Capítulo 27

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Acacia.

Flashback.

Han pasado dos semanas desde mi llegada al burdel, han pasado catorce días desde que estoy aquí.

-necesito que seas más provocadora, más sensual, que hagas que todos los hijos de puta babeen por ti y pidan más- Ava frente a mi habla, estábamos practicando una coreografía, Ava es quien se encarga de instruirme en esto, desde que Cibran ordenó que sería yo quien ocuparía el show principal- a Cibran no le gustará si te la pasas con esa cara de amargada.

-¿se supone que debería de estar feliz por estar aquí?- pregunto mientras intento cubrir mi cuerpo, solo llevaba una minúscula lencería- ¿se supone que deba de lucir feliz por los hombres que me verán como si fuese un trozo de carne?

Ella traga saliva.

-nadie está feliz de estar aquí, Acacia- responde- nadie está feliz de trabajar en este lugar de mierda, ¿crees que tenemos opción?¿crees que podemos decir 'no' y que entonces será respetada nuestra decisión?- pregunta mientras me mira, su rostro no refleja ningún tipo de expresión.

Soy yo quien traga saliva ahora. 

-¿cuánto tiempo llevas aquí?- pregunto, y ella solo mira hacia otro punto evadiendo mi mirada.

-años- responde con simpleza mientras la escucho con atención- llevo años aquí- su voz se vuelve un susurro.

Miro detalladamente su rostro, recuerdo un poco sobre ella, sus ojos se llenan de lágrimas, lágrimas que sabe disimular a la perfección.

Reconozco su rostro y decido hablar.

-tu familia afuera te buscó por un largo tiempo- comienzo y me mira con rapidez- tus padres estaban preocupados por ti, siempre lo estuvieron- continúo bajo su atenta mirada, me analiza, seguramente estaba asegurándose de que no mintiera- tu hermana, tus padres, ellos llenaron toda Atenas de volantes con tu rostro- informo mientras los recuerdos de hace algunos años regresan, sus padres pidiendo ayuda para encontrar a su hija, acudiendo a programas televisivos, yendo de casa en casa preguntando por ella, haciendo campañas, pegando y repartiendo volante tras volante y esperando cualquier mínima información que pudiesen darles sobre la desaparición de su hija. 

-¿hablas en serio?- pregunta, su voz esta vez se pinta de alegría mientras se acerca- ¿ellos me buscaron?

Asiento con la cabeza, no mentía, por un largo tiempo los volantes con el rostro de Ava fueron tema de conversación en Atenas, hasta que poco a poco el tema se fue dejando a un lado, las autoridades se dieron por vencidas diciendo que lo más probable es que ella estuviese muerta, recuerdo haber visto también su rostro en la televisión mientras horneaba galletas con mi madre. 

-apuesto a que aún siguen haciéndolo- hablo una vez más.

Limpia algunas lágrimas que han logrado salir de sus ojos.

-continuemos- habla ella mientras coloca de nuevo la música que resuena en todo el lugar, no digo más, no refuto y solo dejo que ella me diga que hacer. 

Ava se mueve con tanta confianza, la confianza conmigo nunca había sido ningún problema, sé que valgo y soy mucho, soy bella y me encanta mi cuerpo, así que por eso no tengo ningún problema, me encanta bailar, me encanta la música que me hace mover las caderas, y lo único que me impide concentrarme aquí es eso, que tendré que hacerlo para un montón de hombres que vienen a explotar mi cuerpo.


Miro mi reflejo frente al espejo, miro la lencería que tengo encima, miro como esta no cubre absolutamente nada, trago saliva mientras Ava termina de maquillar mi rostro, termina colocando un rojo carmesí en mis labios y acomoda mi cabello mientras me sonríe un poco. 

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora