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Bien, deseo leer sus comentarios sobre la historia por favor, me siento insegura sobre ella y no sé si lo estoy haciendo bien. Por lo que, por favor díganme que piensan, siempre es bueno escuchar críticas constructivas, sólo sean amables por favor.

Este capítulo está inspirado en una película en especial, Bajirao Mastani, es una película hindú así que si pueden intenten verla.

No les quito más tiempo, espero puedan disfrutar de la lectura.



*El mensaje líneas arriba lo escribí años atrás, no me sentía segura de la historia y pedí opiniones sobre ella para mejorar, sin embargo, sus mensajes fueron muy alentadores y me gusta leerlos y si edito el mensaje se eliminan esos comentarios, por lo que lo dejaré como está el mensaje líneas arriba, muchas gracias por leer!! 










JungKook ha dejado que lo bañen y vistan, su madre, la reina ha dado órdenes muy exactas de como vigilar al joven Sultán en el día de su celebración. Había soldados fuera y dentro de su dormitorio para cuidarlo y protegerlo ante cualquier mínima amenaza y él no podía sentirse más sofocado que nunca.

Observó y escuchó la celebración desde las ventanas de su alcoba, su gente festejaba a su futuro rey y él se sorprendía que todo ello ya no le importa, pero debía admitir que antes eso era lo único que quería, asumir el trono y obtener todo el poder y la riqueza que sus padres le heredarían. Ahora ya no le importaba más, simplemente no le interesaba. Él solo quería salir de ahí y encontrarle, deseaba verle y estrecharle entre sus brazos, quería volver a sentir su cálido cuerpo contra el suyo, arrullarle entre sus brazos y prometerle que le mantendrá a salvo por siempre.

Un pequeño golpe en la puerta hizo que aleje su vista de la ventana y la dirija hasta la puerta. Ordenó con un gesto de la mano a una sirvienta que abra y se mantuvo estoico cuando vio a su madre entrar con una enorme sonrisa en el rostro.

—Tu futura esposa ha llegado. —Anunció acercándose. JungKook quiso ignorarla y salir de ahí, pero el apretón en su hombro le hizo volver la cabeza hacia ella. —La princesa Bae está esperando ¿de acuerdo? Recuerda ser cordial con ella, su reino será nuestro aliado y sus tierras serán nuestras. Hemos acordado con tu padre que pediremos eso como dote.

—¿Van a dejar a un reino sin su sustento? —Preguntó arqueando una ceja.

—Claro que no. ¿Qué clase de personas crees que somos, JungKook? —La reina se apartó indignada y lo miró con desaprobación. —Simplemente seremos los administradores de los recursos, su gente conservará su trabajo y su fuente de alimento.

JungKook rio por lo bajo y no refutó, no tenía la paciencia para discutir con ella.

—Tu padre llegó anoche, si ya estás listo debemos bajar a darle la bienvenida a la familia Bae.

La reina acomodó su largo vestido dorado y salió de la habitación, JungKook suspiró pesado y salió detrás de ella, no sin antes echar un vistazo a su vestimenta en el espejo de pared completo de su alcoba.

El dhoti granate que llevaba puesto caía desde sus caderas envolviendo sus fuertes muslos y dejando ver en su lado izquierdo el kirpán de oro que le obsequió su padre, un símbolo de su poder y estatus frente a los demás. El khalat dorado adornado con bordados de oro granates hechos a mano se desprendían desde sus hombros, cruzando en su pecho dejando ver sus fuertes pectorales y su piel ligeramente bronceada. Un sencillo cintillo dorado en su cintura impedía que el khalat se abra por completo y deje su torso desnudo.

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora