Capítulo 09

80K 5.3K 1.9K
                                    

Acacia.

Mi mente no deja de pensar en Cibran, él está buscándome y estoy segura de que no me dejará en paz hasta que esté completamente fuera de su alcance o en este caso muerto.

El griego a mi lado quien conduce solo mira al frente, ahora, soy su prometida, mierda, la prometida de Agapios Thalassinos, el hombre al que le baile como si el fin del mundo fuese a suceder, le baile como si nos conociéramos desde hace años, y ahora resulta es el hermano de una de las chicas que más adoro y amo en esta vida y no sólo eso, ahora, es mi prometido.

-¿en verdad eres un mafioso?- pregunto, siento su mirada rápidamente en mi para después mirar una vez más a la carretera.

-ya te lo dije, Acacia- responde- lo soy.

-¿matarás a Cibran?- pregunto, ¿cómo mierdas iba a lidear con esto de un día a otro?, ayer era una muñeca prisionera en un burdel y hoy estoy comprometida con una mafioso y no cualquier mafioso, sino el líder de la mafia griega.

-primero lo torturaré- responde mientras continúa conduciendo- y después lo mataré.

Trago saliva, sus palabras solo son así, frías y con firmeza.

Naia se reuniría con sus amigas, la entendía, quería ver a sus amigas después de todo este tiempo así que algunos hombres de seguridad la llevaron hasta casa de nuevo, yo estaba aquí, junto a Agapios sin saber hacia dónde conduce.

Naia sabía la verdad ahora, su hermano le había dicho todo, ella reaccionó bien y dijo que si era la mejor forma de mantenerme a salvo entonces estaba de acuerdo, también acordamos que no mencionariamos nada sobre mi estadía en Casa de muñecas, para todos a partir de hoy soy la prometida del griego, no la mujer que rescató de un burdel.

-¿ser tu prometida que implica?- pregunto mirando por la ventanilla.

-¿a qué te refieres exactamente?- pregunta.

Volteo a mirarlo.

-si soy tu prometida, ¿tengo que seguir algún programa? No sé, algo como eso- suelto, estaba nerviosa, no conozco a este hombre y tampoco podía googlear "pasos a seguir para ser la prometida de un mafioso".

-solo debes de ser mi prometida- él responde- decir que me dijiste que sí y ya.

-¿qué diremos cuando pregunten cómo nos conocimos?- pregunto y él voltea verme con rapidez para después mirar de nuevo la carretera.

-eso te lo dejo a ti- responde- dime, las mujeres son cursis y románticas, siempre quieren todo con rosas y chocolates- suelta con cierto fastidio- así que tú encargate de eso.

Elevo una ceja y aclaro mi garganta.

-bien- respondo mientras me acomodo en el asiento del copiloto.

Comienzo a pensar por algunos minutos, minutos donde sólo se escuchan los neumáticos sobre el asfalto.

-diremos que nos conocimos en una carrera- respondo- eres amante de los autos al igual que yo- explico- podremos decir que yo trabajaba vendiendo golosinas y te tire una soda encima.

-eso es tan cliché- responde y sonrío.

-y del cliché nacen las mejores historias- respondo y de inmediato me arrepiento- pero no somos el caso- arreglo lo que he dicho de inmediato.

-está bien- responde- ¿qué más?

-bueno, te tire una soda y...

-terminamos follando en el baño- interrumpe.

-¿¡qué!?- pregunto- ¡no!- suelto intentando no reír- eso no pasará en nuestra historia ficticia- veo como sonríe un poco pero de inmediato borra esa sonrisa- además, no podemos ir por allí diciendo que nos enamoramos con una cogida en el baño de una carrera.

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora