60 |Muchas verdades para procesar|

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Joseph

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—¿Estás seguro de que no te molesta? —Pregunta Mecca con cierta timidez. —No es necesario.

—Puede que me haya divorciado de tu mamá, pero siempre voy a quererlas a las dos. —Mi respuesta la hace sonreír y yo torpemente le pincho la mejilla, lo cual convierte su sonrisa en risa. —¿Estás nerviosa?

—Un poco, pero no es tanto por la canción... —Juguetea con sus dedos y yo detengo el auto en el estacionamiento del edificio. —Es por la persona con quien voy a grabar.

—¿Se puede saber quién es ahora o tengo que esperar a llegar al estudio? —La molesto quitándome el cinturón de seguridad, movimiento que ella repite y baja del auto al igual que yo.

—Ay... es que... ¿Puedes guardar un secreto? —Pregunta dando saltitos y yo reconozco a la perfección esos gestos que hace ¿Cómo no? La conozco desde que era una niña de catorce años. Asiento, aunque ella ya sabe la respuesta. —Es Gian, quien sale conmigo en New Wolf.

—¿En serio? —Mi descontento parece entristecerla y eso es porque le gusta el tipo. —¿Y qué pasa con él?

Mecca desde que me llamó ha estado muy emocionada hablando sobre grabar una canción en español y demás, sin embargo, cuando habla de la persona que le pidió el dueto sus ojos brillan, haciendo obvio que lo que más le emociona es pasar tiempo con él. Ahora resulta que el dueño de esa emoción es Gian.

No me agrada ni un poco ese tipo, pero me alegra que a Mecca le guste tanto, porque así él no le prestará atención a Blair y tal vez decida deshacer este desastre de fingir una relación.

—Nada... —Se sonroja y yo le sonrío mientras apoyo mi brazo alrededor de sus hombros para guiarla hacia el elevador. —Okay, solo pasa que es lindo, muy dulce, aunque suelta muchas verdades, y además ¿Has visto sus ojos? Son marrones, pero no un marrón común, porque tiene... Dios, sueno como una idiota.

Eso me da risa.

—Claro que no. —Meneo la cabeza, entrando al elevador con ella. —Eso me recuerda hace algunos años, así hablaba yo cuando...

—Salías con mamá. —Complementa ella y yo aprieto los labios. —Lo siento, no debí decirlo... —Quiero decirle que está bien, que no pasa nada, pero ella es más rápida que yo: —Además, no importa tanto Gian porque creo que a él le gusta alguien más.

—¿Cómo estás tan segura? —Mecca es una gran chica y lo digo precisamente porque fui su padrastro, eso quiere decir que la conozco lo suficiente para saber que es divertida, dulce y en ocasiones algo alocada.

Roommates {Joseph Morgan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora