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—¡No! —JungKook gritó sentándose sobre la cama, su visión borrosa no le permitía ver dónde estaba o si había alguien con él. Su respiración agotada le impidió calmarse para analizar la situación, hasta que escuchó la puerta abrirse y giró el rostro para ver quien es. Por la forma de su cuerpo, supo que era SeokJin.

—Despertaste—. Dijo su primo mayor sentándose a su lado y colocando el dorso de su mano sobre su frente. —La fiebre te ha bajado. —Sonrió, la visión de JungKook se aclaraba poco a poco mientras regularizaba su respiración.

—¿Dónde estoy? —Preguntó con temor, viendo todo a su alrededor.

—Es la habitación de YoonGi, no pude dejarte en mi habitación porque ahí está Narae y- Oye, espera ¿A dónde crees que vas? —Jin se apresuró a retenerlo en su lugar sobre la cama, pero JungKook insistió en bajar de ella. —Debes descansar.

—No. Tengo que verla, Jin. —Dijo con desespero, sin embargo, Jin lo empujó con fuerza logrando tumbarlo sobre la cama.

—¿Ver a quién? —Cuestionó con el rostro preocupado.

—A mi madre. Debo hablar con ella. —Respondió y JungKook observó cómo su rostro se ensombreció al escucharlo. —¿Dónde está? Necesito verla.

Jin se puso de pie nervioso, observó a través de la enorme ventana, luego de largos segundos, preguntó. —¿No recuerdas, JungKook-ah? —El menor frunció el ceño y negó con la cabeza. —¿Qué es lo último que recuerdas, JungKook? —Cuestionó sin atreverse a acercarse a la cama.

JungKook recordaba haber sostenido a Taeyang entre sus brazos, el temor de soltarlo le había hecho sostener al bebé con sumo cuidado, luego de ello, una imagen negra se instalaba en su mente bloqueando sus recuerdos. Negó con la cabeza nuevamente.

—Ay, JungKook...

El mayor quería explicarle lo sucedido, pero no sabía por dónde empezar. Sintiendo como un nudo crecía en su garganta, volvió su mirada hacia las ventanas, afuera la bandera a media asta revelaba que el reino estaba de luto. ¿Cómo podría explicarle lo que había hecho?

—¡TaeHyung! —Exclamó de pronto JungKook asustando a Jin. —¿¡Dónde está TaeHyung, SeokJin!? —Preguntó volviendo a sentarse sobre la cama. Las lágrimas comenzaron a asomarse nuevamente. —Y-yo... yo lo vi lleno de s-sangre, Jin... ¿dónde e-está? —Su cuerpo tembló al recordar con claridad la imagen de TaeHyung con una herida sangrante. Intentó ponerse de pie, pero cayó sonoramente al piso, lastimándose.

—Él está en la primera planta JungKook. Está siendo cuidado por los médicos y sus amigos... —Explicó Jin, sosteniéndolo contra su cuerpo para volver a sentarlo sobre la cama.

JungKook escuchó atento rememorando la imagen de TaeHyung sobre el piso, su pequeño cuerpo perdiendo sangre de su abdomen bajo, la herida abierta en su garganta y su madre...

Él la había visto sosteniendo la daga, dispuesta volver a hundir el arma en el pequeño chico frente a ella. La ropa de su madre llena de sangre lo enloqueció. ¿Toda esa sangre era de TaeHyung? ¿Ella realmente lo había asesinado?

—Quiero verlo. Dónde está... quiero verlo... —Exigió volviendo a forcejear con su primo.

—No. Ahora no puedes. Él no está permitido de recibir visitas por el momento. —Jin intentó explicarle desesperadamente, mientras hacía presión sobre JungKook sin lastimarlo más. —Debes descansar también.

—Él está... él está vivo ¿verdad? —Preguntó mirando los ojos brillantes de Jin, queriendo examinar sus gestos a detalle cuando él respondiera para saber si realmente estaba diciendo la verdad.

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora