—París... —Le dicto a Marco y él asiente con esa sonrisa que tanto me enloquece, después escribe en su pequeña libreta con la pluma color plata. —Pompeya... —Continúo, evitando preguntar dónde consiguió esa pluma tan linda porque de seguro me comprará una si llego a decirlo.
—¿Quieres que en nuestra luna de miel te lleve a conocer donde un millar de personas murieron a causa de un volcán? —Pregunta frunciendo ambas cejas y asiento en forma emocionada. —Eres un ser muy extraño, Blair... —La forma en que lo dice hace que me ría, porque lo dice como si le sorprendiera.
—Pero así me amas. —Me subo a la cama y usando mis rodillas me arrastro hacia él para darle un beso, que se siente rasposo a causa de la barba que le sale en la mañana y aún no ha afeitado. —Y yo te amo a ti. —Le aseguro y él me acaricia las majillas con sus manos fuertes; causándome escalofríos en todo el cuerpo.
—¿Me amarás aunque sea un anciano al que debas cuidar? —Ruedo los ojos y le rodeo el cuello con los brazos ¿Por qué se preocupa por eso? Aún es joven... para algunos, yo incluida en esa lista y siempre lo será.
—Te amaré siempre. —Respondo con seguridad.
«Siempre... siempre... siempre...»
***
Despierto y no gritando, de hecho, me siento la mar de bien, lo cual es extraño tomando en cuenta el sueño que tuve. No es un sueño, es más bien un recuerdo, un recuerdo hermoso, el cual ahora me lastima; pero hoy no.
Cuando parpadeo noto que no estoy bien, por lo menos no físicamente. Siento como si un camión me hubiera aplastado la cabeza y no conforme con eso me pusieron en una batidora gigante ¡dios! Creo que voy a morir.
Veo a mi alrededor y mi corazón se calma al notar que estoy en mi departamento en lugar de alguna carretera desconocida, pero ahora mi pregunta es ¡¿Cómo diablos llegué?!
Bajo mis manos por mi cuerpo lentamente, temo que si me muevo de más vomitaré, pero debo hacerlo o el pánico me va a devorar. Tengo puesta toda la ropa que tenía ayer, eso es bueno.
Hay movimiento en mi cocina, lo escucho y siento miedo ¿será que metí a alguien en mi departamento? Creo que si lo hubiera hecho no estaría vestida a menos de que fuera alguien muy educado que me vistió y ahora me prepara el desayuno.
Respiro profundo, cierro los ojos y me doy la vuelta, lo cual me causa un tremendo dolor, además de nauseas tan fuertes que me obligan a tragar para no hacer un desastre. Mis manos tiemblan, la luz del día me hace desear arrancarme los ojos y mi boca sabe a algo que solo describiré como "asqueroso".
Beber es malo. David no merece que yo pase la resaca solo porque terminó conmigo.
¿Él sufrirá? ¿ya habrá conseguido a otra? No lo sé y tengo curiosidad.
La puerta se abre y al principio temo ver a qué clase de loco me traje del bar en el que terminé, pero esa voz encantadora con acento sexy me calma en cuanto habla:
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Roommates {Joseph Morgan}
FanfictionLuego de su divorcio, Joseph Morgan no pensó volver a enamorarse debido a su corazón lastimado. Blair Flores ha sufrido mucho por amor, se ha vuelto a enamorar, pero no ha tenido ese poderoso sentimiento que tuvo en el pasado y no pensó volver a sen...