Epilogo

126 15 16
                                    

La [Nada] no existe, si esta lo hiciera el [Todo] no lo haría.

Fue imposible realmente desaparecer, todo tuvo un camino, un destino al cual volver. Al fin y al cabo la energía es eterna.

O ese debería ser el caso según el pensamiento mortal. Sus mentes inmaduras, sus cuerpos, frágiles, sus vidas fugases. Les impedía aceptar muchas cosas, los rechazaban instintivamente porque iban en contra de los principios que creían conocer.

Arrogantes, o ignorantes. Ingenuos, o testarudos.

¿Se les podía culpar?

Claro que no.

Es una perdida de tiempo pedirle a una hormiga que explique como funciona una computadora cuando siquiera sabe como se ve una. A lo sumo pueden distinguir una piedra de otra en el mejor de los casos.

Que salte tales niveles de comprensión fue algo imposible desde un principio, su existencia no es lo suficientemente grande como para profundizar mas haya de lo que sus pobres ojos veían.

Esta fue la limitación nata que tuvieron los mortales. 

Una forma que tuvo el [El Eterno Todo] de protegerlos.

Ya que el conocimiento estuvo arraigado a grandes consecuencias, las cuales si no eres capaz, te consumirán o incluso te destruirán.

Un vaso no puede llenarse mas haya de su capacidad, si fuese forzado a hacerlo, se rompería de forma inevitable.

Pero, ¿Cómo era la [Nada]?

El Profesor se encontró suspendido sobre la superficie de lo que su cuerpo capto como "Agua". Su único ojo estaba abierto, mirando perdido lo que fue un cielo repleto de "Ríos de luz" que se extendían hasta el infinito. A veces, incluso vislumbro figuras extrañas e indescriptibles asomarse hacia fuera de estos "Ríos", para luego volver a su interior. 

Él se encontró en un estado extraño, uno en el que no podía moverse ni pensar con claridad. Tan solo podía "Ver" sin hacer nada. Siquiera sabia si estaba siendo arrastrado por olas, o si simplemente estuvo en el mismo lugar. 

Lo que era seguro fue que  vio el cielo cambiar. Los "Ríos de luz" desaparecieron, siendo reemplazados por un cardumen de peces cristalizados que seguían a una especie de serpiente roja, la cual en su cola arrastro un hilo compuesto de perlas azules que zumbaban de felicidad. Estos entraron al interior de una puerta y desaparecieron.

El cielo cambio nuevamente, mostrando esta vez una pareja de dos bestias rodeadas de una luz de oro y plata proveniente de una estrella sobre sus cabezas. Sus figuras apenas podían ser distinguidas, pero eran sin duda cuadrúpedos y de una estructura ágil. Emanaban un aire de nobleza, acompañado de una mirada feroz pero a la vez amable. El dúo desapareció en un destello.

*Romperse

El cielo que veía el Profesor nuevamente cambio, en el mismo se veía una especie de escarabajo con caparazón de diamante, este brillaba creando consigo todo tipo de fenómenos, pero de la nada una mano emergió y lo atrapo, arrestándolo hasta el interior de un agujero para así desaparecer.

El tiempo en este punto ya era indistinto, ¿Cuánto había pasado?, segundos, horas, meses o tal vez incluso décadas. 

No se sabia.

Los cielos en todo este tiempo fueron igualmente cambiando, mostrando en ella todo tipo de escenas como las anteriores, y otras inclusive mas raras.

Como un sombrero con ojos y una sonrisa amistosa agitándose al viento, acompañando a un joven que llevaba consigo una enorme lanza de plata.

O un gran ataúd de bronce tirado por pequeñas manos deformes, quienes cantaban en un lenguaje desconocido una melodía extraña y mística.

La gran mayoría paso sin prestarle atención al Profesor, tal vez no lo habían visto, o simplemente lo ignoraron. Siendo pocos los que realmente se molestaron en mirarlo por mas de una fracción de segundo, para luego perder interés y seguir sus caminos como si nada.

En una ocasión incluso hubo alguien que se quedo mirando fijamente al cuerpo del Profesor, se veía como un pequeño duende con sombrero largo y traje negro. Sus ojos brillaron como si fuera un mendigo encontrando una moneda de oro al lado del camino, pero tan pronto intento recogerlo se detuvo a medio camino, retiro la mano y negó con su cabeza para luego irse decepcionado.

Poco después, o tal vez mucho después, un pollo apareció caminando y cantando graciosamente, su cacareo se extendió hasta los confines atrayendo consigo todo tipo de criaturas que se asomaban desde el vacío para escucharlo de forma placida. Entre ellos incluso hubo seres monstruosos, pero ninguno se mostro hostil. Cuando el canto termino todos volvieron a desaparecer.

El Profesor siguió siendo arrastrado por un tiempo imposible de calcular, ya a este punto siquiera se recordaba a si mismo y tan solo se limito a observar. Pero incluso eso llego a su fin.

Su único ojo mostro cansancio, se cerro. 

Poco después se sumergió bajo las "aguas" y desapareció en su interior.

*Llanto

Un pájaro apareció poco después y tomo la forma de una pequeña figura la cual se arrodillo sobre el "Agua", derramando lagrimas  donde el Profesor había desparecido. Nueve luces opacas con forma de estrellas la acompañaron.

-Yo...lo ..sien..to...

Exclamo con dolor.

-No pude..

Dijo en un tono bajo.

-Tu maldicion....

El libro se quemo, el mundo, la realidad que formo desapareció. Volvió a ser consumido, volvió a ser olvidado.

El mismo destino se repitió, el dolor los atrapo.

La mentira que vivieron, ambos nuevamente sucumbieron.

-Eterna...

Dijo decidida.

-Debo comenzar de nuevo...

El libro se cerro, las paginas terminaron.

Su mirada se alzo, y ahí con él se encontró. Una figura oscura, con una pluma y un libro en su mano.

-¿Lo intentaras de nuevo?

A pesar de preguntar la figura no espero una respuesta. Tan solo suspiro antes de continuar.

-La historia cambiara, pero será el mismo resultado. Lo olvidaras, y el será olvidado. ¿Puede esto realmente acabar con todo?. Llevaras la [Maldición], lo contaminaras todo nuevamente. El precio para un nuevo libro será otro de tus cielos. 

Sus palabras, aunque sin emociones, parecían preguntarle si estaba segura. 

La mirada de la [Única Corona] fue decidida.

-[Eterna debe ser su memoria]. 

La figura con la pluma y el libro asintió. 

- Por [Una eterna memoria].

..

.

Fin.
























Sistema IADonde viven las historias. Descúbrelo ahora