Capítulo 58

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Acacia.

Miro el mapa que descansa sobre la mesa, durante estos días lo único que podía hacer es pensar en Cibran, no de una buena manera, por supuesto. 

Las pesadillas estaban regresando y cada vez lo hacían con mayor intensidad, cada vez los sueños se tornan más fuertes, los recuerdos se hacen presentes haciendo que todo se sienta como si fuese real de nuevo y odio eso, odio la sensación de que todo se sienta tan real, de que las cosas se sientan como si las estuviese viviendo en carne propia de nuevo. 

Masajeo mi sien cansada, estoy en la oficina de Agapios, el mapa sigue en el mismo lugar de siempre, sobre la mesa, lo único que hago es mirar este, miro cada espacio disponible de Atenas pero no logro pensar en el posible sitio en el que ese hijo de puta está. 

Ato mi cabello en una coleta mientras me dejo caer en el respaldo de la silla en la que estoy, esto es más frustrante a cada día que pasa. 

-hola- miro a las dos mujeres que entran por la puerta de la oficina; son Ava y Naia. 

-hola- suelto intentando sonreír aunque sea un poco pero no lo logro. 

-¿sigues aquí?- Naia pregunta mientras toma asiento en una de las sillas frente a mí. 

-¿quieres algo de comer?- Ava pregunta tomando asiento también. Niego con la cabeza, no tengo hambre. 

Las tres miramos el mapa en la mesa, permanecemos en silencio solo con la mirada clavada en este. 

-¿si fueras Cibran en dónde te esconderías?- pregunta mi cuñada, levanta lentamente la vista y nos mira- ¿dónde se esconderían?

Ava, Naia y yo nos quedamos pensando. 

-no tengo ni una puta idea- responde Ava después de unos minutos- ese hijo de puta siempre sabe salirse con la suya. 

Acaricio a Zeus quien ha entrado al despacho también, mi bebé ya está mejor y como si nada hubiese pasado. 

-Agapios se ha encargado de todas y cada una de las propiedades que tiene- respondo yo mientras el akita se monta en la silla a mi lado para que siga acariciándolo- sus escondites se han ido a la mierda. 

-bueno- habla Naia de nuevo- si queremos encontrarlo debemos de pensar como él- la mirada de ambas caen sobre mí. 

Trago saliva mientras suelto un suspiro lento. 

-siendo así- comienza Ava- fui la que más años estuvo en el burdel- suelta- sabemos que Cibran tenía burdeles alrededor de todo Europa. 

-ninguno de sus burdeles existe más- respondo- todos están hechos cenizas- y no miento, Agapios se había encargado de la gran mayoría mientras que otros tantos habían sido terminados por Raffael Morelli.

-por tal motivo no creo que salga de Grecia- habla de nuevo- no tiene nada más- continúa y levanto la mirada viéndola- si sus burdeles afuera siguieran en pie apuesto a que ya hubiese dejado Atenas para esconderse en cualquiera de ellos, las propiedades aquí son mierda ahora también. 

Asiento. 

-la única razón por la que continúa en Atenas es por ti- me mira. 

-lo sé- suelto en voz baja. 

-odio decirlo- comienza Naia ahora- pero, eres tú quien más cercana a él era- no digo más- debe haber algo, ¿no?

-Karius dijo que estaba más cerca de lo que podía imaginar- comienzo- los hombres en casa de gitanas dijeron que era él quien planeaba las reuniones en donde se veían pero ninguno sabía en donde se esconde. 

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora