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La mesa no fue para nada silenciosa, el sonido de los cubiertos sonando en los platos acompañados de exclamaciones surgieron a cada momento.

-¡Delicioso, verdaderamente delicioso!.

-¿Esto no es un sueño verdad?, si es así, no quiero despertar.

Los mas expresivos, y quienes no escatimaron en sus palabras de alabanza fueron los consejeros, quienes a cada bocado dieron sus mas sinceros pensamientos.

Pero contrariamente a ellos, Liodex, Adathar, Celia y el anciano Aldulk no dijeron una palabra al respecto. Y sus expresiones no fueron la de asombro, sino una completamente agria.

No fue que la comida les haya disgustado, es mas, fue lo mejor que probaron en sus vidas.

Pero esto mas haya de traerles felicidad, fue un duro golpe en sus autoestimas. Hay que recordar algo, ellos eran cabezas de sus respectivas familias.

Disfrutaron de lujos con los cuales ninguna otra persona pudo llegar a imaginar.

Sus ropas, armas, muebles, armaduras, comida etc. Fueron echas a mano de aquellos en la cúspide de dichos oficios, usando recursos en extremo raros y valiosos.

Todo lo que tenían y disfrutaron, fue algo que ningún otro individuo, quitando a las clase reinante, pudieron siquiera soñar en tener o disfrutar.

Desde su nacimiento fueron criados con lo mejor que el mundo podía ofrecerles, y esto claramente creo un estado de superioridad mas que correcto debido a sus estados.

Pero cuando probaron la comida que el profesor les ofreció, toda su realidad pareció desmoronarse.

-Si yo también comiera algo como esto y luego probara la comida del Chef Roey, seria imposible no reaccionar igual que ellos.

Con una sonrisa amarga en su rostro, Liodex susurro estas palabras con desprecio dirigido hacia él mismo.

Pero él no fue el único con éste pensamiento, Adathar y sus consejeros estuvieron en la misma situación.

Anteriormente, cuando el grupo de Eximia rechazo la comida que se les sirvió, los consejeros se burlaron de ellos. Diciendo que, como vidas bajas, les era imposible que hayan probado algo bueno en sus vidas.

Pero ahora, luego de recordar eso y probar esta comida, no pudieron evitar sentirse derrotados y llenos de vergüenza.

Celia como el anciano Aldulk tuvieron pensamientos similares. Exclamándose interiormente "¿Que hemos comido toda nuestra vida?"

Fue incluso un insulto comparar la comida que estaban probando ahora, con la que siempre tuvieron cada día.

Sintieron por primera vez arrepentimiento ante sus pensamientos de que eran superiores a todos.

Pero no solo se trato de la comida, el suelo,  incluso los asientos en los cuales estaban, como los cubiertos que usaban, fue todo en un nivel que no pudieron imaginar. 

"Todo es tan perfecto"

No hubo otra palabra para describir esta experiencia de superioridad a la que estaban siendo sometidos.

Por otra parte, el profesor se encontro acostumbrado a estas reacciones, por lo que no se molesto en observarlos y centro su atención en otras cosas mientras esperaba que todos terminaran de comer. Aunque esto no podía verse, ya que permaneció completamente inamovible.

Por supuesto, salvo Liodex que tuvo sus sentidos muy agudos, nadie mas se dio cuenta de ello. Esto lo hizo sentir cada vez mas asombrado y asustado del profesor, quien ante la presencia de extraños, se daba el lujo de ignorarlos aun cuando no sabia al 100% si la otra parte podría actuar hostilmente en cualquier momento.

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