—¡Milagros! —Grita alguien y abro los ojos de golpe, casi asustada por su grito. Cuando estos se acostumbran a la luz y al ligero dolor de cabeza, logro enfocar a mi prima, que me ve con una ceja levantada. —A desayunar, perra. —Me dice en español y sigo sin entender porque me observa como si me hubiera crecido otra cabeza.
—Ya voy... —Me duele la espalda, pero siento una gran calidez en todo mi cuerpo. Coloco mi mano junto a mí y no hay nada suave, es duro, es suelo ¿dormí en el suelo? —¿Qué...? —Estoy por preguntar qué fue lo que pasó para que yo duerma en el suelo y con solo sabanas, pero cuando me muevo, brazos fuertes me rodean y los conozco, son los brazos de Joseph.
—¿Qué diablos es esto? —Escucho a Carmen preguntar en voz alta y muy consternada. Ella está viendo el sofá cama, que aún se encuentra tendido con las sabanas, pero como varias durmieron ahí, están movidas. —¿Qué regaron aquí? —Pregunta arrancando las sabanas y cuando veo de qué habla los recuerdos de porqué terminé e con Joseph llegan a mi cabeza.
Yo gimiendo, él callándome, ambos excitados de hacerlo en silencio, viniéndome a su alrededor, él viniéndose dentro de mí. Solo recordarlo hace que me sacuda internamente. Recuerdo que por la humedad que dejamos en la sabana, yo tuve que levantarme y venir a dormir con él en el suelo.
—A lo mejor Blair regó algo en plena borrachera. —Dice Laura, saliendo de la cocina con una taza de chocolate. Me ve como si se estuviera burlando, pero es difícil saberlo porque se lleva la taza a los labios y bebe.
—¡Si! —Sea como sea, agradezco su interrupción. —Me levanté muy temprano y fui por agua, pero la regué donde estaba durmiendo.
—Esto no parece agua. —Se queja Carmen frotando la sabana con los dedos y tengo el deseo de decirle la verdad, que esa mancha es la prueba de mi orgasmo y tal vez un poco del de Joseph, pero ahí cae nuestro secreto. —¿Qué fuiste a beber en serio?
—Creo que fue leche... es difícil saberlo. —Soy buena actriz, también buena mentirosa, pero si algo he aprendido de esto que tengo con Joseph es que hay que cambiar las sabanas muy seguido o tener cuidado, pero anoche no lo tuvimos y ahora la mancha no se parece a nada que haya en la cocina.
—Oh, sí, a Blair le encanta la leche clandestina a media noche. —Laura sube y baja las cejas, no entiendo por qué dijo eso o la razón de querer reírse. —Pero vengan que el desayuno se va a enfriar. —Cambia de tema y lo agradezco.
Le doy una mirada a David, que está junto a Amanda y se levanta para que ya no lo vea, viéndome mal ¿Por qué me ve mal?
Pero eso deja de importar cuando mi mirada baja y encuentro a Joseph plácidamente dormido, su cabeza está contra el suelo no muy cómodamente, pero parece feliz. Sé que es parte del acuerdo no tener muestras de cariño en público, pero en este momento no creo que importe porque fingimos ser novios.
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Roommates {Joseph Morgan}
FanfictionLuego de su divorcio, Joseph Morgan no pensó volver a enamorarse debido a su corazón lastimado. Blair Flores ha sufrido mucho por amor, se ha vuelto a enamorar, pero no ha tenido ese poderoso sentimiento que tuvo en el pasado y no pensó volver a sen...