The Belly Dancer ❀ KookTae

043

Su padre lo observó con el ceño fruncido sentado detrás de su escritorio, las palabras de su hijo parecían una locura y su mirada fría delataba que estaba a punto de golpear a su hijo por decir aquellas. Su hijo había pasado la noche entera despierto pensando en lo que deberá hacer y había decido por comenzar a decir la verdad.

—No te entiendo, JungKook. —Dijo el hombre sin quitar su mirada. JungKook estaba decidido a no retroceder ante él, era la segunda vez que se enfrentaba a su padre, la primera vez fue por ayudar a TaeHyung aquella vez que conoció a los padres del joven. Su primer encuentro no ayudó en nada a TaeHyung y esperaba que esta vez pueda hacer las cosa correctamente.

—Para asumir el trono, debo hablar antes con SeokJin. —Respondió con la mandíbula apretada. Su padre alzó una ceja, evidentemente enojado.

—¿De qué quieres hablar con él? —Cuestionó reclinándose sobre la enorme silla en su estudio.

JungKook suspiró y levantando el mentón, dijo. —De lo que realmente pasó con sus padres. —Su voz sonó desafiante.

Su padre se puso de pie y rodeó el escritorio, JungKook esperó paciente y en silencio. El rey tomó un puro y lo encendió, tomándose un tiempo para volver a observar a su hijo. —No hay de que hablar con él, JungKook. —Gruñó para luego regresar a su asiento.

JungKook dio un paso hacia adelante, y con firmeza, continuó diciendo. —Claro que lo hay, hay mucho que hablar con él. No puedo asumir el trono si él no sabe la verdad.

—¿Qué verdad, JungKook? ¿De qué verdad me estás hablando? —Cuestionó con el rostro rojizo. —Él sabe todo lo que tiene que saber, no necesitas hablar con tu primo de nada más.

—Si lo hay. Yo no puedo llevar la corona si él no sabe que sus pa-

—¡Silencio! —Vociferó el rey golpeando la mesa frente a él. —Es mejor que cierres la boca y obedezcas si no quieres que te castigue, Jeon JungKook. —Amenazó señalándolo con un dedo. —Tú eres el futuro rey, este es tu trono y tu corona, no voy a permitir que arruines todo tu futuro abriendo la boca para decir mentiras absurdas y mucho menos a quién menos debes.

Su rostro distorsionado por la furia le hizo retroceder, aún recordaba los pocos castigos que su padre le impuso cuando era niño, no quería volver a recibirlos.

—Mi intención no es faltarle al respeto, padre. Ni a usted ni a mi madre, y mucho menos a todo el esfuerzo que ustedes han hecho en todo este tiempo. —Se disculpó bajando la cabeza, pensando bien sus palabras. —Nunca he querido eso, pero SeokJin necesita saber lo sucedido, él necesita tener un voto también.

—Él no necesita nada. Es suficiente con que él sepa que sus padres murieron en una trágica visita al reino exterior y eso es todo ¡No hay más! —Golpeó la mesa con más fuerza botando algunas cosas por el violento movimiento.

JungKook se estremeció ante su golpe, observó a su padre con el ceño fruncido. El rey era un hombre viejo de duro rostro, muy pocas veces lo ha vio sonreír y siempre infundía miedo en quien lo mirase y JungKook debía admitir, que él no era la excepción. A su padre nunca le había temblado la mano para ejecutar a algún hombre que lo haya traicionado o desobedecido, JungKook había decidido ignorar las ejecuciones ordenadas por su padre, él había decidido nunca recurrir a ello.

—Sus padres fueron asesinados. —Se atrevió a decir luego de unos segundos.

Los ojos del rey se oscurecieron y dejando el puro sobre el cenicero, se puso de pie en toda su altura, sus manos formaron puños a sus costados. —Eres mi hijo y sólo porque eres mi hijo no te ejecutaré por si quiera insinuar aquello. —Dijo con los dientes apretados.