48 |La culpa es de los dos (Parte II)

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Voy comiendo mi sándwich de jamón por todo el departamento, ansiosa debido a lo que pasó y sin saber qué hacer ahora, aunque en realidad parece que le estoy dando besos y no mordiéndolo

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Voy comiendo mi sándwich de jamón por todo el departamento, ansiosa debido a lo que pasó y sin saber qué hacer ahora, aunque en realidad parece que le estoy dando besos y no mordiéndolo.

Henry tiene razón en que el crimen de Joseph es igual de malo al mío, es decir, ambos estábamos alejados de la realidad en el momento de cometerlo, sin embargo, el sexo es... no sé cómo describirlo ¡Pero sé que lo suyo es mil veces peor que lo mío!

¿A él le gustaría que mientras me está dando contra la pared yo gritara de un momento a otro "¡David, dame más!"? no, claro que no le gustaría y su orgullo de hombre lo alejaría de mí para siempre.

Bueno, el orgullo de mujer también existe.

Como soy una idiota no veo por donde voy y termino estrellándome contra la maleta de Joseph, la cual por desgracia está abierta y al caer un montón de cosas salen de esta, desparramándose por el suelo.

Después de gritar un par de veces y ver que en mi espinilla saldrá un muy feo moretón noto el desastre que hice y pienso en dejarlo ahí, castigo por lo que me hizo y también le enseñará a cerrar la maleta.

Pero no puedo porque así no me criaron, así que después de arrojar el sándwich completo al fregadero me pongo de rodillas y comienzo a recoger todo.

Se salió una caja de condones y quiero picarlos con una aguja para hacerle la travesura del siglo.

Una camisa también está en el suelo y la doblo mal para que se resienta cuando la vea toda arrugada.

Encuentro también el cuaderno donde estuvo haciendo cosas toda la noche, abierto a la mitad por la caída que tuvo y la tomo, esperando que las hojas se hayan doblado, pero nada me prepara para lo que encuentro cuando le doy la vuelta.

Justo donde cayó hay un dibujo precioso, cuyo estilo se me hace bastante familiar ¿Cómo no? Se parece a los dibujos de Caroline Forbes que salieron en The Vampire Diaries, sin embargo, la protagonista no es una rubia vampira, soy yo.

Joseph hizo los dibujos de The Vampire Diaries, me lo dijo, yo lo encontré hace años en un libro de facts y me lo probó mostrándome unos cuantos que sobrevivieron a las escenas y le permitieron quedárselos. El dibujo que veo tiene el mismo estilo, pero soy yo, no alguien parecido a mí, soy yo.

Por curiosidad giro las páginas y encuentro más dibujos míos, todos hechos a lápiz, a blanco y negro, con la misma cantidad de detalles tanto en mi rostro como en el fondo que le acompaña. En uno estoy viendo hacia una casa del árbol que me parece familiar, debe ser la de Gales. En otro dibujo parece que duermo, con una mano junto a mi rostro y el cabello cayendo sobre mi hombro, completamente relajada.

Sigue así, cada uno más hermoso que el anterior a pesar de que empecé a la mitad del cuaderno. Hay otro en donde estoy con Klaus, supongo que es reciente, otro en que estoy recostada sobre una nube con alas en mi espalda, completamente desnuda. Hasta ahora, mi favorito es uno donde estoy frente a la chimenea del departamento, con una taza de chocolate en la mano y un sweater a pesar de que nunca lo usaría en Los Ángeles por el calor que hace; él debió improvisar eso.

Roommates {Joseph Morgan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora