063

6.7K 1K 303
                                    



Aviso de capítulo dulce  (creo) en medio de toda esta tempestad.






Minho revisó rápidamente a Narae, intentando no tocarla y haciendo caso omiso de los hilos de sangre que corrían entre sus muslos internos, se aseguró que sólo estaba inconsciente y que respiraba, lentamente, pero la muchacha seguía respirando y eso era lo más importante.

Se puso de pie y rodeó a JungKook y al chico en el piso, a simple vista se veía realmente mal, aunque él estaba consciente y luchaba por hablar. Se arrodilló a un lado y estiró la mano derecha para intentar ver debajo de la tela en su cuello, quería saber si seguía sangrando o con suerte la sangre se había coagulado impidiendo que se desangrase en ese sucio lugar, pero la mano fuerte de JungKook lo tomó de sorpresa del cuello, apartándolo del chico y casi asfixiándolo.

Sus manos se alejaron del chico y sostuvieron las fuertes y calientes manos del contrario.

—No lo toques. —Advirtió el Sultán, sus ojos negros lo veían con amenaza, dispuesto a apretar lo suficiente y romper sus huesos de su cuello, aunque aquello no logró asustarlo. Él sabía que aquel muchacho era importante para el hombre, él le había dicho que debían buscar a su familia y lo único que estaba haciendo en ese momento era protegerlo.

Minho lo comprendía y sería cuidadoso porque él quería ayudarlos.

—D-ebemos revisar su he-erida—. Habló con dificultad aún con la tosca mano aferrada a su garganta, sosteniéndole la mirada, continuó diciendo. —Señor, d-debemos ver s-si el chico est-tá bien...

JungKook no respondió, perdido en el dolor que se asentaba y perforaba en su pecho, totalmente impotente ante el temor de tocarlo y lastimarlo más. Sus pensamientos torturándolo más aún cuando estaba en el campo de batalla rodeado de enemigos.

Entonces, los quejidos de dolor de TaeHyung se escucharon haciendo eco en el lugar.

JungKook soltó de inmediato a Minho para centrar toda su atención en TaeHyung, quien parecía querer sentarse, pero no podía hacerlo.

—Debemos girarlo—. Murmuró Minho dándose cuenta de lo que sucedía con el pequeño chico. —Su majestad, debemos ayudarle. —Insistió colocando sus manos detrás de su espalda para ayudarle a ponerse de lado, la tela cayó del cuello de TaeHyung, pero la sangre ya se había detenido.

JungKook no escuchaba a Minho, sus oídos y demás sentidos enfocados en TaeHyung y en su intento de querer vomitar. Las arcadas de su cuerpo le hacían llorar y sólo un líquido amarillo y un poco rojizo fue lo que expulsó.

Sus prendas rotas dejaron su piel maltratada al descubierto y JungKook se apresuró a cubrirlo quitándose la parte superior de sus prendas.

—Estoy aquí, príncipe. Estoy aquí, no tengas miedo por favor... —Su voz se oyó débil y él no pudo evitar sollozar cuando TaeHyung nuevamente se desplomó en su lugar, sin importarle seguir ensuciándose.

Cuando Jungook notó que los ojos miel de TaeHyung comenzaron a cerrarse fue cuando él realmente reaccionó y decidió sacarlo de ese lugar.

—No, mi amor. No te duermas ¿sí? Estoy aquí, no te duermas—. Sollozó mientras pasaba cuidadosamente sus brazos por debajo del cuerpo maltrecho de su amante. —No te duermas, no lo hagas por favor...

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora