Sistema IA

94

Ocho horas desde la caída de la sexta gran ciudadela.

Las [Coronas] de las tres familias reinantes restantes se encontraban sentados alrededor de una misma mesa acompañados de sus propios generales, sus rostros, mas haya de tener su característica arrogancia y tranquilidad, se mostraron sumidos en un malestar imposible de disimular.

Y aunque parecieran encontrarse todos, hubo una figura que no estaba presente en el lugar. 

Esto llamo la atención de todos, por lo que de manera despectiva uno de ellos comento.

-Hump, veo que uno de tus comandantes no se encuentra a tu lado. ¿Debo suponer que ha huido como un cobarde?.

Quien dijo estas palabras no fue otro que la sexta [Corona] ,quien en un despectivo y molesto humor miro el asiento vacío al lado de la séptima [Corona].

A lo que, el mismo lo miro con ojos penetrantes ante la obvia provocación.

Pero incluso antes que respondiera, la quinta [Corona] golpeo la mesa con su mano sacudiendo toda la habitación.

-¡Sexto!, éste no es el momento para buscar peleas con el séptimo. ¡Mientras tu haces un berrinche, el ejercito de [El Árbol] se encuentra en camino hacia aquí!. ¡¿Acaso crees ser el único que perdió muchas cosas?!. ¡Como tu, mi ciudadela fue arrasada por esos malditos, y casi la totalidad de mi gente fue consumida y corrompida!. ¡Pero no por ello rebusco en mis rencores anteriores con ustedes!.

Tras sus palabras, la sexta [Corona] hizo un ,tsk, antes de apartar la mirada con enfado. Esto hizo que el ambiente se volviera aun mas pesado.

Tal cosa fue algo que pese a la situacion actual, no podía ser del todo remediada. Como antiguos rivales, la tensión como el disgusto que se tenían entre si fue inevitable.

Tras mantenerse todo en silencio por unos segundos, la quinta [Corona] volvió a tomar las riendas de la palabra.

-Entonces, ¿Por qué Yoahk no se encuentra?. Debes saber a lo que nos enfrentamos, no podemos permitirnos la falta de nuestros mejores guerreros.

Tras ser cuestionado nuevamente, la séptima [Corona] no pudo evitar fruncir sus cejas. Ciertamente, hubo una discrepancia en lo que respecta con Yoahk.

El mismo, día a tras, había dicho que encontro pruebas incriminatorias hacia las [Tres familias]. Pero dicho mensaje solo vino de mano de uno de sus seguidores, no de él mismo. 

Junto a esas palabras, también vinieron otras mas, las cuales exclamaban su enfado como sus intenciones de tomar el castigo por sus manos. Y fiel a su carácter, no espero un segundo antes de moverse por cuenta propia junto a un numero reducido de sus propios guerreros.

Esto no supuso nada grave, si fuese otra la situacion, pero la actitud impulsiva de Yoahk atrajo muchos problemas.

El era un comandante, uno de los guerreros mas poderosos de los cuales disponía la séptima corona. Su falta ante tal situacion critica a la que se enfrentaban, no podía ser tomado como algo bueno a la vista u opinión.

Tras enterarse de dicho hecho, la séptima [Corona] se había decidido a reprenderlo duramente con sus palabras, pero desde entonces, no hubo mas señales del mismo.

Esto inevitablemente trajo los peores pensamientos.

Si realmente las [Tres familias] tenían algo que ver con los parásitos, entonces fue alta la probabilidad en la que Yoahk se haya encontrado con ellos. Lo que le llevaría a enfrentarse a un enorme numero de enemigos por su propia cuenta.

Esto podría responder el porque no había vuelto aun, tal vez ya había muerto o aun se encontraba luchando. Pero la información proveniente de los [Talladores], no fue para nada algo que lo ayudo a entender la situacion en la que se encontraba.

Cada guerrero de la séptima corona disponía de su propia piedra de sangre, la cual se encontraba depositada en el interior de la gran [Catedral del sacrificio]. Dichas piedras fueron un representante de sus vidas, si las mismas se rompían, eso significo la muerte de sus dueños.

Y la noticia de que todas las piedras de sangre pertenecientes a los guerreros que acompañaron a Yoahk se habían roto, salvo el suyo, lo lleno de dudas.

Esto genero dos posibles situaciones.

Yoahk se encontro con el enemigo y se enfrento a ellos con sus guerreros, ante la superación de la otra parte, todos cayeron salvo el mismo. Tal vez en la batalla resulto gravemente herido por lo que le dificulto la vuelta.

La segunda, es que, aun con la caída de todos sus guerreros. Yoahk aun se mantenía luchando en el frente, evitando que la ciudadela de la séptima corona sea tomado por la retaguardia.

Y los informes provenientes de los vigilantes estacionados en las fronteras fue algo que lo avalo. Ya que desde que comenzó la guerra contra el ejercito de abominaciones, no hubo rastros de ellos proviniendo desde las partes bajas.

En ningún momento se le ocurrió o siquiera paso por sus pensamientos que Yoahk había sido capturado, ya sea por los parásitos o las [Tres familias]. Considerando su fuerza y el enemigo al que se enfrentaba, tal hecho no era posible.

-Mi comandante Yoahk no se encuentra debido a que esta haciendo frente a los parásitos de las zonas bajas. Es gracias a él que hasta el momento no hemos tenido que vernos rodeados desde ambos flancos. 

Tal fue su certeza sobre sus propios pensamientos y confianza en su comandante, que la séptima [Corona] se atrevió a decir dichas palabras llenos de firmeza. como si fuesen una verdad incuestionable. Aun cuando realmente no lo hubiera confirmado.

Verlo de éste modo molesto a la sexta [Corona]. Ya que entendió el mensaje que la otra parte le estaba dando.

-¿Es así?. Veo, debo agradecerte a ti y a tu comandante Yoahk por ser tan previsivos. 

Aunque se mostro dudoso, la quinta [Corona] soltó unas palabras inesperadas de agradecimiento.

  -Entonces volvamos al asunto principal. La caída de las demás [Coronas] es de hecho grave. Ahora mismo nos encontramos acorralados, y sin otros medios mas que "eso". Llegados a éste punto, no creo que tengan alguna objeción. ¿Verdad?.

Mirándolos de reojo, la quinta [Corona] permaneció unos segundos en silencio, dándoles dicho tiempo para que pudieran responder si así lo deseaban. Pero tras ver que no mostraron intención, continuo.

-El legado de las [Siete Coronas] no debe perderse, aunque eso signifique abandonar éste mundo como el otro. Por ello el rito debe ser realizado. Es hora de que devolvamos las coronas al [Rey].

Al finalizar, la quinta [Corona[ llevo su mano sobre su cabeza, y tras un movimiento de agarrar algo con sus manos, algo fue arrancado.

Tras tomarlo, lo presento sobre la mesa, y tras abrir su puño cerrado, lo que fue un fragmento de una corona dorada se volvió visible.

La misma, pese a parecer estar hecha de oro, tenia un aspecto simple mas haya de ese. Pero un aire de misterio la rodeaba mientras flotaba en el espacio.

Los otros hicieron lo mismo, y de esa manera otros dos fragmentos fueron presentados. 

Los comandantes que se encontraban presenciando esto miraron todo con asombro. Pero no se atrevieron a soltar un solo sonido al respecto. 

-Tck, aun nos faltan los otros cuatro fragmentos. Debido a la muerte de esos inútiles, ahora todo se ha complicado.

La quinta [Corona] mostro desprecio en sus palabras, pero los demás solo lo ignoraron.

-Eso no importa, solo debemos llamarlos nuevamente. Entonces movámonos.

Sin decir una palabra mas, las tres [Coronas] se levantaron y abandonaron la habitación junto a sus comandantes.