-Los humanos, ¿Qué clase de criaturas eran para poder crear tal cosa?.
La sacerdotisa se encontraba gratamente sorprendida por lo que estaba viendo.
Pese a la distancia a la que se encontraba, el imponente tamaño de la nave de guerra clase Corveta, la cual tenia un aproximado de treinta metros, la llevo a que tuviera sentimientos encontrados.
Pese a su apariencia extraña, y que a simple vista no aparentaba ser mas que un enorme trozo de metal volador un tanto extraño, la atmosfera que desprendió fue una totalmente diferente.
-¿Esta vivo?.
Al igual que las unidades Cyberx, la nave de guerra clase Corveta desprendió una sensación única, la cual solo provino de ellos mismos.
Al viajar por el cosmos en su misión, la sacerdotisa logro encontrarse con todo tipo de criaturas extrañas y únicas, pero aun en su larga experiencia de vida, no logro ver o sentir nada que se asemejara a las unidades Cyberx ni el profesor.
La sensación en si le fue extraña, fue como ver un ser vivo, pero que no lo fuera en absoluto. Una total contradicción en si mismo.
Aunque hubo criaturas "vivas" formadas de rocas u algún tipo extraño de material o energía, no importo cuan anormales parecieran. Aun desprendieron esa sensación de ser entidades "vivas" que estaban en armonía con el [Caos primario].
Tal vez, como todos tuvieron el mismo origen, compartieron fraternidad por poner un ejemplo. En cuanto al profesor y todo lo relacionado a él, no pareció ser así.
No parecían encajar, como una pieza extra en un rompecabezas que no tenia sentido o lugar.
Pero aun se encontraba ahí, imponiéndose. Creando una anormalidad que la dejaba muy confundida pero curiosa.
Tenia mucha curiosidad de aprender mas sobre ellos, pero lo que el profesor le conto fue solo un rasguño en la superficie de todo lo que fueron, insuficiente para dejarla satisfecha. Y aunque quería saber mas, no se atrevió a preguntar ya que temía incurrir a la hostilidad.
Lo único que podía hacer, fue observar y tratar de comprenderlo en la distancia. Pareciera un método soso e ineficiente, y lo es, pero con tal de salvaguardarse y conseguir su ayuda, se tuvo que reprimir a si misma.
Solo tal vez, en algún momento del futuro cuando se vuelvan mas cercanos, lograría conocer mas sobre esta extraña civilización llamada [Humanidad].
Pero ahora ellos ya dejaron de existir, dejando tan solo memorias y un legado que paso a convertirse en algo mas. Los Cyberxs.
*Zumbido
*Zumbido
[Se han detectado innumerables presencias hostiles]
[Desplegando aura de asistencia]
Aunque no fue visible, la Sacerdotisa pudo sentir como algo en el aire había cambiado, lo cual provoco que el campo donde la horda de parásitos se encontraba fuera iluminado por pequeñas chispas de luces.
[Armas secundarias activadas]
[Arma principal totalmente cargada]
[Iniciando enfrentamiento]
Una sensación de peligro golpeo el cuerpo de la sacerdotisa, obligándola a retroceder varios cientos de metros hasta que finalmente dicha sensación se disipara.
Confundida a la par que sorprendida, miro hacia la nave de guerra clase corveta y pudo vislumbrar el origen de tal sentimiento.
Como si fuese una antigua bestia primordial, totalmente indiferente hacia la vida de las criaturas menores, la punta de la nave de guerra clase corveta comenzó a abrirse como si de unas fauces se tratase. En su interior, formando una enorme bola de luz, miles de millones de hilos se encontraban amontonándose los unos sobre los otros mientras gigantescos tentáculos negros los hilaban.
La imagen en si fue un espectáculo, algo digno de recordar por lo excéntrico y fascinante que fue, pero la sensación que desprendió hacia el mundo fue totalmente alejado de algo bueno.
Pese a su enorme voluntad y fuerza, la Sacerdotisa aun no pudo evitar que sus extremidades temblaran por unos segundos antes que pudiera controlarse.
No fue que tuviera miedo hacia la sensación de muerte que desprendía, en su vida tuvo muchos momentos donde estuvo cerca de ella, por lo que llego formar una resistencia natural hacia dicho sentimiento.
El miedo que alguna vez llego a afectarla, había desaparecido hacia mucho tiempo, pero lo que sentía ahora mismo no fue eso. Fue algo mas.
No pudo encontrar las palabras dentro de su cabeza para poder describir que era este sentimiento nuevo que surgía en su interior.
Se encontraba totalmente fuera de si, y tan solo pudo observar con ojos perdidos lo que había comenzado frente a sus ojos.
[Carga de fotones finalizada]
Junto al mar de rugidos, una enorme bola de luz se desprendió de las fauces de la nave y sobrevoló el cielo por unos segundos antes de que su velocidad cambiara bruscamente haciendo que desapareciera.
*¡EXPLOSION!
Una milésima de segundo después, como si estuvieran presenciando el nacimiento de una nueva estrella, el mundo se baño bajo una nueva luz que provenía desde el lejano horizonte, una que llego incluso a pintar el firmamento por unos segundos antes de desaparecer al completo.
-¡¿Que?!
Incapaz de procesar lo que estaba ocurriendo, la Sacerdotisa solo pudo exclamar su pregunta luego de la luz se había ido.
Rápidamente cambio su vista hacia el horizonte, solo para que la imagen de una enorme columna de fuego que arremetía hacia los cielos entrara y se plasmara en el interior de sus pupilas.
Sin darle tiempo para que pudiera pensar mas sobre lo sucedido, un gran numero de unidades Cyberx comenzaron a sobrevolar formando lo que pareció ser una pared, luego de ello desplegaron sus brazos hacia el frente formando un enorme escudo que cubrió al completo la ciudadela.
Pese a lo sucedido, y a lo confundido que se encontraban, los ciudadanos como la Sacerdotisa no pudieron evitar percatarse de ello. Haciendo que se preguntaran que estaba ocurriendo, pero su respuesta no tardo en llegar.
Pocos segundos después, como si el mundo estuviera llegando a su fin, y con la intención de huir de ello. La horda de parásitos comenzó a volverse loca.
Como animales asustados de un incendio, comenzaron a avanzar mas bruscamente que antes, y algo que no creyó capaz de ver ocurrió.
-¿Están huyendo?
Incrédula por lo que veía, la sacerdotisa se dijo esto a si misma.
Aunque no lo sintió, ella pudo verlo, la tierra comenzó a temblar de manera salvaje, y la prueba de esto fueron los edificios e incluso la muralla de la ciudadela comenzaron a desmoronarse.
Los parásitos, asustados trataban de huir hacia el frente, pero su camino se vio obstaculizado por la barrera de los Cyberx, la cual sin importar sus números o cuanto tratasen, no pudieron dañarlo en absoluto. Esto hizo que comenzaran a desesperarse, volviéndolos aun mas locos.
*Zumbido
El sonido del viento cortante comenzó a volverse mas claro a cada segundo, al punto que llego a opacar los rugidos de los parásitos y las abominaciones al completo.
A cada segundo que pasaba, el viento se volvía mas salvaje al punto que no fue diferente a un huracán. La tierra y el polvo comenzaron a ser arrancados junto a la vegetación que por poco antes se había salvado.
junto a la niebla y la tierra, el mundo se baño de oscuridad.

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Sistema IA
Science FictionEl ultimo buque de guerra interestelar de la raza Humana fue emboscado por la raza clasificada como amorfos No*1-Z7, desesperados y a punto de ser destruidos, en un ultimo intento para salvaguardar el legado de la humanidad, el capitán ordeno la ac...