Dueño de ti

Capítulo 15

Acacia.

-¿qué estás tratando de decir?- le pregunto al griego mientras me detengo de golpe haciendo que él también detenga sus pasos.

-estoy diciendo que esto no es parte de la actuación- responde- es un regalo para ti.

-¿regalo para mi?- pregunto sorprendida y sin poder creer las palabras que salen de su boca.

-de la familia Thalassinos para ti- habla- de mi para ti.

-¿por qué?- pregunto, no quería ilusionarme pensando que él hacia esto solo porque sí, debía de haber algo detrás de todo, ¿no? Siempre lo hay.

-has dicho que te aburres en la mansión- responde- supongo que esto te puede ayudar a distraerte, además, te encanta hornear, será pan comido para ti.

No sé que decir, las palabras no salen de mi, he quedado totalmente sorprendida.

-acabas de darme un regalo de dos millones de euros- suelto.

-lo hice.

Trago el pequeño nudo en mi garganta.

-Agapios, no puedo aceptar esto- comienzo- es demasiado, la tumba de mis padres, la ropa, el anillo, una cafetería- continúo- es demasiado y yo no quiero aprovecharme de ti ni mucho menos que pienses que solo quiero sacarte dinero.

Sus ojos azules me miran con intensidad mientras suelto todo.

No mentía, por supuesto que me sorprendía todo esto, por supuesto que estaba agradecida, pero, tampoco quería aprovecharme así de las personas que me estaban dando su absoluta confianza y la primera en la lista es el griego.

Suelta un suspiro lento mientras mete sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-sé que a Keelan le encantaría saber que su preciada cafetería está en manos de una mujer como tú- habla- él amaba esa cafetería con su vida entera, merece estar en buenas manos y sé que las tuyas lo son, eres la persona correcta para hacerse cargo de esta- continúa- además, has dicho que no tienes nada más, ahora eres dueña de la mejor cafetería de toda Grecia, ahora tienes más de lo que crees.

-Agap...

-cuando esta mentira termine no deberás de preocuparte de lo que pasará una vez salgas de mi vida- interrumpe- no tendrás que preocuparte por conseguir un empleo, por no tener nada, no tendrás que preocuparte por eso, estarás bien y yo podré estar tranquilo sabiendo que he hecho algo bueno por ti.

Sus palabras son firmes, no despega su mirada de mi, solo habla con tanta firmeza que me hace querer lanzarme a él y no soltarlo.

-llegaste a mi vida como un ángel, Agapios- hablo finalmente- tú y tu familia llegaron a salvar mi vida y jamás podré terminar de pagarles eso.

-nadie te está pasando factura- responde- tú eres un ángel para Naia así que estaremos a mano tarde o temprano.

Miro el folder en mis manos, y sigo sin creerme lo que está pasando, ahora soy dueña de una cafetería y no es cualquier cafetería, es la más importante de toda Grecia.

Trago saliva temerosa.

-¿qué tal si no soy lo suficientemente buena para esto?- pregunto levantando mi mirada y viendo al Adonis.

-bueno, te ayudaré a que lo seas- responde- vamos- toma mi mano entrelazandola con la suya.

Llegamos a la mesa, antes de tomar asiento él le da los papeles a Neo quien se asegura de que estos estén resguardados.

-lo hiciste también porque Calisto iba a comprarla, ¿no?- pregunto al hombre a mi lado quien bebe de su copa con champán.

-no podría permitir que Calisto arruine lo que a Keelan tanto le costó.