The Belly Dancer ❀ KookTae

074

He reescrito el capítulo unas tres veces para no ser tan gráfica, aún así espero puedan considerar esto cómo una advertencia.

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—¡Mamá!—TaeHyung intentó correr hasta su madre, sin embargo JungKook lo retuvo del brazo para impedir acercarse a ella. —¡Mam-mita!

—Espera, TaeHyung. —Pidió JungKook mirando atento a la mujer sobre la cama, ella se notaba evidentemente enferma y había comenzado a toser con fuerza contra un pañuelo blanco. —Señora ¿ha visto a un médico? —Preguntó inseguro al notar las condiciones precarias en las que los padres de su pequeño vivían.

—Ha venido un médico. —Intervino Narae rodeando la cama para alcanzarle un vaso con agua. —Pero me he enterado recién que estaba mal. HoSeok trajo al médico y él dijo... —Su hermana miró hacia TaeHyung y se mordió el labio antes de continuar. —Mamá tiene tuberculosis y la medicina ya no le está haciendo efecto alguno.

TaeHyung insistió en liberarse para encontrarse con su madre, pero JungKook lo tuvo que abrazar por la espalda para retenerlo en su lugar.

—Es mejor que no te acerques TaeHyung, la tuberculosis es muy contagiosa y tú estás con las defensas bajas. No te puedes acercar a ella. —HoSeok intentó explicarle, pero TaeHyung rompió en llanto al escucharlo. Se giró en su lugar y hundió el rostro contra el pecho de JungKook, quien pensó rápidamente que era lo que debería hacer.

Narae recibió el vaso vacío de entre las manos de su madre para volver a colocarlo sobre la mesita de noche. —Mamás ¿has comido algo? —Preguntó, pero su madre desvió la mirada hacia la puerta bajando la cabeza.

Los jóvenes en aquella habitación se giraron para mirar al patriarca de la casa, el viejo hombre miró a su hijo con el ceño fruncido al notar como el menor se aferraba con fuerza a otro hombre.

—Váyanse de mi casa. —Exigió apretando los dientes con los ojos fijos en su hijo menor. —¡Ustedes no son bienvenidos aquí! —Exclamó.

—Mamá nos necesita, papá—. Dijo Narae molesta por cómo su padre observaba a su pequeño hermano. —Si nos vamos de aquí, ella vendrá con nosotros.

—Narae... Narae no... —Intentó decir su madre, pero nuevamente la tos la invadió y alejó a su hija suavemente.

—Mamá, calma. No nos iremos sin ti mamá. —Narae intentó tranquilizarla, sin embargo, su madre volvió a alejarla.

—Es mejor que se vayan. —Dijo con pesar observando como TaeHyung volteaba el rostro para intentar mirarla.

—V-ven con n-nosotros mami... —Pidió él en una voz muy bajita y suave.

Aquello pareció hacer enojar a su padre, verse tan frágil entre los brazos de aquel chico. Se acercó a ellos dispuesto a separarlos y en cuanto estira el brazo, fue JungKook quien levantó la mano para detenerlo.

—Atrévase a tocarlo. —Retó entre dientes mirándolo directamente a los ojos. —Adelante, atrévase si quiera poner una mano encima de TaeHyung. —Desafió. —Y juro que no me detendré para protegerlo. Juro señor Kim, que será lo último que haga. —Amenazó.

—Váyanse de mi casa. Los maricones no son bienvenidos aquí. —Enfureció apretando los puños.

Narae insistió a su madre, sin embargo, ella se negó a dejar el lado de su esposo, balbuceó algunas palabras y les pidió a sus hijos permitirle descansar. TaeHyung deseaba tanto abrazarla, pero ninguno en aquella habitación se lo permitió.