrás tomar anticonceptivos orales si lo deseas.

Eso si me interesa.

—¿Puede recetármelos ahora? —Lo interrumpo porque en serio necesito eso.

Al final Joseph y yo fuimos por la pastilla y desde eso siempre usamos condones, pero ambos estamos de acuerdo en que nos gustó más sin esa protección, así que ahora que gracias al destino cambiará mi tratamiento, creo que podremos deshacernos de ese globo de látex.

El doctor asiente viendo los exámenes que me hice la semana pasada.

—Dado que no estás embarazada... —Joder, que bonito se escucha eso. —Y que cambiaremos el tratamiento no veo por qué no puedes comenzar a planificar. —Dicho esto continúa escribiendo en su teclado y sigo sin poder creer que los doctores sean tan parecidos de país a país, aunque acepto que aquí el servicio es mejor. —Recuerda que si tienes una pareja sexual estable debes decirlo para mejor manejo del tratamiento.

—Tengo pareja sexual estable. —Respondo.

El doctor asiente y abre una nueva hoja en mi historial repleta de preguntas que muy seguramente son de rutina.

—¿Están buscando tener hijos?

—No. —Si le pedí anticonceptivos ¿No sería esa ya la respuesta?

—¿Planean buscarlos en un futuro próximo?

—No.

Y las preguntas siguen para llenar mi historial hasta que finalmente imprime dos recetas para mí, una del tratamiento para la endometriosis y otra con mis anticonceptivos.

Roommates {Joseph Morgan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora