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En su visión una escena desesperante apareció.

Rostros contorsionados, ojos infundidos en miedo y terror, todos observando de manera incrédula como uno de la tribu estaba siendo engullido por una masa de carne.

*crap 

La misma escena, el mismo sonido, la misma situación volvió a ser presenciada por Kornme, pero esta vez no fue el único en experimentarlo.

Todos fueron testigo de ella.

La desesperación de la cual pudieron escapar había vuelto, como esa vez, de manera inoportuna. Sin que nadie pudiera darse cuenta hasta que ya era demasiado tarde.

-AHHHHHHH!

No pudiendo soportar esta escena, Kitzar grito con furia. Sus ojos mostraron locura cuando su mano se dirigió hacia su cabeza, arrancándose el cuerno azul sin la menor vacilación.

Como sucedió con Uelyat,  Kitzar sufrió una transformación.

Perdió todo raciocinio de si mismo y se abalanzo hacia aquella masa de carne con el fin de atacarla. No pudo soportar observar como su pareja estaba siendo devorada, quien no era otra que Jhia.

La masa de carne no pareció importarle esto, ya que continuo masticando con paciencia, como si estuviera disfrutando del sabor.

Kitzar llego rápidamente cerca de la masa de carne, uso sus manos desnudas y comenzó a golpear con fiereza mientras soltaba gritos de locura.

Pero no importa cuanto intentara, sus puños se hundían en esa masa de carne y no lograban hacer ningún tipo de daño, como si lo que golpeara fuerza una esponja.

Las lagrimas brotaron de los ojos de Kitzar, sus gritos se volvieron gruñidos por la impotencia que sentía al no poder hacerle ningún daño a la masa de carne. 

-Kitz....ar

En medio de su locura, la efímera voz de Jhia lo llamo, haciendo que recuperara su cordura por un segundo. 

Volteando su cabeza, la mirada de ambos se encontraron. Jhia lucho por darle una sonrisa mientras sus labios se abrían.

-Lo sie...

Pero sus palabras nunca pudieron terminar de ser dichas antes de desaparecer en el interior de la fosa de dientes, el sonido *crap pareció volverse eterno en ese momento.

La mente de Kitzar se rompió, dejando de lado todo su ser, se abalanzo nuevamente hacia la maza de carne como si de una bestia sin cerebro mas se tratase, sin mas que pudiera hacer, incluso uso sus uñas y dientes. intentaba de todas las maneras infligirle incluso una pequeña herida. Pero no hubo caso.

La masa de carne continuo masticando mientras era atacado, pero cuando kitzar lo mordió este se detuvo.

En ese mismo instante la cabeza de Kitzar que se encontraba mordiéndolo exploto, su materia cerebral se esparció por todos lados y su cuerpo cayo impotente hacia el suelo.

Consiguiente a ello un tentáculo comenzó a enroscar el cuerpo sin cabeza de Kitzar, arrastrándolo hacia tras suyo, donde otra fosa de dientes se abrió para darle la bienvenida.

*Crap

La masa de carne continuo sumergido en el placer de masticar, el sonido de los huesos y la carne siendo triturados por sus dientes resonaron desde sus dos partes, golpeando los oídos de todos. Influyéndoles desesperación.

En esta situación, muchos perdieron el enfoque en sus miradas, se tomaron sus cabezas con ambas manos mientras gruñían de impotencia.

Al momento que uno había decidido lanzar un grito mientras dirigía su mano hacia su cabeza con el fin de quitarse el cuerno, en un destello su cabeza exploto.

Aquellos que tuvieron la misma idea vieron esto, pero no se detuvieron. En desesperación intentaron quitarse sus cuernos.

Pero como Kitzar y el otro, sus cabezas explotaron en una lluvia de materia cerebral y sangre.

Sus cuerpos perdieron cayeron impotentes al suelo generando un golpe seco.

Este fue el interruptor para que todos los miembros de la tribu desistieran de sus intentos y cordura. 

Sin oportunidad de tomar represalias, el único pensamiento que les llego en este momento fue huir.

Como si se hubiera golpeado un panal, todos empezaron a desperdigarse. Pusieron todas sus fuerzas en su intento por alejarse de esa masa de carne.

Kornme observo impotente todo esto. Y al igual que el resto, su instinto lo controlo. Su mente quedo en blanco y lo único que pudo hacer era darse la vuelta y correr.

Termino, toda la tribu ha terminado.

Estos fueron sus pensamientos mientras ponía todas sus fuerzas en sus piernas.

Si bien comenzó a correr, no sabia exactamente hacia donde debía hacerlo.

Su mente no estaba cuerda en este instante por lo que simplemente siguió avanzando sin tener idea hacia donde se dirigía.

Había entrado en una especie de trance donde el mundo exterior se disolvió. Y solo quedaba el corriendo.

La tierra se volvió fangosa, cada paso que daba hacia que esta se distorsionara como si de la superficie del agua se tratase.

Un viento empezó a golpear su cuerpo, impulsándolo hacia el frente.

 Los arboles desaparecieron, y sin estos ocultándolo, el cielo en su vasta extensión se mostro.

En el no se veía ningún punto de luz, como si todas las estrellas hubieran desaparecido.

Pero no significo que no hubiera nada en el.

Sobre la cabeza de Kornme, en lo alto de los cielos, una luz roja apareció. 

De este, líneas carmesí brotaban, expandiéndose al infinito cielo como si de raíces se tratasen.

Estas raíces parecían estar vivas, ya que palpitaban, emitiendo el sonido de un latido que golpearon la tierra y la hicieron temblar.

Kornme continuo corriendo, como si nada de esto estuviera sucediendo, incapaz de afectarlo.

Mientras lo hacia, el cuerno sobre su cabeza había comenzado a brillar. 

Como si respondiera a ello, una de las raíces que parasitaron el cielo se movió, comenzó a caer en dirección a Kornme en un intento de alcanzarlo.

La raíz parecía lenta moviéndose, pero a medida que se acercaba su tamaño colosal comenzó a cubrirlo todo.

Cuando se acerco lo suficiente hacia Kornme, un ojo se formo en la punta de la raíz. Este se enfoco en mirarlo de cerca.

Fueron solo dos segundos hasta que el ojo desapareció, luego, una fosa profunda como un túnel sin fondo se formo y se trago a Kornme.

Fue momentáneo, pero el sonido de masticar se escucho.

La raíz tembló, como si hubiera encontrado algo que no le gustara.

Segundo después la fosa se abre de nuevo y escupe.

El tubo de cristal que anteriormente tenia Kornme salió volando con su brazo aun en el. La raíz lo miro con descontento, la idea de destrozarlo surgió, pero al hacerlo sintió algo extraño.

La raíz se sintió confundida pero volvió al cielo y desapareció en el.

Donde antes había un bosque, ahora solo quedaba una tierra devastada.

Todo en el había desaparecido, dejando solo un tubo de cristal con un brazo que incluso en su muerte se negó a soltarlo.







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