TaeHyung sonrió al ver el gesto en el rostro de su hermana. Narae no dejaba de golpear el piso de madera con un pie a modo de protesta, haciendo un pequeño berrinche, había estado alrededor de dos horas ensayando en el teatro de su casa de estudio y al parecer, había un paso de baile que no podía hacerlo bien.
—¡Ya! —La oyó gritar de frustración, ella se tendió en el piso con la respiración agitada y el cuerpo cansado. —No soy buena en esto, voy a abandonar el baile. Es un hecho. —Murmuró entre dientes. —Ahora mismo. Lo dejaré todo.
Su hermano menor sonrío con cariño, se sentó a su lado tratando de no utilizar su brazo izquierdo como apoyo, la herida que su padre le había hecho la noche anterior con un cigarro no había sanado, TaeHyung solo quiso defender a su madre y terminó con dos quemaduras en el brazo debido al cigarro. Narae no lo sabía y TaeHyung no quería que ella lo supiera.
—Esto es difícil, no me sale... abandonaré todo. —Dijo ella con drama, al notar a su hermano a su lado.
—Eres la persona más fuerte que conozco. —Expresó TaeHyung. —Si te dejas derrumbar, ¿en quién me refugiaría, Nana? Tú no eres débil, tú no abandonas las cosas cuando se vuelven complicadas ¿verdad? —Preguntó tomando la mano de su hermana con delicadeza.
—No, no abandonaré, mi amor. —Respondió sentándose en su lugar y admirando el bonito rostro de su hermano, las heridas habían sanado bien y las marcas no eran visibles, ella no quería que cada vez que su hermano se viera en un espejo, recordara los golpes que había recibido.
—Entonces, seguirás practicando ¿verdad? —Inquirió con la esperanza en los ojos, Narae asintió con la cabeza. —Te amo, Nana. —Dijo abrazándola con su brazo derecho.
—Cuando tengas novia, creo ya no me dirás eso. —Bromeó riendo, viendo como las mejillas de TaeHyung adoptaron un curioso color granate.
—Y-Yo... yo no... —Tartamudeó bajando la cabeza, sintiéndose tímido ante la idea.
—Estoy jugando cariño, sé que, aunque te enamores algún día no te olvidarías de tu familia. —Calmó abrazándolo, TaeHyung intentó reprimir una queja de dolor, pero Narae pudo escucharlo. —¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Preguntó alarmada, separándose de él para revisarlo.
TaeHyung le regaló una suave sonrisa. —Nada Nana, sólo que eres muy fuerte. —Mintió. Narae entrecerró sus ojos al no creerle, había aprendido a reconocer cuando TaeHyung trataba de evitar un tema mintiendo. Suspiró, no era el momento ni el lugar para preguntar, por lo que decidió que aceptaría las palabras de TaeHyung por el momento. —Estoy bien, Nana. —Insistió.
—Sé cariño, que tú siempre dices estar bien. —Narae acarició con las yemas de sus dedos la mejilla de su hermanito. —Pero mi amor, a veces está bien decir que no lo estás, está bien ser débil a veces. —Susurró.
TaeHyung bajó la mirada sintiendo un nudo en la garganta. —Nana, estoy bien. —Logró decir con la voz temblorosa.
—Te amo, TaeTae. —Le dijo besando su mejilla.
—Yo también te amo, Nana. —Respondió TaeHyung sonriendo.
—Creo que ensayaré un rato más, tú deberías ir a casa. —Comentó insegura, poniéndose de pie, TaeHyung la imitó con lentitud. Narae notó sus movimientos rígidos, definitivamente debía hablar con su hermano en casa.
Narae no suena muy segura de ello, pero antes que cambie de parecer, el amigo de TaeHyung se acerca a ellos con una enorme sonrisa en el rostro.
—¡Hola, TaeTae! —Saludó el amigo de su hermano apareciendo casi de la nada, con una enorme sonrisa en el rostro abrazó a TaeHyung por la espalda.
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The Belly Dancer ❀ KookTae
Fiksi Penggemar"¿Por qué siempre quieres amar, a aquel quien siempre te hirió?" ⇢ › Favor de no resubir, ni adaptar, ni compartir, ni hacer pdf.