19 |Dos historias|

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Advertencia: El siguiente capitulo contiene temas que pueden considerarse fuertes para el publico sensible

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Advertencia: El siguiente capitulo contiene temas que pueden considerarse fuertes para el publico sensible. Se recomienda discreción. 


Joseph y yo nos vemos a los ojos sin saber que decir. Creo que empezamos mal esta conversación, pero ya lo hicimos así y no hay forma de repararlo.

—¿Quién empieza a explicar? —Suelta mi boca antes de que mi cerebro lo piense siquiera, pero en esta ocasión lo agradezco.

—Creo que tú eres quien debe empezar, tu historia es la que más me intriga. —Dice Joseph.

Claro que es la más interesante porque no la conoce.

—Creo que tú tienes la historia más corta. —Nunca creí que Joseph sería capaz de engañar, pero él lo ha dicho claramente y eso me confunde, no sé qué decir.

A pesar de todo eso, su historia no puede remontarse a más de un año atrás, la mía es larga, comienza desde mis dieciséis años y no estoy muy segura de cuando acaba.

—Bien... —Suspira, frota sus manos como si quisiera hacer fuego y se mueve incomodo, lo cual me preocupa. —Nuestra relación estaba pasando por unos bajos, caímos en la rutina y, bueno, un día senté a Persia en la mesa y le dije que quería hijos. —Me trago un alarido de ternura, la idea de Joseph con un bebé me calienta el corazón. Si con Theo es adorable con uno propio lo sería mucho más. —Y ella me dijo que no era un momento, que tal vez en unos años. —Se pasa las manos por el rostro y por el cabello, despeinándolo. —Y se me escapó decirle "en unos años tu no podrás".

Se me escapa una risa ¡no lo puedo evitar! En serio es gracioso. Mi risa se va cuando noto como Joseph me mira, así que extiendo mi mano y tomo la suya.

—Lo siento. —Está mal reírse de esto, pero si es gracioso porque tiene tan poco control de lo que dice como yo.

—Está bien, Daniel se rió también porque, bueno, se me escapó y cuando me di cuenta ella me había abofeteado y se había ido. —Me acomodo mejor para verlo, su mano descansa en mi regazo y yo suspiro. —Eso arruinó más nuestra relación y siento que fue mi culpa.

Ahora entiendo eso que me dijo, que quería algo que ella no, yo pensaba que hablaba de sexo anal, lo cual estúpido si lo piensas. Vuelvo a tomar la mano de Joseph, la levanto y le doy un beso en el dorso de esta, él me regala una sonrisa, me suelta y me acaricia la mejilla, pero vuelve a darme su mano, entrelazando sus dedos con los míos para que así no lo suelte.

—Sigue. —Pido y él se acerca más a mí, tanto que su rodilla toca la mía.

—Estábamos distanciados y quisimos repararlo, buscamos soluciones y encontramos una muy poco ortodoxa... —Hace una pequeña mueca, la cual se ve bien en él y el hecho de que se ha vuelto a dejar crecer la barba aumenta su atractivo. —Decía que salir por separado y besar a alguien diferente.

Roommates {Joseph Morgan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora