4 |Lo que el hombre quiere|

6.3K 538 370
                                    

Soy consciente de que el gimnasio es necesario en la profesión que elegí, además de que la salud es importante y esas tonterías que dicen los doctores, lo reconozco ¡pero la verdad es que odio ir sola!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Soy consciente de que el gimnasio es necesario en la profesión que elegí, además de que la salud es importante y esas tonterías que dicen los doctores, lo reconozco ¡pero la verdad es que odio ir sola!

Podría no ir, pero mi vida ahora se basa en comer nachos y próximamente ir a las grabaciones, muy posiblemente en un taxi, así que estoy obligada a ir para no engordar y perder la figura que logré después de tantos años de esfuerzo.

Así que decido salir de mi departamento hacia el enorme elevador que me lleva al primer piso, donde está el gimnasio al que tengo acceso por vivir aquí.

Son solo las nueve de la mañana, así que tengo mucho tiempo libre antes de tener que ir a la fiesta, en especial, ya me sé mis líneas al derecho y al revés, también terminé memorizando los diálogos de los demás. Es curioso, me parezco a Emma Watson en esa parte.

Entro al gimnasio por primera vez desde que llegué y según entiendo, del otro lado está la piscina; sigo sin creer que tengo una piscina y no he puesto ni un pie en ella cuando desde pequeña me encanta nadar. Debo ir, pero nuevamente, no me parece divertido meterme en una piscina sola.

Podría ir para conocer a mis vecinos, pero soy terrible para hablar con las personas. También podría ir con Meredith, ella es una excelente opción.

Cuando finalmente llego al gimnasio, veo el lugar completo; es enorme, lleno de vidrios y espejos, máquinas y demás cosas, está muy bien equipado, creo yo, no sé mucho de maquinaria de gimnasios, solo hago lo que me colocan a hacer. No está tan ocupado a estas horas, hay tres personas en las bicicletas estáticas y dos mujeres en lo demás, además de un hombre en una esquina levantando pesas. Música resuena por todo el lugar, son canciones enérgicas que rebotan en las paredes con fuerza, inspirando a las personas a seguir con el condicionamiento físico y no quedarse en un solo lugar.

Yo sigo de pie en la entrada, pasando la mirada por todas las maquinas sin saber a donde ir. Siento que, si me aparto de la entrada, me veré ridícula.

Una mujer se acerca a mí, sacándome de mi ensoñación. Utiliza ropa deportiva, que incluye un pantalón ajustado hasta dos dedos debajo de la rodilla y un top corto, también deportivo, todo a juego con sus zapatos color negro. Tiene el cabello rubio recogido en una coleta alta y me sonríe con amabilidad, sonrisa que alcanza sus hermosos ojos verdes. Esta mujer es preciosa por donde se le vea.

—Hola, tú debes ser nueva. —Me dice con aquella sonrisa encantadora y yo asiento.

—¿Se nota? —Pregunto apretando un poco la toalla en mi mano y la botella de agua en la otra.

—Es que nunca te había visto por aquí. —Afirma y me tiende su mano, la cual yo tomo una vez logro arreglármelas para sujetar todo con una sola mano. —Soy Tessa, entrenadora del lugar en las mañanas ¿Cuál es tu nombre? —En ningún momento deja sonreírme.

—Blair. —Contesto encogiéndome de hombros. —¿Solo entrenas en las mañanas?

—Bueno, mi turno es en las mañanas, en las tardes es mi compañero Bill y en las noches somos los dos... aunque están los profesores de distintas actividades. —Me explica, colocando su mano en mi espalda y me guía hacia el centro del gimnasio. —Y como eres nueva, Blair, voy a darte una sesión de ejercicios ¿te parece?

Roommates {Joseph Morgan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora