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—¡No estábamos robando! —TaeHyung gritó ante la falsa acusación de ese extraño hombre, se colocó delante de Yang Mi y con los puños firmemente apretados, se preparó para pelear.

—¿¡Entonces que hacen a estas horas en mis tierras!? —Exigió saber el extraño dando largos pasos hacia los dos pequeños, una vez cerca se dio cuenta que solo se trataba de unos niños asustados que parecían estar perdidos.

—N-Nos íbamos a casa—. Tartamudeó TaeHyung con miedo, sin moverse de su lugar aun cuando el extraño está a centímetros delante de él, aquel hombre era extremadamente alto.

—Pero TaeTae, no tenemos a donde ir... —Susurró Yang Mi detrás de él, sin embargo, el desconocido logró escucharla.

El hombre alto y musculoso se llevó una mano por sobre sus cabellos purpuras, decidiendo que hacer.

—Calla Mimi, sólo debemos dejar que nos deje ir sin que nos haga daño, ya veremos donde pasar la noche—. Respondió TaeHyung en otro susurro, el desconocido logró oírlo perfección también.

—Son conscientes que no saben hablar en susurros, ¿cierto? —Observó levantando una ceja, relajando su posición y abandonando su actitud amenazadora.

—P-Por favor... no hemos tocado nada... solo déjenos ir—. Yang Mi pidió en voz bajita, aun escondida detrás de TaeHyung.

—¿Cuáles son sus nombres? —Interrogó el mayor suavizando su voz y dando dos pasos hacia atrás, intentando asustar lo menos posible a los pequeños.

—¿Por qué quieres saber eso? ¿Piensas pedir rescate por nosotros, acaso? —Respondió TaeHyung desconfiando de su cambio de actitud.

—Mira mocoso, si tú no quie-

—Yo soy YangMi y él es TaeHyung, por favor no nos haga nada—. Rogó la pequeña aferrándose a la túnica negra de su amigo.

—Bien, yo soy NamJoon—. Se presentó de manera torpe, aun así, Yang Mi asintió y tiró de la capucha de TaeHyung, dejando ver su maltratada carita llena de heridas y sangre y su horrible corte de cabello.

—¡Ya! ¡Mimi! —TaeHyung se giró con rapidez sintiéndose avergonzado, intentó cubrirse nuevamente con la vieja capucha. —No hagas eso, estoy muy feo—. Dijo con un puchero en sus labios.

—Él necesita medicina y descansar, por favor, por esta noche, déjenos quedar junto al río—. Siguió pidiendo ella abandonando su escondite y juntando sus manos en súplica. —No tomaremos comida alguna, sólo un poco de medicina y un lugar seguro para él.

—Mimi—. TaeHyung intentó callarla, él no quería quedarse.

—Yo puedo buscar alguna fruta para que coma, TaeHyung. Usted necesita descansar en un lugar seguro y dejar que todas esas heridas sanen—. Yang Mi habla con rapidez, TaeHyung refuta y al parecer ambos se han olvidado de la imponente presencia de NamJoon.

—Los dos se callan—. Ordenó el extraño en voz alta llamando su atención, ambos jóvenes se giraron para mirarlo de inmediato. —¿Qué te pasó en la cara? —Preguntó mirando directamente al rostro de TaeHyung, quien bajó la mirada tratando de ocultarse.

—Es que su padre es un hombre idiota, señor—. Yang Mi alegó al notar el silencio de TaeHyung, aunque recibiendo un ligero golpe en las costillas por parte del menor. —¿Qué? Es cierto.

—No lo llames así...

—¿Tu padre te hizo eso? —Preguntó NamJoon notablemente sorprendido, se acercó a ellos y con una mano levantó el mentón de TaeHyung.

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora