34 |¿Cómo pelear sin llorar?|

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—¡Más rápido, más rápido! —Le grito a David y como él no lo hace más rápido, termino golpeándolo en la espalda

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—¡Más rápido, más rápido! —Le grito a David y como él no lo hace más rápido, termino golpeándolo en la espalda. —¡Más rápido!

—¡Blair, deja al pobre en paz! —Me grita mi mami riéndose ¿por qué se ríe? No es divertido que David sea lento. —No te puede llevar más rápido, eres muy pesada.

David sigue pedaleando, pero no lo hace rápido como me gustaría. David tiene una bicicleta con un carrito en la parte de atrás, yo subo al carrito y él me lleva, pero lo hace muy lento y no me gusta.

Mi mamá se acerca y creo que me va a regañar porque fui una niña mala. No debí pegarle a David ¡Pero es muy lento!

—Nos vamos a donde tu abuelo. —Suelta y yo me bajo del carrito aplaudiendo.

Me gusta ir a visitar a mi abuelito, me divierto mucho ahí, así que voy con mi mami. Hoy estoy muy bonita, con mi overol rojo, mi camisa azul y mis dos colitas en la cabeza, así que mi abuelito me verá linda.

Cuando llegamos me saludan y me dan algo de comer, lo cual yo como muy feliz porque tengo hambre. Quiero un dulce, pero me da pena pedirlo, así que no lo hago.

Me quedo sentada en el sofá porque mi mamá me dice que me quede ahí, que sea niña buena y yo obedezco, pues si no lo hago me va a regañar y me asusta mamá cuando se enoja, me grita muy feo y a veces me lastima.

Me quedo quieta peinando mi muñeca. Tiene los ojos azules como los míos, un vestido rosa que quiero pintarle de otro color, pero mamá me dice que no porque lo arruinaré, así que yo le hago caso; mi muñeca tiene el cabello dorado como las mazorcas ¡Me encantan las mazorcas! Son muy deliciosas.

Quisiera tener el cabello como el de mi muñeca, pero no, el mío es castaño y no me gusta.

Frente a mí está Jorge jugando con un auto brillante que llama mi atención, no me gustan los autos ¡Pero me encanta el brillo que tiene!

Tomo el cepillo de mi muñeca, ahí llega otro niño con el cabello cubierto de algo extraño, usando pantalones raros y una camisa sucia. Se acerca a Jorge para tomar el auto brillante, pero entonces me ve y yo me siento rara.

No debí estar viendo hacia allá, debí ver hacia mi muñeca y nada más.

El niño se acerca a mí y me habla, pero mamá me dice que no debo hablar con extraños, así que no le contesto a pesar de que quiero porque es muy bonito, como mi juguete de Max Steele, el cual se perdió hace días.

Me pregunta mi nombre y yo no contesto, él me dice que se llama Steven. Tiene un nombre muy feo, pero yo no le digo eso porque me regañarían.

Me pregunta si no sé hablar, George le grita que yo practico para ser mimo, entonces yo quiero saber qué es eso.

"¡Hablas!" grita Steven feliz y mis mejillas arden ¿Por qué arden? No lo sé, pero empeora cuando él me dice que, si no le voy a decir mi nombre, él me pondrá uno nuevo y así podrá llamarme siempre.

Roommates {Joseph Morgan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora