Capítulo 54

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Acacia.

-vas a estar bien, mi precioso- acaricio el pelaje de Zeus, estaba en la clínica veterinaria, afortunadamente, Zeus está bien, sigue en observación ya que presenta una hinchazón en la pata donde la víbora mordió, al igual que presenta un poco de vomito. 

El akita americano solo suelta un pequeño gruñido, me inclino a besar su cabeza para después mirar hacia la puerta por donde entra Agapios sosteniendo la correa de Hera, la perra de la vecina.

-¿qué te dijeron?- pregunto sin levantarme de mi lugar. 

-está todo en orden- responde- los cachorros y ella lo están. 

Se acerca, mi Zeus levanta un poco la cabeza y mira a la perra que se para en sus patas traseras y lo mira. 

-tus bebés están bien, príncipe- suelto aún acariciando su pelaje.

Hera comienza a lamer la pata de Zeus quien solo vuelve a acostarse sobre la mesa en la que está. 

-tenemos que irnos- habla Agapios acariciando también a su fiel compañero.

No quería irme, han pasado dos días desde el ataque de la serpiente, en unos días más finalmente podremos llevarnos a Zeus a casa. 

Estamos con él por algunos minutos más hasta que finalmente nos vamos para que descanse.

El camino en el jeep solo es en silencio, antes de llegar a la mansión Agapios se detiene a dejar a Hera con nuestra vecina y después de unos minutos finalmente llegamos a la mansión.

Bajamos de esta y solo caminamos hasta adentrarnos, el día anterior me había encargado de los hombres que se habían aliado con Cibran, asesiné a esos hombres y no me arrepiento. 

Subo hasta la habitación y una vez aquí me dejo caer sobre la cama, estaba cansada y harta; Cibran comenzó a ir más allá, me quería a mi y está metiéndose con los que amo, eso es lo único que hacía falta para hacerme encabronar.

Descubrimos que la serpiente estaba dirigida para Maya, pero, ella iba de salida cuando le entregaron la caja, pidió que la dejaran aquí y más tarde pasaría por ella pero antes de que eso pasara Zeus ya había descubierto lo que esta tenía. 

Agapios disparó a la serpiente antes de que esta pudiese acercarse más a mí, después de eso lo primero que hicimos y sin esperar ni un solo puto segundo fue llevar a Zeus al veterinario, todo fue un martirio, estaba inconsciente; el veterinario nos dijo que no era grave, este tipo de víboras no suelen ser letales para perros del tamaño y volumen de Zeus pero eso no evito el hecho de que le ocasionara una hinchazón, sigue en observación.

Mi cabeza no deja de pensar en el hecho de que Cibran tenía la intención de molestarme atacando a Maya, sé un poco de ese hombre, lo suficiente para estar segura de que al hacerlo está lanzándome una advertencia también, siempre lo hizo así, si quería desquitarse con alguien usaba a una persona importante para esa persona; Ava y yo lo pasamos algunas veces, siempre que quería "castigarnos" lo hacia con nosotras, él sabía que Ava es importante para mí así como yo lo soy para Ava, por esa razón, siempre que quería darnos una lección nos usaba, si quería desquitarse conmigo dañaba a Ava y si quería desquitarse con Ava me dañaba a mi, eso para él era el karma perfecto. 

Esta vez me había jodido por completo, mandó a Zeus al hospital e intentó tocar a Maya, esta vez no se lo dejaría pasar, esta vez no me quedaría de brazos cruzados esperando a que Agapios sea quien se encargue, esta vez soy yo quien quiere terminar por completo con él. 

¿Por qué? Me he cansado, me he cansado de ser la presa a la que Atenas está cazando, me he cansado de ser la jodida presa que ese hombre del demonio está buscando, lo sé todo ahora, ha ofrecido dinero por quien le lleve a Medusa y no me he quedado atrás, soy yo ahora quien ofrece el doble por él. 

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora