Acacia.
-siempre metiéndote en problemas- Atenea frente a mi habla, se cruza de brazos y solo me mira.
-¿qué haces aquí?- susurro intentando procesar lo que está pasando.
-eso es lo de menos, Cacia- queda frente a frente conmigo, sus ojos grises me analizan como si intentara ver más allá de estos, alejo la mirada y suelta una carcajada- los años pasan y sigues buscando problemas a donde sea que vayas.
-eres la menos indicada para decirlo, ¿no crees?- suelto molesta.
-¿qué clase de Pride sería si no me meto en problemas cada cinco minutos?- eleva una ceja acomodando su cabello castaño.
-¿qué haces aquí?- pregunto de nuevo, esta vez lo hago con más firmeza en mi voz.
-ayudo a Cibran- responde con simpleza, mis ojos se abren más de la cuenta sin creer en sus palabras.
-mientes- susurro implorando que sea una mentira- no puedes estar de su lado- las lágrimas se acumulan en mis ojos- tú no puedes traicionarme de esta manera.
Se mantiene en silencio algunos minutos y cuando finalmente está dispuesta a abrir la boca otra voz la hace callar.
Cibran entra por la puerta para después encender la luz y mirar a ambas.
-las mellizas Pride finalmente se han reencontrado- una sonrisa se pinta en su rostro- Atenea y Acacia Pride, que halagado me siento de tener a dos diosas a bordo.
Mi vista no se despega de Atenea, no me mira y solo siento como las lágrimas amenazan en mis ojos.
-dime que no es cierto- suelto en dirección de mi melliza- ¡dime que no lo hiciste!
-¿en verdad quieres una respuesta que ya conoces?- pregunta, lentamente gira hasta mi, los ojos grises que compartimos coinciden.
Niego con la cabeza.
-¿por qué?- mi voz se rompe- ¡¿por qué?!
Intento acercarme pero saca un arma y apunta en mi dirección.
-un paso más y juro que te perforo- amenaza.
-tú no puedes traicionarme de esta manera- el dolor en mi pecho comienza a crecer- ¡eres una traidora!
-¡ellos murieron y tú nunca me lo dijiste!- grita en mi dirección- ¡yo merecía saberlo!
-¡tú te fuiste!- suelto- ¡tú nos dejaste, tú huiste!
-¡eran mis padres también!- las lágrimas se acumulan en sus ojos- ¡yo merecía saber lo que había pasado!
Ambas nos quedamos en silencio, mira a Cibran.
-llévatela antes de que accidentalmente una bala atraviese su abdomen- habla hacia el pelirrojo, guarda su arma y comienza a caminar hacia la salida de la habitación.
-At, no- intento acercarme pero Cibran me toma por la cintura- ¡At, por favor!- veo su espalda mientras se aleja, comienzo a forcejear con el pelirrojo- ¡por favor, Atenea, por favor, no me dejes aquí!
Cibran me lanza hacia el piso, da una patada en mi abdomen haciendo callar mis gritos.
-¡te dije que pagarías caro si me hacías quedar mal!- una patada más, comienzo a volverme un ovillo en el piso.
Veo como entran algunos hombres más.
-recuérdenle lo qué pasa cuando se juega conmigo- ordena, intento ponerme de pie.
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Dueño de ti
RomanceAgapios Thalassinos, líder de la mafia griega, un Adonis con toda la extensión de la palabra, amante de los autos y la tortura. ¿Qué pasará cuando el líder griego tenga en su vida a una mujer como Acacia Pride?¿podrá sucumbir ante el deseo que eman...