Capítulo 83 (PARTE 02)

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ADVERTENCIA ANTES DE QUE COMIENCES A LEER ESTE CAPÍTULO.

Okaaaay, de nuevo yo, sí, ya sé que molesto mucho, pero, ¿qué puedo decir? Es parte de mí, soy leo, JAJAJAJA. 

Yaaaa, mood serio, la advertencia sigue siendo la misma que la de la parte 01. Si eres sensible, no te gustan estas escenas o no van contigo, sáltate este capítulo y pasará lo mismo con los capítulos que comiencen de esta misma manera; cuando veas un capítulo que ya NO tenga advertencia significa que hemos terminado y que ya podrás leer tranquilamente. 

Tengan en consideración que se los estoy advirtiendo, chikas y chikos, lo digo porque sé que hay personas sensibles a estos temas y no quiero que pasen un mal rato. 

No se sientan en la obligación de leer solo porque quieren apoyarme o porque crean que deban hacerlo, nada será más importante que el hecho de que ustedes estén bien y no pasen un mal rato. 

La lectura es para disfrutarla, si estas escenas no te gustan no habrá problema alguno si no lees, en verdad, lo único que quiero es que estés bien y disfrutes la lectura, que para eso es. 

Sin más que decir, disfruten esta segunda partecita.


Agapios. 

Miro a las mellizas Pride frente a Rea Zabat quien no puede dejar de llorar desde que asesinamos al bastardo de su hijo. 

-fue una lastima que tuvieses que meter tus narices donde no te llamaron- Atenea habla mirando a la rubia- lo único que tenías que hacer era desaparecer de nuestras vidas, pero, en lugar de eso preferiste seguir interfiriendo. 

Acacia solo desprende odio, sus ojos grises están más oscuros de lo que alguna vez estuvieron, se mantiene de brazos cruzados junto a su hermana. 

-Lexie y Eudor no tenían la culpa de tus mierdas- suelta mi esposa con odio- hiciste que Atenea se fuera de Grecia, la convertiste en la presa de un cazador- se acerca lentamente a ella- mataste a mis padres y me condenaste a un infierno de soledad y tristeza. 

-le negaste a Keelan la oportunidad de saber la verdad- complemente Atenea- no lo conocimos pero seguramente desde donde sea que esté también debe de anhelar este momento tanto como nosotras. 

-deberían de agradecerme- Rea habla entre sollozos- gracias a mí ambas son fuertes y poderosas ahora. 

Ambas sueltan una carcajada cargada de ironía. 

-¿crees eso?- pregunta Atenea- ¿en verdad crees que fue gracias a ti? No te lo negaré- continúa- soy fuerte y poderosa, soy una maldita diosa pero eso no fue gracias a ti, nada de esto ha sido gracias a ti. 

-las mellizas Pride somos indestructibles- Acacia habla acercándose a la mesa de metal detrás de ellas- somos mentirosas y seductoras como tú- toma una navaja mientras da la vuelta lentamente con la navaja en alto, lo suficiente para que Rea pueda verla- lamentablemente tenemos algunos rasgos de ti. 

-buenas mentirosas y con ojos hipnotizantes capaz de someter hasta al más grande demonio, ¿no es así?- complementa Atenea- pero apuesto a que también compartimos rasgos de Keelan. 

Yo puedo confirmar eso. 

-tales como la sangre fría, las ganas de matar- continúa Acacia- las ganas de vengar a los nuestros. 

-y de poner el mundo a arder- su melliza suelta. 

Acacia se acerca a ella, toma una de sus manos y la levanta mientras comienza a detallar esta, miro como sus ojos grises miran cada uno de los dedos para después lentamente con la navaja que lleva en mano comenzar a cortar uno por uno. 

Rea comienza a gritar, no dejo de mirar la escena, Acacia disfruta lo que hace, su mirada hace saber a todos que lo está disfrutando, sus manos se llenan de sangre al igual que el piso debajo de ella. 

-tu castigo comenzó desde que te tocó presenciar la muerte de tu hijo- suelta mi esposa mientras veo como el primer dedo cae al piso, continúa con el siguiente. 

Atenea camina hasta el lado contrario en donde toma la otra mano para comenzar a hacer lo mismo que su melliza. 

Miro como ambas arrancan dedo por dedo, el olor a sangre se hace presente de un minuto a otro, ambas se miran y una sonrisa retorcida se pinta en sus rostros.

Veo como Afrodita levanta el brazo de Rea y lo dobla hasta atrás y con fuerza haciendo que este truene cuando logra fracturarlo, lo suelta con brusquedad haciendo que la rubia llore aún más y grite con aún más fuerza. 

En cambio, Atenea hace una herida enorme a lo largo de todo el brazo de la rubia, la sangre comienza a pintar y hacer contraste con la piel blanca de aquella mujer. 

-no me preocupa mucho tu castigo- suelta Acacia quedando frente a ella y limpiando sus manos ensangrentadas- el dolor que sientes en tu interior me hace sentir satisfecha, porque sé de primera cuenta que nada jamás se va a comparar al dolor de perder a alguien que amas- esas últimas palabras son dadas con dolor completo. 

-pero eso no quita el hecho de que queramos divertirnos un pequeño rato- Atenea habla acercándose más a la rubia, comienza a pasar el filo de su navaja a través de toda su mejilla contraria a donde Acacia ya había cortado. 

Me quedo estático mirando como Acacia de un momento a otro se acerca a la rubia, la obliga a abrir la boca y veo como toma su lengua.

-me das asco- comienza ella- me da asco saber que tú nos trajiste al mundo, me da asco saber que comparto sangre con una mujer como tú- levanta su navaja lentamente. 

Rea comienza a removerse pero Atenea la toma y la inmoviliza dejando que su hermana mayor prosiga con lo que ha iniciado.

-querías guardar secretos y llevártelos hasta la tumba, ¿no?- continúa mi esposa- bien, voy a complacerte en eso. 

Miro como su navaja comienza a acariciar lentamente la lengua de la mujer de cabellera rubia que es su progenitora, es de un segundo a otro cuando la sangre comienza a aparecer a medida que Acacia comienza a cortar esta. 

Rea se remueve aún más mientras llora y Atenea solo la sostiene con más fuerza mientras que con una de sus manos toma su cabello con dureza para que no baje la cara. 

Solo veo como aquel trozo de carne rosado y ahora lleno de sangre cae al piso, Acacia lo aplasta con su bota y clava sin más su navaja en uno de los ojos de Rea. 

-gracias por la maldición en los ojos- suelta mientras le arrebata su navaja a Atenea y la clava en el otro ojo de Rea.

La sangre baja y corre por sus mejillas mientras que su boca está completamente pintada de rojo y de la misma manera. 

Acacia se hace a un lado, su rostro tiene una expresión fría y dura, solo limpia sus manos mientras mira a la rubia. 

Atenea suelta a Rea quien de inmediato se desploma en el piso, mientras se retuerce y la sangre sigue saliendo de las heridas que las mellizas acaban de hacer. 

La melliza menor se acerca a la mesa y toma una daga, se acerca a Rea de nuevo y toma su cabello jalándolo hacia ella y levantando su rostro, expone su cuello y clava la daga con fuerza para después sacarla de un solo movimiento haciendo que la sangre bote de inmediato. 

-por nuestros padres- suelta arrojándola al piso de nuevo- y por Keelan. 

-tómenla y cuélguenla de cabeza- ordena Acacia a unos hombres a la distancia quienes asienten y se acercan de inmediato a cumplir las ordenes de su jefa.

-y déjenla así hasta que muera- complementa Atenea de la misma manera. 

Ambas se miran de nuevo y solo muestran unas sonrisas llenas de poder, el porte que optan es el mismo porte que nos confirma a todos aquí que son hijas de Keelan Lincer. 


Capítulo nuevo.

Nos leemos pronto. 

-Neftali. 

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora