Capítulo 83 (PARTE 04)

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ADVERTENCIA ANTES DE QUE COMIENCES A LEER ESTE CAPÍTULO.

Ya casi terminamos, ya casi terminamos. 


Agapios. 

Abrocho la hebilla de mi pantalón mientras Acacia termina de vestirse, veo como acomoda su cabello mientras se acerca a Cibran para después colocarse su chaqueta ya que su camisa está rota en el piso. 

-¿qué pasa?- pregunta con sorna- ¿por qué esa cara?- miro como toma su quijada y la aprieta mientras lo obliga a mantener la cara al frente.

El rostro del pelirrojo está rojo de coraje, arde de celos y enojo. Me acerco hasta donde Acacia está, miro como sus ojos miran con odio a Cibran; abrazo la cintura de Acacia por detrás, los ojos del pelirrojo de inmediato van hasta mis manos que se enredan en la cintura de la castaña. 

-¿aprendiste como dar buenos orgasmos?- suelto y como respuesta recibo que él intente soltarse removiendo las cadenas que lo sujetan- es una lastima que no puedas ponerlo en practica. 

Comienzo a meter una de mis manos en el interior del vaquero de Acacia, ella solo sonríe mientras dos de mis dedos comienzan a acariciar su feminidad, me inclino y beso su cuello para después morder su lóbulo. 

-déjala- suelta entre dientes Cibran. 

Penetro a mi esposa con un dedo y ella suelta un gemido. 

-mierda- susurra con una sonrisa mientras echa su cabeza para atrás recargándola en mi hombro.

-¿te gusta?- pregunto en su oído mientras comienzo a mover mis dedos en su interior. 

Cibran sigue removiendo las cadenas que lo atan pero todo es solamente un vil intento ya que no conseguirá nada. 

Beso el cuello de Afrodita mientras sigo masturbándola, ella solo gime y jadea, con mi otra mano estrujo uno de sus senos por debajo de su chaqueta. 

-mierda- suelta con la voz agitada- no te detengas, por favor- cumplo sus deseos, no dejo de mover mis dedos en su interior y ella solo es esclava del placer que le doy. 

Miro a Cibran frente a nosotros, sus ojos azules destilan rabia, me mira y solo sonrío con egocentrismo y burla mientras comienza a gritar porque me detenga y deje de tocar a mi esposa. 

Acacia llega a un orgasmo y solo tomo su quijada para atraerla a mí y besarla, sus labios y los míos se mueven con desenfreno mientras saco mi mano de su vaquero, chupa mis dedos y solo sonríe mientras sus ojos grises desprenden placer con completo.

-te amo- habla y sonrío yo ahora para tomar de nuevo sus labios. 

Ambos llevamos nuestras miradas al pelirrojo quien sigue gritando, sus venas se marcan en su cuello y en su sien, Acacia se hace a un lado y solo me acerco a este mientras comienzo a soltar las cadenas que lo atan, Acacia camina hasta la puerta de la habitación, la veo salir para después de unos segundos entrar de nuevo con nuestros hombres. 

Cuando la última cadena que sostiene a Cibran es soltada este cae al piso, después de unos segundos intenta ponerse de pie pero mis hombres son más rápidos en el momento que se acercan a él, lo rodean y comienzan a golpearlo. 

Veo a Neo, a Carter y algunos más de mis hombres golpearlo, se lo pasan uno a uno como si de una pelota de ping pong se tratase, la sangre comienza a manchar el piso, mientras los gritos y quejidos no dejan de hacerse presente, Acacia solo se cruza de brazos mientras mira como sus hombres golpean al hijo de puta que por tanto tiempo le jodió la vida. 

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora