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Ansias de batalla/1

Empecemos con mi presentación, mi nombre es Frederk, 22 años. Vivo actualmente en el tercer distrito con mi pareja Ellie de 21 años. Ambos somos ciudadanos confederados y estamos felices como orgullosos de ello. Nuestra relación es muy buena, nos amamos profundamente y tenemos planes de pasar toda nuestras vidas juntos, incluso hemos pensado en tener hijos. Solo que la idea no surgió de mi, sino de ella.

Su deseo provino luego de enterarse que una de sus amigas se habia embarazado, esto desencadeno, como decirlo, un anhelo dentro suyo. 

Desde entonces se volvió muy agresiva conmigo. Todas las noches soy victima de sus ojos sedientos de acción, los cuales como cuchillos se clavan en mi cuerpo, me es dificil incluso mantener el ritmo ya que no se detiene hasta dejarme sin aliento y totalmente seco.

No entiendo como es que ella, a pesar de haber decidido dedicarse al aprendizaje, tenga mas energías que yo, ¡Un soldado!.

Se que todos los ciudadanos confederados estamos ligados a un estilo de vida sano, en donde el ejercicio esta incluido. Pero...

A mi saber somos nosotros, los soldados, los que tienen un sistema de entrenamiento mas riguroso. 

¡Siento que algo esta fallando aquí!. 

¿Tal vez tome el camino equivocado?

No, no lo creo. Si no tuviera la resistencia física que eh ganado gracias a esos infernales entrenamientos, no se que seria de mi. Puede que ahora mismo ya estuviera muerto del cansancio.

Una vez mas me alegro de haber decidido correctamente el camino de mi vida.

Ah..

Me desvié un poco.

Mi objetivo no era hablar sobre el como mi vida apeligraba a causa de mi pareja. Sino de otra cosa totalmente distinta, una que esta ligada a la decisión mas grande que eh hecho en mi vida, luego de haberme emparejado con Ellie claro.

Y eso fue convertirme en soldado.

Mmm.

Esto es dificil. Dije que no hablaría de mi vida personal, pero creo que será necesario para explicar mejor como me siento actualmente. 

Bah..

Vamos a ello.

Para dar una idea general debo comenzar relatando el como Ellie y Yo nos conocimos.

Y eso fue en los barrios marginales de la ciudadela Ether-Ceo, territorio de los Nos-Herx, una Ex-familia ubicada cerca de los limites de las [Zonas caídas]. Un lugar pobre en pocas palabras.

¿Cómo termine ahí?.

Bueno, no es muy diferente del como el resto. O almenos en parte.

Mis padre murió a manos de bestias luego de ser obligado por los Nos-Herx a participar y ser usado como cebo en una de sus cacerías habituales en los bosques.

En cuanto a mi madre, ella fue llevada por los siervos de esa familia unos dias antes para que se convirtiera en una sirviente, nunca la volví a ver después de eso. 

Con la muerte de mi padre decidí ir a buscar a mi madre, pero eso no funciono, fui golpeado hasta quedar hecho un desastre, luego de eso me tiraron en una fosa de cadáveres en los barrios marginales y me dieron por muerto.

Para su pesar  y mi suerte no morí, solo termine semi-inconsciente con apenas la capacidad de respirar. Y después de ver una figura borrosa y escuchar unas palabras que no pude entender fue que finalmente me desmaye.

-**** niño.

No se cuanto tiempo pase en ese lugar, pero cuando abrí mis ojos me encontré en uno totalmente distinto. Una casa, o almenos un intento del mismo. 

Había sido rescatado por un anciano que se hacia llamar Sorme, pero no era el único en ese lugar. Había otros cuatro niños, Donote, Mari, Bouder y Ellie. Aunque sus edades diferían, no fue mucho.

El mayor de todos ellos era Bouder, tenia 12 años. Y el menor era Donote, apenas 7 años. En cuanto a Mari y Ellie, ambas tenían 9 años con meses de diferencia. Yo tenia 10 en ese momento por cierto.

No necesite explicación, o siquiera palabras que trataran de aliviarme. No era tonto y por tanto sabia que habia sucedido.

El anciano Sorme al verme despertar sonrío, sus ojos eran amables como sus palabras.

-Tu tenacidad es admirable. A pesar de estar en tal estado lograste sobrevivir, claro, te di un tratamiento , pero solo uno provisional. Tendrás que reposar en cama durante dos semanas antes de que puedas moverte con normalidad.

No quiero mentir, en ese momento quise llorar. Pero no lo hice.

El anciano Sorme asintió y no dijo nada con respecto a lo que me habia sucedido, en cambio me ofreció que viviera con ellos. Yo acepte, no tenia a nadie, ni a donde volver.

De esa manera pase a vivir junto a ellos.

Fue dificil, no diré lo contrario. Hubo muchas veces donde la comida no alcanzaba, apenas comíamos algo, o incluso pasábamos dias sin hacerlo.

El anciano Sorme era el que principalmente nos alimentaba, él era un medico reconocido en los barrios marginales, y gracias a los tratamientos que realizaba fue que conseguíamos algo que comer.

A fin de ayudarlo, los demás y Yo hacíamos trabajos en donde podíamos. Debido a nuestra edad y lo débil de nuestros cuerpos, era dificil encontrar un lugar donde nos aceptase. Tuve muchos trabajos, me encargaba de mover cajas, transportar productos no muy pesados, servir de mensajero, cosas por el estilo.

Pero el principal de ellos era ir al bosque a las afueras de la ciudadela en busca de Hiervas medicinales, el anciano las ocupaba mucho, e incluso podíamos vender aquellas a las cuales no les daba uso.

El tiempo paso de esta manera, y en medio de ello Bouder contrajo una enfermedad desconocida a los 15 años.

El anciano Sorme trato de salvarlo usando todo el conocimiento que tenia, incluso recurrió a buscar ayuda externa, pero no lo logro. 

Bouder murió.

Fue el mayor de nosotros, siempre se encontro al frente de todo lo que hacíamos e incluso nos defendió multitudes de veces de otros adultos a pesar de que terminaría lastimado, el nos guiaba junto al anciano, fue un hermano mayor para todos.

No puedo olvidar la sonrisa en su rostro cada vez que nos hablaba, diciendo que debíamos ser fuertes, que no nos rindamos. Incluso compartía su comida con todos aunque eso significara que él tuviera menos. 

-Deben comer bien, solo así podrán crecer fuertes como Yo. 

Tiempo después el anciano también murió por la misma enfermedad.