The Belly Dancer ❀ KookTae

008

—Esto es ridículo, haces berrinche para venir a la universidad y nos obligas a nosotros a venir contigo, para que luego no entres a ninguna clase ¿Es una mala broma acaso? —YoonGi exclamó de mal de humor cuando halló a JungKook sentado en las escaleras del campus de la casa de estudio, el Sultán estaba concentrando viendo a un grupo de chicas danzar.

—Si he entrado a clases, sólo hoy me salté una, hyung—. Se defendió sin mirarlo.

YoonGi chasqueó la lengua al escuchar su respuesta. Miró al grupo de chicas y sonrío al verlas intentar lo que parece ser un nuevo movimiento de baile. Aunque pudo notar que muchas de ellas estaban nerviosas, él simplemente no sabía por qué.

—¿Estás buscando una esposa? —Cuestionó con una sonrisa burlona.

JungKook se encogió de hombros al escucharlo. Él no estaba interesado en ninguna de ellas. —Claro que no, eso es absurdo. —Negó poniéndose de pie. —Sólo pienso que es divertido verlas hacer el ridículo. —Comentó para luego alejarse de su primo sin esperar algún comentario de vuelta.

Dejó atrás a YoonGi y salió del área del campus, algunos jóvenes murmuraron al verlo pasar. JungKook hizo caso omiso de los ojos curiosos que se posaron en él, desde el primer día había dejado en claro que no quería relacionarse con nadie y no todos podían hablar con él. Algunos lo habían intentado, él simplemente había hecho oídos sordos y fingió que esa persona que se había atrevido a hablarle no existía.

Aun así, no había impedimento para que muchas de sus compañeras de clases lo admiraran de lejos sin perder la esperanza que el joven Sultán se fijara en ellas. Algunas habían intentado probar suerte atrayendo su mirada al llevar algunas prendas un poco más reveladoras, JungKook no le interesó, sin embargo. Se limitó a observar sus ojos y al darse cuenta que no eran los ojos que buscaba, simplemente las descartaba de inmediato.

A lo lejos divisó a SeokJin, quien estaba junto a una chica de larga cabellera castaña y ambos estaban conversando entretenidamente. Se acercó a ellos con grandes zancadas.

—SeokJin—. Dijo saludando con el rostro serio. Su primo frunció el ceño al verlo, creía que se había vuelto a saltar las clases y estaría en el palacio.

—Hola, joven sultán—. Saludó ella con una suave sonrisa, este mira sus ojos atentamente, se parecen demasiado, pensó.

—¿Cuál es tu nombre? —Cuestionó sombríamente.

—Narae—. Respondió la joven alzando una ceja, notando la falta de tacto del futuro rey.

—¿No deberías estar en clases? —Jin preguntó cauteloso, JungKook no se acercaba a él en público sin un interés de por medio.

—¿No deberías estar tú en clase, hyung? —Respondió JungKook sin dejar de mirar a Narae, quien ya no le prestaba atención, entretenida de buscar algo en su morral. —¿Cuántos años tienes Narae?

Jin abrió los ojos, sorprendido ante lo intempestivamente directo que era JungKook, sin embargo, Narae respondió con una sonrisa amable.

—Dentro de poco cumpliré diecinueve años. —Respondió encogiéndose de hombros. — ¿Y usted, cuantos años tiene? —Cuestionó con el mismo tono de voz empleado por el Sultán, pero JungKook la mira avergonzado, él había cumplido dieciocho algunos meses atrás, por lo que era menor que ella.

—No te importa.

—¡JungKook! —Exclamó Jin avergonzado del comportamiento de su primo.

—Ya me voy—. Anunció desinteresado de la conversación, ella no es a quien él busca —Jin hyung, luego vas a mi habitación. —Ordenó y se retiró cuando Jin intentó regañarlo por su actitud.