No sabía si salir a ayudarlo, limitándose de verlo detrás de un árbol y escuchando como el joven Sultán se quejaba en voz alta, con una mano se sostenía el hombro y con la otra intentaba impulsarse para ponerse de pie. JungKook había caído de su caballo cuando el animal vio una serpiente y se asustó lanzándolo de su lomo, el caballo huyó despavorido dejando atrás a su herido jinete.
TaeHyung lo vio ponerse de pie y tambalearse en su lugar, el Sultán estaba desorientado y parecía no entender que estaba sucediendo, buscaba a su alrededor con torpeza sin saber por donde ir. El menor pudo notar un hilo de sangre bajar entre sus cabellos por su mejilla y perderse entre sus ropas, por lo que temió que tal vez se hubiese roto la cabeza en su caída.
«Si no lo ayudo, no estará bien... no podrá llegar a casa», pensó aferrándose al árbol, sus manos apretaron su agarre dañándose los dedos, sin embargo, estaba tan concentrado en el joven herido que no notó el daño que estaba haciéndose en sus manos.
Sus ojos miel siguieron al joven Sultán de un lado a otro. —Caballo cobarde—. Lo escuchó renegar apoyándose contra un tronco seco, su mano aún sostenía su hombro con fuerza e ignoraba la presencia de TaeHyung quien vigilaba sus movimientos torpes y lentos. —¡Mierda! —Lo oyó exclamar para luego verlo caer en la hierba y quedarse quieto en el lugar, quejándose en voz baja.
TaeHyung esperó unos minutos más antes de salir y acercarse, preocupado porque el Sultán no había intentado ponerse de pie nuevamente y tampoco estaba quejándose. Corrió hacia él olvidando por completo que llevaba puesto un largo vestido blanco de voluminosa falda. Se había vestido de esa manera probándose los vestidos que Ara le había regalado, ninguno en la pequeña cabaña le había hecho algún comentario hiriente sobre su ropa y, por el contrario, lo habían halagado diciendo lo bonito que se veía, por lo que había querido ir a la cabaña de Hoseok para que él viera su bonito vestido. Pensó ir por el bosque donde estaría seguro de no encontrarse con alguna persona que lo pudiera lastimar y confiaba en saber como librarse de los animales salvajes.
—¿Está bien, señor? —Preguntó agachándose donde el Sultán estaba tumbado con los ojos cerrados, aunque parecía estar inconsciente, TaeHyung siguió preguntando. —¿Se ha lastimado mucho? —Preguntó viendo con detalle el rostro del mayor, notando que la sangre ya no fluía y se estaba secando por el camino que había hecho en su mejilla. —Debe regresar a su palacio para que un médico lo vea, su majestad. —Dijo decidiendo ponerse de pie, sin embargo, la mano de JungKook lo sujetó de la muñeca y tiró de él con fuerza contra su cuerpo.
—TaeHee, princesa... has venido a ayudarme—. Susurró con una sonrisa en el rostro, sus ojos trataron de enfocarla sin éxito. Estiró la mano y acarició su nuca y sus cabellos cortos con delicadeza. —Te has cortado el cabello... —Masculló reprimiendo un suspiro, sus costillas dolían por la caída. —Me gusta... te ves muy hermosa, mi bonita princesa... —Su mano cayó a un lado y se desmayó tendido sobre la tierra, con TaeHyung observándolo de cerca.
El joven de ojos miel esperó unos segundos más, observando el semblante pálido de JungKook. No había tenido la oportunidad de verlo tan de cerca y calmado, su rostro le gustaba, varonil y pacífico, simplemente le gustaba mucho. Sabía que el joven frente a él también era dulce y sublime, lo había demostrado varias veces cuando lo encontraba vestido de mujer, pero no podía evitar sentirse intimidado en su presencia también.
Con cuidado colocó la palma de la mano en la mejilla de JungKook y notó que estaba frío, pronto anochecería y no había manera que pudiera llevarlo antes de que oscurezca al palacio. Además, debía de admitir que le tenía miedo a la oscuridad.
Apoyó la oreja contra el pecho del sultán y oyó los débiles latidos de su corazón, asustado se separó de él y decidió buscar como abrigarlo antes de que anochezca.
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The Belly Dancer ❀ KookTae
Fanfiction"¿Por qué siempre quieres amar, a aquel quien siempre te hirió?" ⇢ › Favor de no resubir, ni adaptar, ni compartir, ni hacer pdf.