Dame el honor de poder llamarte mi esposo

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—Si no quitas ese pucherito, me veré en la obligación de morderte, príncipe. —Amenazó JungKook cuando estiró la mano para ayudar a TaeHyung bajar de la carroza con delicadeza. El pequeño chico no había parado de quejarse por haber dejado a su bebé en el castillo y no haberlo traído consigo.

—Eres cruel, J-jungKookie. —Murmuró alejando su toque en un claro gesto de una rabieta. Sin embargo, se detuvo abruptamente al alzar la mirada y ver las velas prendidas dentro de la cabaña. Sostuvo el brazo de JungKook con fuerza dejándose ver inseguro de seguir avanzando.

JungKook notó el nerviosismo de TaeHyung y como este se escondió detrás de él con miedo en el rostro, seguramente pensando que algún desconocido se habría infiltrado en su hogar. —Tranquilo mi niño bonito, son los sirvientes del palacio. Les he pedido que me ayuden a darte una sorpresa. —Confesó girándose para observar el rostro de TaeHyung, quien dejó de esconderse al escucharlo.

—¿Sorpresa? —Preguntó ladeando la cabeza, con la curiosidad llenando ahora su pequeña carita. JungKook besó sus labios brevemente antes de asentir. —¿Qué e-es?

—Oh no te puedo decir, de lo contrario dejaría de ser sorpresa. —Respondió y TaeHyung lo volvió a empujar suavemente. —Oh, ese pucherito bello nuevamente apareció. —JungKook se inclinó a su altura, y aunque TaeHyung tenía el ceño fruncido, no se alejó cuando JungKook le robó un profundo beso.

Ambos entraron en la cabaña y observaron su mesa de madera con un elegante mantel y mucha comida encima, mientras algunos pétalos de rosas rojas y velas escarlatas estaban esparcidos por el piso sobre pequeñas láminas de loza para evitar cualquier incidente con el fuego.

TaeHyung se sonrojó al observar su hogar, su agarre se afirmó al brazo de JungKook, quien se detuvo para inclinarse y alzarlo entre sus brazos. Quitándose los zapatos en la entrada para caminar hasta el centro del comedor por el sendero marcado sólo con los pétalos

—Sé que aún piensas que no lo mereces y que no te ves cómo antes. —Comenzó a decir luego de volver a colocarlo sobre el piso de madera y tomar la bolsa de papel que había metido en su morral antes de bajar del carruaje. —Pero si necesito decirlo día a día, en cada amanecer y anochecer para que no dudes más... si realmente debo hacerlo, lo haré. Te recordaré siempre lo maravilloso que eres... —Extendió el paquete de papel hacia su pareja y continuó diciendo. —Nada me haría más feliz, que puedas volver a disfrutar de ti mismo, de lo que te gusta, deseo verte jugar, bailar... quiero verte vivir plenamente conmigo, con nuestro bebé...

—C-cada vez que dices nuestro bebé... y-yo... yo me siento m-muy cálido, JungKookie... —Confesó TaeHyung sonriendo suavemente, tomando la bolsa de papel que JungKook le entregaba.

—Es así. Es nuestro bebé y le daremos todo lo que Ara y NamJoon quisieron darle. —Se agachó para besar sus labios, aquella pequeña manía se manifestaba cuando tenía a TaeHyung tan cerca y con una bonita sonrisa en los labios. —Te amo. —Murmuró volviendo a besar sus labios para luego separarse con una sonrisa en el rostro. —Por favor, pruébate lo que he preparado para ti, sólo por hoy... por favor.

TaeHyung asintió hipnotizado ante la grave voz de JungKook en aquellos momentos. Abrazó la bolsa de papel contra su pecho y se dejó guiar hasta su habitación, JungKook cerró la puerta para impedirse así mismo de volver a perderse en sus labios y volvió hacia la mesa para tomar sus cosas y cambiarse en uno de los baños de la cabaña.

Mientras su pequeño novio caminó hasta la cama y dejó la bolsa de papel sobre esta, se llevó una mano a los labios y con incertidumbre, desenvolvió lo que había dentro de la bolsa.

Una tela dorada con filos rojos y negros se dejó ver a medida que iba desenvolviendo la bolsa de papel, era un vestido largo hasta los tobillos de una sola pieza, la tela era de un dorado muy intenso con bordados a mano en filos de oro rojo y pequeñas aplicaciones negras en los lugares precisos para acentuar la belleza de la prenda, una fina cadena dorada envolvía la cintura del vestido de mangas cortas y él supo que fue hecho de aquella manera para que pueda vestirse sin ayuda

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora