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Narae entrecerró los ojos al oír el relato y la pregunta de SeokJin, frunciendo el ceño negó con la cabeza. —No SeokJin. No estoy de acuerdo con ello. —Se cruzó de brazos reforzando su posición. —Y cuando digo no es no.

Jin colocó sus manos a modo de súplica para continuar insistiendo. —Pero Narae, es mandato de la reina. —Dijo y empezó a seguir el paso apresurado de su amiga cuando ella empezó a caminar.

—¡Es peligroso, SeokJin! —Exclamó ella parándose abruptamente frente a él.

Jin tuvo que detenerse también antes de chocarse contra ella. —¿Peligroso? ¿Por qué? —Preguntó con curiosidad.

—Papá no quiere que TaeTae... si ella baila ante todo el reino, entonces... —Divagó sin responderle. —Mi mundo se acaba si algo le sucede...

—¿Tu padre no le permite bailar? —Preguntó, Jin realmente enredado de la situación. —Pero tú bailas, Narae ¿Por qué se molestaría si tu hermanita pequeña baila también?

Narae suspiró alzando el rostro, mirándolo directamente a los ojos, tomó a Jin por las mejillas para susurrar. —Es diferente con ella, SeokJin.

El mayor se sonrojó al sentir las cálidas manos de Narae. Cerró los ojos disfrutando por el breve tacto, sin embargo, Narae deshizo el agarre casi de inmediato.

La joven acomodó su morral sobre su hombro y con una pequeña inclinación con la cabeza, dejó a Jin atrás para apresurarse a salir de la casa de estudios a paso rápido. Caminó distraída aun inmersa en la propuesta de su amigo, no entendiendo porque era necesario que TaeHee bailara en la ceremonia, sin percatarse, terminó golpeando a un joven que se cruzó por su camino.

—Eh, ten cuidado—. Se quejó el muchacho con una ligera molestia en la voz.

—Oh, lo siento muchísimo—. Se disculpó de inmediato, haciendo una venía con timidez.

El joven le sonrió sutilmente al ver el semblante sonrojado de Narae, ella lo miró nerviosa y tartamudeó al momento de hablar cuando él se aproximó más a su cuerpo.

—No te preocupes—. La interrumpió tomando un mechón de cabello y colocándolo detrás de su oreja. —No hay problema si una jovencita tan bonita como tú, vuelve a golpearme—. Halagó acercándose a tan delicado rostro.

—E-En serio lo siento m-mucho, yo-

Narae se vio acorralada ante la cercanía, retrocedió incómoda cuando la voz de Jin se hizo presente. —Narae ¿está todo bien? —Preguntó preocupado. El joven se apartó de prisa al escucharlo, miró a Jin con una sonrisa ladina y una ceja levantada.

—Eh... sí... todo está bien, Jin... —Respondió Narae bajando la mirada.

—Todo bien, Jin—. También contestó el desconocido con una voz burlona, quien desvió la mirada nuevamente sobre Narae, sus grandes ojos negros se fijaron en ella. —Soy KyungJae, por cierto—. Se presentó inclinándose ante ella.

—N-Narae... soy Narae—. Respondió ruborizándose mucho más ante su tacto. Era un poco extraño que alguien se comporte tan galante y risueño con ella, su sonrisa varonil llamó su atención casi de inmediato.

—Mucho gusto, Narae—. KyungJae intentó tomar su mano, pero Jin se interpuso entre ellos colocándose frente a su amiga.

—Debemos irnos—. Dijo fingiendo no darse cuenta que estaba interrumpiendo.

Narae frunció el ceño al anotar su comportamiento extraño. —No es muy tarde aún. —Comentó.

—Yo creo que lo es. Vamos, te acompañaré a tu casa—. Insistió Jin tomándola del brazo sin hacer presión, Narae se soltó su agarre en silencio y asintió con la cabeza, no quería discutir, mucho menos con SeokJin.

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora