Aproveche de que estuvieran los tres para poder sacarme muchas dudas de encima, y quizás con esas palabras, los nervios desaparecerían. Eso había pensado, hasta que estuve cara a cara con ellos. Estaba más nerviosa de lo habitual. Alastor Moody era muy intimidante. Estar cerca de él te daba miedo. Sabía que era muy bueno en su trabajo, y no dejaba pasar por alto ninguna mínima desobediencia.
- Señor Moody. - Tenia la voz temblorosa. - podría mostrarle lo que he avanzado. - Tanto él como el señor Dumbledore estaban asombrados por lo que dije. Más porque anteriormente me desmayé delante de ellos.
- ¿Estas preparada? No soy como tus profesores. Con el más mínimo error, esa varita será confiscada. - Sabía porque lo decía. Físicamente no se me notaba segura.
- Se que no demuestro confianza, pero puedo intentarlo. Necesito vencer mis miedos. - Mi hermano sonrió por esa respuesta.
- Muy bien. - Dejó su taza de café a un costado. - Muéstramelo que tienes.
Dejo la taza de café cerca del borde de la mesa. El objetivo era elevar la taza y bajarla sin ningún problema. Respire ondo varias veces. Repase las lecciones con Austin. Al estirar el brazo, la palabra clave la repase por mi mente mientras movía la varita, y la taza se elevó. Unos segundos más tarde, la baje con delicadeza.
- Sorprendente, señorita ____.
- ¿Cómo lo hiciste? - Estaba confundida por esa pregunta.
- Con la varita.
- Si, pero ___... no hablaste.
- Eso es magia avanzada.
- ____, ¿alguien te dió permiso de acceder a la sección prohibida de la biblioteca? - Negué con la cabeza. Comenzaba a asustarme. - ¿Algún chico de quinto o de los últimos años te prestó sus libros? - Seguí negando.
- ¿Tomaste alguno de mis libros? - Negué de nuevo. No sabía que pasaba.
- ¿Qué sucede? ¿Hice algo malo?
- Haces magia avanzada.
- ¿Alguna vez tomaste alguno de mis libros?
- No. Mamá los guarda en el ático. No me deja entrar allí. Los libros que tengo son solo los del primer y segundo año. Y cuando voy a comprar, papá revisa todo antes de que los pague. Jamás compre o estuve cerca de un libro mágico avanzado.
Hasta que recordé uno. Moody se dió cuenta. En ese momento, sentí pánico. Fue enseguida hasta mi habitación. Primero él, detrás lo seguía Dumbledore, mi hermano y por último yo. Entro a la habitación. Revisó cada rincón. Templaba de solo pensar en que descubrieran el cuaderno. Sabía que ese diario tenía magia avanzada, pero no yo la había causado. Entonces, ¿por qué estaba tan nerviosa? No lo sabía hasta que lo tocó. Abrió el libro de par en par. Ojeó de principio a fin. Incluso olfateó algunas hojas.
- ¿Que es esto?
- Un libro... Bueno, un diario.
- ¿Es tuyo? - Preguntó Moody
- Me lo regalaron.
- ¿Quién? - Quizo saber, con el cuaderno en la mano. No paraba de temblar. - ¿Quién?
- No lo sé. - Los tres me miraron. - Fue un obsequio de navidad. Estaba entre mis regalos. Sin ninguna nota.
Lo puso en el escritorio. Tomó una de mis plumas, le puso un poco de tinta. Una gota calló en la hoja, a los pocos segundos, desapareció. Solo rogaba de que la otra persona no esté del otro lado. Unos segundos más tarde, nada. Aún así, seguía nerviosa.
- Bueno. Veo que solo esto tiene magia avanzada.
- Alastor, no creo que la señorita ____ llegue a hacer magia avanzada. - El señor Moody dejo el diario en el escritorio. - Sera mejor que nos vayamos. Fue agradable verlos de nuevo.
- Prepárate bien, ____. No quiero ningún error en tú revisión. - Agite la cabeza casi rápido.
- Gracias por venir. Los veremos la semana que viene.
- Creo que voy a vomitar.
- ¿Que contiene ese libro?
- Es uno de los que venden en las tiendas.
- No. Moody no se abra detenido de esa manera solo porque era un articulo que se consigue en cualquier lugar. - No sabía si contarle eso o no. Jamás le he ocultado nada. Y no creo que sería tan mala idea decirle.
- Si, es verdad que me lo regalaron. Y es un diario, que esta conectado con otro. Si escribes en él, la otra persona que tenga el otro diario, podrá responderte.
- ¿Y por qué no respondió la otra persona cuando cayó un poco de tinta en el papel?
- Por que seguramente no estaba con su diario.
- ¿Quién te lo envió?
- No lo sé.
- ¿Cómo que no sabes? - Hubo unos segundos de silencio. - ¿No sabes quien te lo envió y aún así hablas con la otra persona? - Tomo el diario. - No te lo devolveré hasta averiguar quién es.
- Pero...
- Y agradece de que no le dire a nuestros padres. - Cerro la puerta.
No sabía como reaccionar. Me quede parada en el medio de la habitación. Estaba anonada por lo que había sucedido. No sabía que hacer. Por una parte me sentía incomunicada. No sé porque, ya que tenía a las lechuzas, pero me sentía así. Un par de horas más tarde, semi acostada en la cama, él entro de golpe. Extendió la mano para devolvérmelo. Pensé que jamás lo volvería a ver.
- Ten.
- ¿Por qué me lo das?
- Por que supe quien es. No tengo por que preocuparme.
- ¿Y quién es?
- No me dió autorización para decirte. Solo se que es de una buena familia. Solo compórtate. Ya le advertí a él también.
- ¿Me vas a dejar con la duda de saber quien es?
- Ya te di un pista.
- Una pésima pista.
- Bueno, si no lo quieres, me lo quedo.
Se lo arrebate de las manos. Esa noche no toque para nada el diario. Lo único que hice fue quedarme en la ventana esperando alguna lechuza. Hasta la hora de la cena no tuve noticias de ninguna. Antes de ir a dormir, repase una y otra vez las cartas. Para pasar el tiempo, las acomodé en una caja de zapatos, por orden alfabético de quien me las mandaba. En ese momento pensé, necesito hablar con alguien porque sola, no terminaría bien.
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Mi vida en Hogwarts 3er año
FanfictionEl tercer año esta por comenzar. Nuevas sorpresas le esperan a ____. Entre una charla con su hermano, hasta ¿un beso inesperado? Un año más lleno de aventuras y nuevos retos. Solo espera mantenerse alejada de la enfermería o el ministerio. ¿Lo hará?