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TaeHyung negó con una sonrisa en el rostro, aun cuando respiraba rápida y pesadamente, sus mejillas coloradas también delataban que estaba cansado, casi exhausto, pero él estaba disfrutándolo.

—Pienso que debería descansar, TaeHyung—. Comentó Yang Mi con el semblante fresco y el cabello ordenado. Respondió la dulce sonrisa de su amigo cuando esté negó con fuerza con la cabeza. —Tome un poco de agua.

—No estoy cansado, Mimi. —Insistió TaeHyung, era la primera vez que estaba bailando con tanta libertad, sin necesidad de vestirse de mujer o sin temer a ser reconocido por alguien más. —¿Podemos practicar una danza más? —Preguntó animado, sin embargo, YangMi negó y apagó el viejo fonógrafo de la joven pareja.

—Pienso que debe descansar y tomar agua. Ha danzado por horas y no debe gastar tantas energías cuando está recuperándose, TaeHyung. —Aseguró la joven tomando un pocillo y llenándolo de agua, NamJoon les había dejado un poco de agua hervida para que pueda beberla cuando se agotaran de su práctica de baile.

TaeHyung hizo un pequeño puchero en los labios y aceptó el pocillo para beber de prisa de él. No se había dado cuenta que había sentido sed.

—Mimi... —Empezó a decir, pero fue interrumpido por las risas de Ara, quien salía de la cabaña a paso apresurado, siendo seguida muy cerca por NamJoon.

—Ara, amor... por favor... ¡No corras! —Exclamó NamJoon asustado, extendiendo sus largos brazos alrededor del delgado cuerpo de Ara.

—Cariño, no estoy corriendo—. Dijo Ara burlándose de su pareja, apoyó una mano sobre su hombro y lo calmó. —Respira amor. Estoy bien, no te asustes ¿sí? —Pidió sin dejar de sonreír.

NamJoon tomó la mano de la joven y dejó un beso en su palma. —Te puedes caer y lastimar. —Susurró. —¿Qué haría yo si te pasa algo a ti? ¿O a nuestra princesa?

Ara frunció el ceño al escucharlo, sacando la lengua contestó. —O nuestro príncipe, recuerda que puede ser un niño también...

—Eso es lo de menos, sólo quiero que ambos estén bien. —Insistió NamJoon.

—Que tierno—. Yang Mi musitó ante la pequeña discusión de la joven pareja, quienes se giraron en su sitio, casi pareció que se habían olvidado de sus invitados. —Sería lindo tener a alguien que me quiera así—. Murmuró sonrojándose.

Ara se separó de su pareja y se inclinó brevemente para mirarla al rostro. —Y lo tendrás, cariño. Sólo sé paciente y encontrarás a la persona correcta, serás la mujer más feliz del mundo. —Aseguró con los ojos brillantes. —Sólo recuerda amarte a ti mucho más, nunca aceptes un mal trato de nadie... ten paciencia, todo llega a su tiempo.

YangMi levantó el rostro, esperanzada. —¿Cómo sabré que la persona es la indicada? —Preguntó tímidamente.

—Sólo lo sabrás, cariño—. Ara retrocedió guiñándole un ojo, desvió la mirada hacia TaeHyung, y con alegría anunció. —¡TaeTae, te hice un vestido!—. Exclamó extendiéndole una bolsa de papel.

—¿De verdad? ¿Para mí? —Sus ojos miel brillaron con intensidad y casi automáticamente, extendió los brazos para recibir el paquete que le extiende la joven de ojos verdes. —¿Lo hiciste para mí? —Preguntó incrédulo.

—Por supuesto que sí. Es para ti—. Le dijo extendiéndole la mano. —Vamos adentro, te ayudaré a probártelo ¿de acuerdo?

—¡Sí! ¡Muchas gracias, Ara nuna! —TaeHyung agradeció con una venia profunda y tomando la mano de Ara, ambos ingresaron a la pequeña cabaña.

The Belly Dancer ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora