Los ojos claros y cansados del viejo rey recorrieron su rostro, JungKook pudo encontrar compasión en ellos, aunque se veían determinados también. Se había puesto en manos del destino y esperaba que ese hombre detenga todo aquello, era el único que lo podía hacer realmente
—Te pareces a mi hijo. —Murmuró el hombre sosteniendo el látigo aún con una mano. —Él tampoco hubiese permitido que alguien tome su lugar, él nunca se hubiese ocultado detrás de un inocente. —Sonrió y agachándose frente a SeokJin, palmeó con cuidado su hombro izquierdo. —Te debo una disculpa, muchacho. —Susurró frente al chico que aún sangraba en la mejilla y labios. —Te enviaré médicos para eso. —Señaló las heridas en el rostro del chico y hizo una mueca. —Aunque es muy seguro que te queden feas heridas.
El rey se puso de pie y se dirigió hacia JungKook. —Estoy seguro que a GonYoo, mi hijo, le hubiese gustado que seas su amigo.
JungKook sonrió con tristeza al escucharlo. —Hubiese sido un placer, su majestad. —Agradeció con una venía.
—Definitivamente tu reino se ha ganado un maravilloso rey. —Exclamó en voz alta, pero JungKook negó de inmediato y señaló a SeokJin.
—De hecho, la corona no me pertenece. Los padres de SeokJin eran los verdaderos reyes... mis padres les arrebataron la corona. —Informó con desprecio en la voz cuando su padre se estremeció al escucharlo. —Le devolveré el reino a mi primo, es él quien realmente lo merece.
El rey Lee lo miró sorprendido, admirando la valentía y honestidad de aquel chico. —¿Estás seguro que este despreciable es tu verdadero padre? —Preguntó, sin embargo, no esperó respuesta alguna y agregó de inmediato. —De todas formas, me alegra saber que eres un hombre verdadero.
JungKook asintió y agachándose al lado de SeokJin, le ayudó a ponerse de pie.
—Voy a retirar a mis hombres en este momento. —Anunció alzando la voz para asegurarse que todos lo puedan oír. —¡La guerra ha acabado! —Exclamó y los soldados festejaron ante sus palabras, muchos de ellos silbaron y vitorearon al saber que todo había terminado.
El rey Jeon, padre de JungKook se giró para alejarse de ese lugar, pero el rey Lee lo detuvo. —Oh no, esto se ha terminado para mi gente y la tuya, pero tú y yo tenemos asuntos que solucionar. —Dijo mordaz.
Al oírlo, el padre de JungKook se acercó a él para sostenerse de su brazo, tambaleándose y lamentándose miró el rostro de su hijo, quien no había dejado de sostener a SeokJin y no hizo nada para sostenerlo a él.
—No me vas a abandonar ¿verdad? —Preguntó con la voz temblorosa al notar la lejanía en los ojos de su único hijo. —Soy tu padre ¡Tienes que luchar por mí!
JungKook sonrió de lado y miró el rostro del rey Lee. Quien negó con la cabeza al obtener su atención nuevamente. —Oh JungKook, me estoy retirando para no seguir acabando vidas inocentes, pero la vida de tu padre me pertenece. Él tomó la vida de mi hijo y yo tomaré la suya. —Dijo con los dientes apretados.
El joven Sultán lo tenía muy claro, él sentía pena, mucha pena por su padre, pero después de todo él se había convertido en un hombre justo. Él sabía el daño que su padre y su madre habían causado durante todos los años de su reinado.
También estaba seguro que la muerte del hijo del rey Lee había sido culpa de su madre, no de su padre. Estaba completamente seguro que todo eso lo había planeado ella y su padre solo había ejecutado sus decisiones. Es por eso que sentía pena, un hombre débil y sin carácter que ahora tendría que pagar las órdenes que había seguido ciegamente.
Nunca lo había visto tan débil y distante, su padre lo miró y se sorprendió cuando comenzó a llorar, él se arrodilló ante su hijo e imploró por su vida, pero fue SeokJin quien intentó agacharse para ponerlo de pie nuevamente.
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The Belly Dancer ❀ KookTae
Fanfiction"¿Por qué siempre quieres amar, a aquel quien siempre te hirió?" ⇢ › Favor de no resubir, ni adaptar, ni compartir, ni hacer pdf.