- Te ayudo. - Austin agarro mis libros y los llevó hasta la caja.
- Gracias. - No sabía que más decirle.
- Tus padres son geniales. Tu papá es muy divertido.
- Si, es algo que lo caracteriza.
- En pocos días de nuevo a la escuela. ¿Extrañaste algo de ella? - Si, pero no creo que sea bueno decírtelo.
- Si. A todos ustedes.
- Claro, necesitas a tus cómplices de nuevo. - No se si era malo o bueno, lo que me decía. - Emily las extrañó. Aunque pasó tiempo con la nueva vecina, siempre pensaba en ustedes. - ¿Y tú? - Y... debo confesar... - Se rascaba la oreja del lado izquierdo. Parecía muy nervioso. - También las extrañe. - Miró para abajo mientras sonreía. Yo solo le sonreí.
- Oh, Austin. - Lo abracé... si, lo abracé. Unos segundos mi cerebro se desconecto y dejó que mi corazón me guiara. Aunque no lo crean, deslizó su brazo derecho hacia arriba para liberarse y me abrazo.
- Permiso... - Emily nos había separado. Cuando dejó los libros, también me abrazó.
- Es la persona más hermosa del mundo. - La miré a Emily con cara de ¿Qué te sucede? - Es mi persona favorita.
- Entiendo, Emily. Pero déjala. La estás asustando. - Creo que lo hacía para que su hermano dijera algo lindo de mi. Emily no era la típica chica cariñosa. Generalmente la que era así era yo.
- Emily, Austin... - La madre de Emily los llamaba. - ¿Ya tomaron los libros?
- Si. Mamá... - Su madre era una mujer alta, de pelo rubio y ojos claros. Emily se parecía mucho a ella. - Ella es ____.
- Un placer conocerla, señora Cox.
- Lo mismo digo, linda. - Me estrecho la mano. - A pesar de que estuvieron entretenidos, hablaban mucho de ti. - ¿Acaba de decir "Hablaban mucho de ti"? No era hablaba, si no hablaban. - Se nota que eres muy especial para mis hijos.
- Y ella es Megan. - Emily la puso entre nosotras dos para presentarla.
- Hola. Soy Bella. - Ella había salido de la nada, tratando de llamar la atención de la madre de Emily.
- Ah, hola. - No entendía quien era.
- Es nuestra compañera.
- Ah. Lo siento. Un gusto.
- A ella no le dijo linda. - Susurró Emily. - Le caes bien.
Ella volvió con su madre para ayudarla con los libros. Mientras, la señora Weasley venía con un montón de libros. Se dirigía al fondo de la librería, donde estaba Gilderoy Lockhart, un famoso mago rubio de ojos claros. Creo que es mago más presumido de la historia.
- Señora Weasley, ¿necesita que la ayude? - Estire los brazos para tratar de tomar algún libro.
- No, querida. Estoy bien.
-¿Segura? No me molesta. - Volvió a negar con la cabeza.
La mayoría de las personas estaban allí solo para ver a Lockhart. Estaba tan abarrotado, que no lograba encontrar a nadie conocido. De la desesperación incluso la busque a Bella, pero no encontré a nadie. Lamentaba que todos los Weasley estuvieran en el mismo lugar. Logre ver a alguien pelirrojo, pero hasta no acercarme hasta allí, no logre distinguir quien era. No era quien estaba pensando cruzarme.
- Hola, señor Weasley.
- Hola _____. Veo que eres la única que escapa de este tipo. - Asentí. Él estaba con otro hombre, alto de ojos claros. Unos ojos muy familiares.
- Si. A mi esposa le encanta este hombre. No sé que tiene de especial.
- Robert, ella es _____. Seguramente habrás escuchado hablar de ella.
- Si. Emily habla mucho de sus amigas.
- Pensé que era del ministerio. Tengo mala fama en ese lugar. - Por suerte había otra persona que iba a ayudar a que esa fama se evaporara. Odiaba ser el centro de atención. Y más si era por algo malo.
- No. Trabajo en el hospital San Mungo como doctor.
- ¿Es padre de Emily? - Ya había visto esos ojos. Eran como los de Austin.
- Si. ¿Se me nota? - Estaba roja cuando me lo preguntó. - Aunque su hermano se parece más a mi. - Su padre era muy alto. Tenía que estirar bien mi cuello para poder verlo a los ojos.
- ¿Cómo te sientes con tus nuevos guantes? ¿Son cómodos? - El señor Weasley cambio de tema.
- Sinceramente, no. Me siento incómoda y rara usando guantes en un día tan caluroso. Me gustaría pasar desapercibida. - O saber magia avanzada para volverlos invisibles.
- Solo es hasta que puedas controlar tu magia. Se valiente. Pronto pasará todo.
- Gracias.
No sabía que más hacer. Había conocido a los padre de Austin, y él a los míos. En ese momento no quería abrir la boca, por miedo a que dijera algo tonto y quedar mal con el señor Cox. Estaba muy nerviosa cerca de ellos. Aunque no tanto con el señor Weasley. Debe ser porque tenía más confianza. Aún así, estaba nerviosa de hablarles.
- Iré a buscar a Emily.
- Te deseo suerte. Si logras encontrar a un conocido, serás afortunada.
- Gracias. Un gusto.
Pidiendo permiso mientras pasaba entre toda la gente, logre tropezarme con los que menos me esperaba. Choque a George haciendo que empujara a Fred contra un par de libros que estaban amontonados cerca de unos estantes. Trate de alejarme, pero me atraparon.
- Ahora no vas a poder huir de nosotros. - Al mirar a Fred a los ojos me di cuenta que no quería huir. Quería quedarme cerca de él, si era posible, para siempre.
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Mi vida en Hogwarts 3er año
FanfictionEl tercer año esta por comenzar. Nuevas sorpresas le esperan a ____. Entre una charla con su hermano, hasta ¿un beso inesperado? Un año más lleno de aventuras y nuevos retos. Solo espera mantenerse alejada de la enfermería o el ministerio. ¿Lo hará?