Acacia.
Mi mente no deja de pensar en Cibran, él está buscándome y estoy segura de que no me dejará en paz hasta que esté completamente fuera de su alcance o en este caso muerto.
El griego a mi lado quien conduce solo mira al frente, ahora, soy su prometida, mierda, la prometida de Agapios Thalassinos, el hombre al que le baile como si el fin del mundo fuese a suceder, le baile como si nos conociéramos desde hace años, y ahora resulta es el hermano de una de las chicas que más adoro y amo en esta vida y no sólo eso, ahora, es mi prometido.
-¿en verdad eres un mafioso?- pregunto, siento su mirada rápidamente en mi para después mirar una vez más a la carretera.
-ya te lo dije, Acacia- responde- lo soy.
-¿matarás a Cibran?- pregunto, ¿cómo mierdas iba a lidear con esto de un día a otro?, ayer era una muñeca prisionera en un burdel y hoy estoy comprometida con una mafioso y no cualquier mafioso, sino el líder de la mafia griega.
-primero lo torturaré- responde mientras continúa conduciendo- y después lo mataré.
Trago saliva, sus palabras solo son así, frías y con firmeza.
Naia se reuniría con sus amigas, la entendía, quería ver a sus amigas después de todo este tiempo así que algunos hombres de seguridad la llevaron hasta casa de nuevo, yo estaba aquí, junto a Agapios sin saber hacia dónde conduce.
Naia sabía la verdad ahora, su hermano le había dicho todo, ella reaccionó bien y dijo que si era la mejor forma de mantenerme a salvo entonces estaba de acuerdo, también acordamos que no mencionariamos nada sobre mi estadía en Casa de muñecas, para todos a partir de hoy soy la prometida del griego, no la mujer que rescató de un burdel.
-¿ser tu prometida que implica?- pregunto mirando por la ventanilla.
-¿a qué te refieres exactamente?- pregunta.
Volteo a mirarlo.
-si soy tu prometida, ¿tengo que seguir algún programa? No sé, algo como eso- suelto, estaba nerviosa, no conozco a este hombre y tampoco podía googlear "pasos a seguir para ser la prometida de un mafioso".
-solo debes de ser mi prometida- él responde- decir que me dijiste que sí y ya.
-¿qué diremos cuando pregunten cómo nos conocimos?- pregunto y él voltea verme con rapidez para después mirar de nuevo la carretera.
-eso te lo dejo a ti- responde- dime, las mujeres son cursis y románticas, siempre quieren todo con rosas y chocolates- suelta con cierto fastidio- así que tú encargate de eso.
Elevo una ceja y aclaro mi garganta.
-bien- respondo mientras me acomodo en el asiento del copiloto.
Comienzo a pensar por algunos minutos, minutos donde sólo se escuchan los neumáticos sobre el asfalto.
-diremos que nos conocimos en una carrera- respondo- eres amante de los autos al igual que yo- explico- podremos decir que yo trabajaba vendiendo golosinas y te tire una soda encima.
-eso es tan cliché- responde y sonrío.
-y del cliché nacen las mejores historias- respondo y de inmediato me arrepiento- pero no somos el caso- arreglo lo que he dicho de inmediato.
-está bien- responde- ¿qué más?
-bueno, te tire una soda y...
-terminamos follando en el baño- interrumpe.
-¿¡qué!?- pregunto- ¡no!- suelto intentando no reír- eso no pasará en nuestra historia ficticia- veo como sonríe un poco pero de inmediato borra esa sonrisa- además, no podemos ir por allí diciendo que nos enamoramos con una cogida en el baño de una carrera.
ESTÁS LEYENDO
Dueño de ti
RomanceAgapios Thalassinos, líder de la mafia griega, un Adonis con toda la extensión de la palabra, amante de los autos y la tortura. ¿Qué pasará cuando el líder griego tenga en su vida a una mujer como Acacia Pride?¿podrá sucumbir ante el deseo que eman...