Agapios.
Descontrol.
Esa palabra define a la perfección lo que pasó, las imágenes se reproducen en mi cabeza una tras otra vez, Acacia sobre mi, sus labios junto a los míos, mis manos acariciando su piel suave y tersa por debajo de su vestido.
Estábamos a punto de ir más allá de eso cuando ni siquiera había alguien, quiero decir, no debíamos actuar, solo estábamos ella y yo, y aún así, el caos se desató.
Bebo del vaso con whisky en mi mano mientras estoy en mi oficina, habíamos llegado hace unas horas de aquella fiesta, lo único que pasó después de que ambos bajaramos de la camioneta fue que ella fuera directamente a su habitación y yo me viniera a encerrar aquí.
Joder, paso mis manos por mi rostro, ¿cómo pude dejarme llevar de esa manera? No quería incomodar a Acacia, no quería que ella pensara que soy un puto aprovechado, porque no lo soy, solo me dejé llevar por sus labios, por su cuerpo, por su beso, me deje embriagar por ella y eso había sido un error.
Acacia, es sin duda una mujer hermosa, juro que lo es, es imposible que alguien no pueda reconocer la belleza de esa mujer, pero, lo que más logra atraparme de ella es aquella enigmante mirada gris que se carga, aquellos ojos grises que hacen embobar y caer a cualquiera.
Apuesto a que ella sabe que es hermosa, apuesto a que ella sabe que puede tener a cualquier hombre a sus pies, incluso al mundo si se lo propone.
No podía permitirme ir más allá de lo que debía, esto es una mentira, es un teatro que tarde o temprano terminará, ella es Acacia Pride, la mujer que rescate de un burdel y que ahora mismo me encargo de proteger y yo soy Agapios Thalassinos, el hombre que no debe volver a amar.
No puedo permitirme ir más allá de lo que se supone deberíamos de hacer, no puedo dejarme llevar por los impulsos, no puedo permitirme herirla.
Estaba haciendo tanto por ella, más de lo que alguna vez me había permitido por alguien más, ¿por qué? No tenía una respuesta clara a eso, me intentaba convencer de que todo esto era meramente por el hecho de que ella había ayudado a mi hermana, de que había sido el ángel de Naia en aquel lugar de mierda.
Sentía la necesidad de ayudarla, de protegerla, de encargarme de las personas que la habían hecho sentir como mierda en ese sitio, no lo negaría, temía salir con ella y que se encontrará a alguno de esos hombres con los que tuvo que estar en el burdel y no por mi, no me importaba lo que dijera o pensara la gente sobre mi sino por ella, no quería que ella tuviera que revivir todos esos recuerdos, no sería algo fácil y debía de tomarse su tiempo.
La manera en que se alejo de mi cuando estábamos besándonos, la manera en que ella se disculpó y se alejo solo me dejaron pensando, ¿se debía a todo lo que pasó?¿fue una reacción a lo que ha pasado? Porque de ser así no quiero ser el causante de más malos recuerdos para ella, ya ha tenido bastante.
Verla hablar con Calisto me había hecho enfurecer y no estoy muy seguro porqué, seguramente se debía a que el muy hijo de puta intentaba provocarme de nuevo.
No tengo ni puta idea de qué fue lo que hice para que él me traicionara de la manera en que lo hizo, no tengo ni puta idea del porqué de un día a otro me odio y se metió con mi prometida en ese entonces.
Nunca terminamos de conocer a las personas.
Me pongo de pie después de terminar mi whisky y solo comienzo a subir estas, antes de llegar a mi habitación me detengo en la habitación que pertenece a la castaña, levanto mi mano con la intención de tocar esta pero me contengo, trago saliva y solo termino alejándome, seguramente lo mejor sería eso, alejarme de ella y solo acercarme cuando fuese necesario.
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Dueño de ti
RomanceAgapios Thalassinos, líder de la mafia griega, un Adonis con toda la extensión de la palabra, amante de los autos y la tortura. ¿Qué pasará cuando el líder griego tenga en su vida a una mujer como Acacia Pride?¿podrá sucumbir ante el deseo que eman...