Sistema IA

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Como si dudaran de sus oídos, los consejeros se congelaron en sus lugares mientras miraban hacia Adathar.

Por su parte, el trio también se le quedo mirando con extrañeza en sus ojos. 

Ser visto de tal manera no lo afecto, en cambio, permaneció mirando hacia A-8 esperando que esta le respondiera.

Pero A-8 no pareció tener interés alguno en hacerlo, ya que solo siguió estando en silencio con una mirada fría. 

-Maestro Adathar, ¿se encuentra bien de la cabeza?

No pudiendo soportarlo, uno de los consejeros se atrevió a hacerle esta pregunta. 

-Dime, ¿aceptaras?.

Ignorando completamente las palabras de su consejero, Adathar volvió a hacer su proposición. Pero esta continuo sin una respuesta.

Sin el pensamiento de rendirse, Adathar cambio su enfoque hacia Eximia. Tras fingir una tos y aclarar su estado, procedió a disculparse.

-Yo, lamento mi comportamiento de hace un momento. No fue mi intención ser hostil hacia ustedes. Solo que el dueño de esa carta es alguien que no puedo soportar ver ni pensar.

Tras esas palabras, Adathar agacha un poco su cabeza. Esto asusto a sus consejeros, quienes alarmados comenzaron a hablar entre ellos preocupados.

-La cabeza de la familia se ha vuelto loca.

-¡Médicos, hay que buscar a los médicos!.

Escucharlos molesto a Adathar, quien creyó que su imagen y estatus estaba siendo dañado por sus acciones y no las suyas.

Pero decidió ignorarlos por el momento.

Eximia, ante la disculpa de Adathar, negó con las manos diciéndole que no había necesidad de ello.

Esta simple acción por su parte fue suficiente para que Adathar volviera a colocar una sonrisa en su rostro.

-Entonces, señorita Eximia, ¿puede contarme un poco sobre A-8?.

Ella por su parte no había esperado tal cosa, pero uso rápidamente su ingenio y negó con su cabeza.

-Lo siento, no puedo hacerlo.  

Ante la negativa, Adathar no se mosto decaído e intento con otras palabras.

-Entonces, ¿podría decirme como se conocieron?.

La insistencia de Adathar le pareció impresionante a Eximia, quien se quedo callada por un momento en lo que parecía un pensamiento difícil.

Tras dos segundos, negó con la cabeza y su rostro se volvió firme cuando lo miro.

-Señor Adathar, disculpe mi insolencia, pero esto no es de lo que deberíamos estar hablando.

Sorprendido por sus palabras y firmeza, Adathar la miro con un nuevo brillo en sus ojos. Puso una sonrisa amarga y asintió.

-Tienes razon, nos desviamos del tema principal.

"Pero eres tu quien se desvió" Pensó el trio.

Mientras ellos intercambiaban estas palabras, una de las puertas en la sala se abrió y de ella emergieron varias personas con ropa blanca.

Verlos hizo que Adathar frunciera las cejas para luego decirles que se fueran, los médicos dudaron mientras miraron hacia los consejeros, esperando a su decisión.

Ignorar una orden como esta, proveniente de la cabeza de la familia, podría considerarse como una enorme falta. Si esto sucediera en otras familias, aquellos quienes no siguieron al momento dicha orden, serian considerados traidores para luego ser ejecutados.