Dueño de ti

Capítulo 74

Agapios.

La ubicación de Acacia finalmente se detiene en uno de los puertos de Atenas, Neo sin esperar más comienza a conducir hasta allá mientras somos seguidos por el resto de mis hombres.

Habíamos estado toda la noche siguiendo la ubicación pero esta se movía cada vez más y es hasta hace unos minutos cuando finalmente se detuvo dándonos la oportunidad de ir hasta ellas.

No dejo de ver el punto rojo en la pantalla de mi celular, no dejo de mirarlo, no quiero que se mueva de nuevo.

Neo maneja y es hasta unos minutos cuando finalmente llegamos al puerto. Bajo de inmediato tomando mi arma y miro a mi alrededor, no hay nadie aquí.

-¡Acacia!- grito, no hay nada en el mar así como no hay nada a mi alrededor.

-¡Agapios!- escucho como gritan mi nombre, mis sentidos se alertan y camino con rapidez- ¡ayuda!

Veo como Neo corre hasta un punto detrás del puerto, voy hasta él también.

-Naia- miro a mi hermana, está golpeada, su ropa está rota y las lágrimas no dejan de bajar por sus mejillas, sus manos están llenas de sangre mientras aprieta algo en el abdomen de Ava- ¡al hospital ya!

Grito y de inmediato Neo toma a Ava llevándola consigo, mi hermana me abraza y beso su coronilla, mis sentidos no dejan de alarmarse al no verla a ella.

-¿dónde está Acacia?- miro a nuestro alrededor esperando verla- Naia, ¿fue a buscar ayuda?- miro la pantalla de mi celular, el punto rojo se marca aquí.

Naia mete la mano en su bolsillo y después me muestra el chip del jeep de Acacia. La miro y solo comienzo a negar con la cabeza.

-no- suelto en un susurro- dime que no es lo que estoy pensando.

-ella se fue con Cibran- suelta- será Medusa de nuevo, Cibran y ella hicieron un trato, ella ofreció nuestra libertad a cambio de...- se calla.

-¿a cambio de qué?- pregunto.

Naia comienza a llorar aumentando más mi preocupación.

-a cambio de ser la mujer de Cibran- la miro al mismo tiempo que una presión comienza a crecer en mi pecho- él la quiere como su mujer. Él nos dejó ir solo porque Acacia aceptó ser su mujer y darle un hijo.

-¿un hijo?- pregunto y ella asiente.

-él le dijo que debe ser la madre de uno de sus hijos, quiere un bebé con Acacia.

Una carcajada sarcástica sale de mi garganta. El enojo y la desesperación hacen acto de presencia.

-si no tiene un hijo conmigo ¿qué te hace pensar que voy a dejar que tenga un bastardo con ese hijo de puta?- mi mandíbula se tensa.

Miro el puerto, ¿dónde mierdas voy a buscarla ahora? Siento como mis ojos arden y solo niego apretando estos.

Mi celular suena, lo tomo y respondo la llamada.

-cariño- la voz del otro lado aumenta mi mal humor- ¿qué ha pasado, te han comido la lengua?

Lux Onasis habla del otro lado de la línea.

-seré breve- suelta- estoy en el almacén de Keelan Lincer, ven, tengo una sorpresa para ti.

-¿qué te hace pensar que iré solo porque lo has pedido tú?- suelto entre dientes.

-te daré un pequeño adelanto del porqué debes venir- suelta.

Escucho algunos pasos y finalmente una voz del otro lado hace que mi cuerpo se tense.