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Tras encontrarse con sus amigos y pasar la noche en el orfanato. Yothome se levanto a la mañana siguiente gritando mientras se retorcía sobre la cama, dando vueltas en ella hasta caer al suelo.

Sus gritos inevitablemente despertó a los demás niños, quienes confundidos y alarmados entraron en pánico al ver el estado en el que se encontraba Yothome.

Bajo su piel, sus venas se volvieron visibles, las cuales palpitaban y se movían como lombrices en la tierra. De sus ojos, oídos y nariz, una sangre negra y pútrida comenzó a salir en pequeñas cantidades.

Su pecho se agitaba con fuerza, mientras con dificultad luchaba para tragar bocanadas de aire a medida soltaba gritos de sufrimiento.

Sin nada mas que pudieran hacer, los niños salieron de la habitación y comenzaron a gritar en busca de alguna de las hermanas.

En ese momento apareció la hermana Lir, quien con una mirada seria entro a la habitación sin decir una palabra.

Unos segundos después, la hermana May también llego y se llevo a los demás niños para después volver junto con la hermana Miria.

Ellas prohibieron totalmente a los demás niños que se acercaran. 

Ya las tres dentro de la habitación, la hermana Miria suspiro al mirar al pequeño Yothome retorciéndose.

De su mano, una pequeña llama azul salió disparada hacia él, envolviéndolo al completo. Combinado con sus gritos, dio la imagen de que estaba siendo quemado vivo.

Pero esto estaba lejos de ser la realidad.

Bajo las llamas, la condición de Yothome comenzó a mejorar, sus gritos cesaron y fueron cambiados por gruñidos, sus venas dejaron de retorcerse pero aun permanecieron visibles. En cuanto a la sangre, esta se desintegro.

Tras tener su condición mas o menos bajo control, las llamas azules desaparecieron.

-Llévenlo.

Siguiendo sus palabras, las hermanas Lir y May tomaron a Yothome y se lo llevaron fuera de la habitación.

Desde lejos, algunos de los niños que eran amigos de Yothome se sintieron preocupados al punto que se armaron de valor para acercarse hacia la hermana Miria.

-Hermana, hermana Miria. ¿Qué le paso a Yothome?, ¿acaso él, murió?. No puede..él..

Sabiendo que esto seria inevitable, la hermana Miria suspiro al escuchar a los niños, sus cejas se fruncieron y golpeo a cada uno en sus cabezas.

-Claro que no. 

Los niños doloridos se frotaron sus cabezas, sintiéndose agraviados miraron con recelo y dudas a la hermana Miria.

Verlos actuar de ésta manera hizo que suspirara.

-No se preocupen por él, estará bien. 

No contentos con su respuesta, los niños continuaron insistiendo por saber mas.

Ya molesta, la hermana Miria los golpeo nuevamente en sus cabezas, pero supo que si no aclaraba las cosas, los niños no la dejarían en paz.

-Yothome esta siendo [Favorecido] por el mundo.

Su respuesta trajo mas dudas a los niños, quienes tras escucharla, la asaltaron con mas preguntas.

-¿[Favorecido] por el mundo?, ¿Es eso posible?.

-¿Pero Yothome es igual a nosotros, [No favorecidos], como puede?.

Frotándose la cien de la frente, la hermana Miria paso responder a los niños.

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