The Belly Dancer ❀ KookTae

042

—Estás despierto. —Su voz rasposa por el llanto se escuchó en medio de la noche. TaeHyung apretó sus ojos simulando estar dormido. JungKook sonrió de lado al notarlo y continuó diciendo. —Lo estás haciendo mal, puedo ver que estás fingiendo dormir. —Murmuró poniéndose de pie.

TaeHyung abrió los ojos con temor y jaló las sábanas para cubrir rostro. —Lo siento, yo no quise. —Le escuchó decir, JungKook sacudió sus ropas y miró por la ventana, las cortinas no estaban cerradas por lo que la habitación estaba levemente iluminada.

—¿Qué no quisiste? —Preguntó sin entender.

—Y-yo... yo no quise escuchar lo que su majestad decía... —Volvió a decir con temor en la voz.

JungKook asintió y guardó silencio unos segundos, admirando la media luna en lo alto. —Me tienes miedo—. Afirmó y sintió como TaeHyung se hizo un poco más pequeño en la cama. —No me temas, no te voy a lastimar. —Dijo girándose para mirarlo, él estaba pequeñito, acurrucado al medio de la enorme cama. —TaeHyung.

—L-lo siento mucho, señor—. Escuchó su voz temblar, escondido por completo, confundiéndose entre las sábanas.

Un suspiro escapó de sus labios y miró alrededor. Cansado y confundido, se sentó a un lado de la cama, TaeHyung se aprisionó contra el otro extremo al sentir el peso del Sultán sobre su cama.

—Soy un idiota. —Bufó JungKook admirando sus manos. —Soy tan idiota.

—N-no, no diga eso. —TaeHyung bajó las sábanas un poco debajo de sus ojos e intentó mirarlo en la oscuridad, pero el Sultán estaba sentado de espaldas a él y era difícil mirarlo al rostro. —Sólo está triste...

—¿Lo estoy? —Preguntó en voz alta al escucharlo, sin darse cuenta que, en realidad, todo ese tiempo, él había estado deprimido. —Creo que lo estoy.

TaeHyung se acomodó en la cama y se sentó sobre las almohadas, aun envolviéndose entre las sábanas. —Huh... debería hablar con alguien su majestad...

El silencio volvió a envolverlos, JungKook miraba con atención sus manos y los ojos de TaeHyung estaban pendientes a la espalda del Sultán. Cada uno perdido en sus pensamientos.

—¿No podías dormir?

—En realidad, tengo el sueño ligero señor... últimamente me despierto con cualquier movimiento—. Explicó bajando la voz, abrazando sus rodillas.

—Entonces yo te desperté.

—No, no... en realidad yo... —TaeHyung se mordió el labio inferior no queriendo decir que lo escuchó llorar.

JungKook no preguntó más y cerró los ojos, recordando esas sensaciones que sentía cuando estaba cerca de TaeHee y sintiendo como el cosquilleo en sus dedos volvían al estar al lado de TaeHyung, quería extender su mano y tocar su piel. Le bastaba con ello, sólo deseaba sentir su piel contra la suya, pero sabía que eso lo asustaría, sabía que TaeHyung le temía y él no deseaba asustarlo más.

—Te dejaré dormir, TaeHyung. Tu hermana vendrá por ti mañana por la mañana, debes descansar. —Dijo poniéndose de pie y mirándolo directamente, la postura de TaeHyung sobre la cama lo hacía ver tan frágil y pequeño. —T-te... te dejaré dormir.

Rodeó la cama con lentitud con los hombros caídos y cuando estuvo por alcanzar la puerta, la vocecita de TaeHyung se volvió a escuchar. —Yo puedo oírlo si desea. —Ofreció con timidez. —Mimi dice que soy bueno para escuchar y puedo ayudarle, su majestad.

Sus ojos negros se posaron en él, JungKook no pudo evitar sonreír ante su dulzura. Sin embargo, negó con la cabeza. —Creo que, si me quedo, quien hablará serías tú, no yo.