Extasiada, Avali volteo y miro a su maestro con ojos brillantes. Pareciera serle difícil sostener la evidente emoción que tenia.
-Maestro, ¡Yo. Eh conseguido un [Contrato]....uno, uno..
Incapaz de terminar sus palabras, Avali trago lo que tenia pensado decir luego de ver la mirada preocupada de su maestro. Fue como un chorro de agua fría que le hizo recuperar sus sentidos, e incluso llego a malinterpretando pensado que había hecho algo mal. Por lo que rápidamente trato de encontrar las palabras adecuadas que decir.
-Yo..maestro, no..
Viendo a su discípula tratando de justificarse hizo que Barlow se diera cuenta de su error, cambiando rápidamente su expresión por una sonrisa y cortando sus intentos de disculparse al levantar su mano con aparente vergüenza para detenerla.
-No hace falta decir nada.
Luego de eso, el silencio se hizo cargo. A lo que, aun avergonzado, el primero en hablar para deshacer el ambiente incomodo fue Barlow.
-Parece que ya has tomado una decisión.
En medio de sus palabras, Avali trato de abrir su boca y decir algo, pero no lo hizo y en cambio se quedo mirando un poco nerviosa a su maestro directamente a los ojos. Él hizo lo mismo, y sin necesidades de ninguna palabra, ambos transmitir todo lo que querían decirse el uno al otro.
Una sonrisa rápidamente se formo en el rostro de ambos, pero uno de ellos oculto un poco los sentimientos de arrepentimientos en su interior.
-Entonces esta es una despedida discípula mía, espero que encuentres lo que buscas.
Como si aun le fuera difícil escuchar tales palabras, Avali se mostro abatida, pero rápidamente recobro la vitalidad y sonrió ampliamente.
-No maestro, no lo es. Solo me iré por un tiempo, pero prometo volver.. Yo no me olvidare de la amabilidad que me dio hasta ahora, asique, por favor.....no, no me olvide hasta entonces.
La sonrisa que tenia Avali poco a poco fue desapareciendo a medida que hablaba, las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos verdes, y como gotas de esmeralda, estas se resbalaban con suavidad en su piel blanca hasta caer desde su barbilla al suelo.
En un intento por resguardar lo que creía ser una mala imagen ante su maestro, agacho su cabeza provocando que su largo cabello gris ocultara su rostro. Pero su intención no solo fue esa, también estaba mostrando un infinito respeto y agradecimiento hacia él.
Ver como su diminuto cuerpo temblaba, y escuchar tales palabras cargadas de emociones, provoco en Barlow un sentimiento que hace mucho tiempo pensó olvidar.
Tristeza.
¿Cuándo fue la ultima vez que se sintió de tal manera?. Le era difícil recordar.
No solo se sintió triste porque su discípula, a quien veía como una hija, se iba. Sino que le dolía profundamente el saber a todo lo que podría enfrentarse, a lo que él se enfrento.
La vida dentro de la "Torre" podía escucharse ideal, con todas las aventuras y tesoros que se relataba que tenia, pero estaba lejos de serlo. Lo sabia muy bien.
¿Podrá ella soportarlo?
"No, debo creer en ella"
Se obligo a si mismo a pensar así.
No negó que incluso quiso detenerla, decirle que no hacia falta. Que podía tener una vida normal alejado de todo eso. ¿Pero estaba bien ser egoísta a causa de sus propios deseos e impedirle que busque sus respuestas?.
ESTÁS LEYENDO
Sistema IA
Science FictionEl ultimo buque de guerra interestelar de la raza Humana fue emboscado por la raza clasificada como amorfos No*1-Z7, desesperados y a punto de ser destruidos, en un ultimo intento para salvaguardar el legado de la humanidad, el capitán ordeno la ac...